Biblia Todo Logo
Bib sou entènèt

- Piblisite -





Daniel 7:28 - Biblia Nueva Versión Internacional 2022

28 »Aquí termina el relato. Yo, Daniel, me quedé desconcertado por tantas ideas que me pasaban por la mente, a tal grado que palideció mi rostro. Pero guardé esto para mí mismo».

Gade chapit la Kopi


Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

28 Aquí fue el fin de sus palabras. En cuanto a mí, Daniel, mis pensamientos me turbaron y mi rostro se demudó; pero guardé el asunto en mi corazón.

Gade chapit la Kopi

Biblia Nueva Traducción Viviente

28 Aquí termina la visión. Yo, Daniel, estaba espantado por mis pensamientos y mi rostro estaba pálido de miedo, pero no le dije nada a nadie.

Gade chapit la Kopi

Biblia Católica (Latinoamericana)

28 Aquí se acaba el relato. Esas visiones me habían aterrorizado a mí, Daniel, y mi rostro había mudado de color, pero conservaba todo eso en mi corazón.

Gade chapit la Kopi

La Biblia Textual 3a Edicion

28 Aquí tuvieron fin sus palabras. En cuanto a mí, Daniel, mis pensamientos me turbaron mucho y palideció mi rostro, pero guardé el asunto en mi corazón.

Gade chapit la Kopi

Biblia Serafín de Ausejo 1975

28 Hasta aquí el relato. Yo, Daniel, quedé asustado de mis pensamientos, palidecí y lo guardé todo en mi corazón.

Gade chapit la Kopi




Daniel 7:28
19 Referans Kwoze  

Cuando se lo contó a su padre y a sus hermanos, su padre lo reprendió: —¿Qué quieres decirnos con este sueño que has tenido? —le preguntó—. ¿Acaso tu madre, tus hermanos y yo vendremos a postrarnos en tierra ante ti?


Sus hermanos le tenían envidia, pero su padre meditaba en todo esto.


Entonces alguien con aspecto humano tocó mis labios y yo los abrí; entonces comencé a hablar. Y dije al que estaba delante de mí: “Señor, por causa de esta visión me siento muy angustiado y sin fuerzas.


Nadie se quedó conmigo cuando tuve esta gran visión. Las fuerzas me abandonaron, palideció mi rostro y casi me desvanecí.


Sentados a la misma mesa, estos dos reyes pensarán solo en hacerse daño y se mentirán el uno al otro; pero esto de nada servirá, porque el momento del fin todavía no habrá llegado.


Pero tú, persevera hasta el fin y descansa, que al final de los tiempos te levantarás para recibir tu recompensa”».


Y él me respondió: “Sigue adelante, Daniel, que estas palabras se mantendrán secretas y selladas hasta el tiempo del fin.


Dejen que su mente humana se trastorne y se vuelva como la de un animal, hasta que hayan transcurrido siete años.


Daniel, conocido también como Beltsasar, se quedó desconcertado por algún tiempo y aterrorizado por sus propios pensamientos; por eso el rey le dijo: «Beltsasar, no te dejes alarmar por este sueño y su significado». A esto Daniel respondió: «¡Mi señor, ojalá que el sueño y su significado tengan que ver con sus adversarios y enemigos!


el rostro le palideció del susto, las rodillas comenzaron a temblarle y apenas podía sostenerse.


»Yo, Daniel, me quedé agitado por dentro a causa de las visiones que pasaban por mi mente.


«En el tercer año del reinado de Belsasar yo, Daniel, tuve una visión, después de la que ya había tenido.


»Cuando él se acercó al lugar donde estaba, me aterroricé y caí rostro en tierra. Me dijo: “Hijo de hombre entiende que la visión se refiere al tiempo del fin”.


Y me dijo: “Voy a darte a conocer lo que sucederá después cuando llegue a su fin el tiempo de la ira de Dios, porque el fin llegará en el momento señalado.


»Yo, Daniel, quedé exhausto y estuve enfermo durante varios días. Luego me levanté para seguir atendiendo los asuntos del reino. Pero la visión me dejó pasmado, pues no lograba comprenderla».


Tan pronto como la gente vio a Jesús, todos se sorprendieron y corrieron a saludarlo.


María, por su parte, guardaba todas estas cosas en su corazón y meditaba acerca de ellas.


Así que Jesús bajó con sus padres a Nazaret y vivió sujeto a ellos. Y su madre conservaba todas estas cosas en el corazón.


—Presten mucha atención a lo que les voy a decir: El Hijo del hombre va a ser entregado en manos de los hombres.


Swiv nou:

Piblisite


Piblisite