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Daniel 5:18 - Biblia Nueva Versión Internacional 2022

18 »Su Majestad, el Dios Altísimo dio al rey Nabucodonosor, su padre, grandeza, gloria, majestad y esplendor.

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Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

18 El Altísimo Dios, oh rey, dio a Nabucodonosor tu padre el reino y la grandeza, la gloria y la majestad.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

18 El Dios Altísimo le dio soberanía, majestad, gloria y honor a su antecesor, Nabucodonosor.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

18 Oh rey, el Dios Altísimo dio a tu padre Nabucodonosor la realeza, el poder, la gloria y la majestad.

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La Biblia Textual 3a Edicion

18 Oh rey: ’Elaha ‘Il•laya dio a tu padre Nabucodonosor el reino y la grandeza, la gloria y la majestad.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

18 ¡Oh rey!, el Dios Altísimo dio a Nabucodonosor, tu padre, el reino, la grandeza, la gloria y la majestad.

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Daniel 5:18
25 Referans Kwoze  

Lo trató amablemente y le dio una posición más alta que la de los otros reyes que estaban con él en Babilonia.


¡Cuán imponente es el Señor Altísimo, el gran Rey de toda la tierra!


¡Alabaré al Señor por su justicia! ¡Al nombre del Señor Altísimo cantaré salmos!


Quiero alegrarme y regocijarme en ti y cantar salmos a tu nombre, oh Altísimo.


Solo tú, Señor, serás exaltado para siempre.


yo haré que vengan todos los pueblos del norte y también mi siervo Nabucodonosor, rey de Babilonia. Los traeré contra esta tierra, contra sus habitantes y contra todas las naciones vecinas, y los destruiré por completo: ¡los convertiré en objeto de horror, de burla y de eterna ruina!”, afirma el Señor.


Yo, con mi gran poder y mi brazo poderoso, hice la tierra, los seres humanos y los animales que están sobre ella; y puedo dárselos a quien me plazca.


Todas las naciones le servirán a él, a su hijo y a su nieto, hasta que también a su país le llegue la hora y sea sometido por numerosas naciones y grandes reyes.


cuando en presencia del Altísimo se le niegan al pueblo sus derechos


¿No es acaso por la boca del Altísimo que acontece lo bueno y lo malo?


yo lo he desechado; lo entregué en manos de un líder de naciones, para que lo trate según su maldad.


»”Este es el decreto de los santos mensajeros que han anunciado el veredicto: Que todos los vivientes reconozcan que el Altísimo es el soberano de todos los reinos humanos y que se los entrega a quien él quiere; hasta pone sobre ellos al más humilde de los hombres”.


Daniel, conocido también como Beltsasar, se quedó desconcertado por algún tiempo y aterrorizado por sus propios pensamientos; por eso el rey le dijo: «Beltsasar, no te dejes alarmar por este sueño y su significado». A esto Daniel respondió: «¡Mi señor, ojalá que el sueño y su significado tengan que ver con sus adversarios y enemigos!


Me es grato darles a conocer las señales y maravillas que el Dios Altísimo ha realizado en mi favor.


Serás apartado de la gente y vivirás entre las bestias del campo; comerás pasto como el ganado. Siete años transcurrirán hasta que reconozcas que el Altísimo es el que domina sobre todos los reinos del mundo y que se los entrega a quien él quiere».


Pasado ese tiempo yo, Nabucodonosor, elevé los ojos al cielo y recobré el juicio. Entonces alabé al Altísimo; honré y glorifiqué al que vive para siempre: Su dominio es eterno; su reino permanece para siempre.


Fue apartado de la gente y recibió la mente de un animal. Vivió entre los asnos salvajes y se alimentó con pasto como el ganado. El rocío del cielo empapaba su cuerpo. Todo esto le sucedió hasta que reconoció que el Dios Altísimo es Soberano sobre todos los reinos del mundo, y que se los entrega a quien él quiere.


Mi Dios envió a su ángel, quien cerró la boca a los leones. No me han hecho ningún daño, porque Dios bien sabe que soy inocente. ¡Tampoco he cometido nada malo contra Su Majestad!


A eso del mediodía, oh rey, mientras iba por el camino, vi una luz del cielo, más brillante que el sol, que con su resplandor nos envolvió a mí y a mis acompañantes.


»Así que, rey Agripa, no fui desobediente a esa visión celestial.


»Sin embargo, el Altísimo no habita en casas construidas por manos humanas. Como dice el profeta:


Cuando el Altísimo dio su herencia a las naciones, cuando dividió a toda la humanidad, estableció límites a los pueblos según el número de los hijos de Israel.


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