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Cantares 6:10 - Biblia Nueva Versión Internacional 2022

10 ¿Quién es esta, admirable como la aurora? ¡Es bella como la luna, radiante como el sol, imponente como ejército con sus banderas!

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Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

10 ¿Quién es esta que se muestra como el alba, Hermosa como la luna, Esclarecida como el sol, Imponente como ejércitos en orden?

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Biblia Nueva Traducción Viviente

10 «¿Quién es esa, que se levanta como la aurora, tan hermosa como la luna, tan resplandeciente como el sol, tan majestuosa como un ejército con sus estandartes desplegados al viento?».

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Biblia Católica (Latinoamericana)

10 ¿Quién es esta que surge como la aurora, bella como la luna, brillante como el sol, temible como un ejército?

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La Biblia Textual 3a Edicion

10 Coro ¿Quién es la que se asoma como el alba, Hermosa como la luna, Límpida como el sol, Imponente como un escuadrón abanderado?

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

10 ¿Quién es aquélla que se alza como la aurora, hermosa como la luna, brillante como el sol, terrible como ejército formado bajo las banderas?

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Cantares 6:10
24 Referans Kwoze  

será como la luz de la aurora en un amanecer sin nubes, que tras la lluvia resplandece para que brote la hierba en la tierra”.


Tu vida será más radiante que el sol de mediodía y la oscuridad será como el amanecer.


¿He admirado acaso el esplendor del sol o el avance esplendoroso de la luna,


Allí los tienen, sobrecogidos de miedo, pues Dios habita entre los justos.


La senda de los justos se asemeja a los primeros albores de la aurora: su esplendor va en aumento hasta que el día alcanza su plenitud.


¡Cuán bella eres, amada mía! ¡Cuán bella eres! ¡Tus ojos son dos palomas!


¿Qué es eso que sube por el desierto semejante a una columna de humo, entre aromas de mirra e incienso, entre perfumes de mercaderes?


Tú, amada mía, eres bella como Tirsá, hermosa como Jerusalén imponente como ejército con sus banderas.


¿Quién es esta que sube por el desierto apoyada sobre el hombro de su amado? Bajo el manzano te desperté; allí te concibió tu madre, allí mismo te dio a luz.


Si así procedes, tu luz despuntará como la aurora, y al instante llegará tu sanidad; tu justicia te abrirá el camino, y la gloria del Señor te seguirá.


¿Quién es este que viene de Edom, desde Bosra, con ropas teñidas de rojo? ¿Quién es este de espléndido ropaje, que avanza con fuerza arrolladora? «Soy yo, el que habla con justicia, el que tiene poder para salvar».


Por eso los hice pedazos por medio de los profetas; los herí con las palabras de mi boca. ¡Mis juicios brillan como la luz!


Pero para ustedes que temen mi nombre, se levantará el sol de justicia trayendo en sus rayos salud. Y ustedes saldrán saltando como becerros bien alimentados.


Entonces los justos brillarán en el reino de su Padre como el sol. El que tenga oídos, que oiga.


Allí se transfiguró en presencia de ellos; su rostro resplandeció como el sol y su ropa se volvió blanca como la luz.


Sin embargo, en todo esto somos más que vencedores por medio de aquel que nos amó.


para presentársela a sí mismo como una iglesia radiante, sin mancha ni arruga ni ninguna otra imperfección, sino santa e intachable.


En su mano derecha tenía siete estrellas y de su boca salía una aguda espada de dos filos. Su rostro era como el sol cuando brilla en todo su esplendor.


Después vi a otro ángel poderoso que bajaba del cielo envuelto en una nube. Un arcoíris rodeaba su cabeza; su rostro era como el sol y sus piernas parecían columnas de fuego.


Apareció en el cielo una señal maravillosa: una mujer revestida del sol, con la luna debajo de sus pies y con una corona de doce estrellas en la cabeza.


La ciudad no necesita ni sol ni luna que la alumbren, porque la gloria de Dios la ilumina y el Cordero es su lumbrera.


»Yo, Jesús, he enviado a mi ángel para darles testimonio de estas cosas que conciernen a las iglesias. Yo soy la raíz y la descendencia de David, la brillante estrella de la mañana».


Ya no habrá noche; no necesitarán luz de lámpara ni de sol, porque el Señor Dios los alumbrará. Y reinarán por los siglos de los siglos.


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