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Amós 4:13 - Biblia Nueva Versión Internacional 2022

13 He aquí el que forma las montañas, el que crea el viento, el que revela al ser humano sus pensamientos, el que convierte la aurora en tinieblas, el que marcha sobre las alturas de la tierra: su nombre es el Señor Dios de los Ejércitos.

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Biblia Reina Valera 1960

13 Porque he aquí, el que forma los montes, y crea el viento, y anuncia al hombre su pensamiento; el que hace de las tinieblas mañana, y pasa sobre las alturas de la tierra; Jehová Dios de los ejércitos es su nombre.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

13 Pues el Señor es quien formó las montañas, agita los vientos y da a conocer sus pensamientos a la humanidad. Él convierte la luz del amanecer en oscuridad y marcha sobre las alturas de la tierra. ¡El Señor Dios de los Ejércitos Celestiales es su nombre!

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Biblia Católica (Latinoamericana)

13 Porque ahí viene el que forma los montes y crea el viento, el que enseña al hombre la manera de reflexionar, el que tramó el mal contra esa gente, una desgracia tan grande que no podrán hacerle el quite ni caminar con la frente en alto.

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La Biblia Textual 3a Edicion

13 El que formó los montes° y creó el viento, El que descubre al hombre sus pensamientos, El que hace salir la aurora de las tinieblas,° Y pisa sobre las alturas de la tierra, Se llama YHVH ’Elohey Sebaot.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

13 Mirad que es Él quien forma las montañas y crea el viento, quien descubre al hombre su designio, quien hace la aurora y las tinieblas, quien camina por las cumbres de la tierra. Yahveh, Dios Sebaot, es su nombre.

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Amós 4:13
38 Referans Kwoze  

Reprende al sol y su brillo se apaga; eclipsa la luz de las estrellas.


Levanta las nubes desde los confines de la tierra; envía relámpagos con la lluvia y saca de sus depósitos a los vientos.


Sabes cuándo me siento y cuándo me levanto; aun a la distancia me lees el pensamiento.


Pero envía su palabra y lo derrite; hace que el viento sople y las aguas fluyan.


Tú, con tu poder, formaste las montañas, ceñido de fuerza.


Moisés levantó los brazos al cielo, y durante tres días todo Egipto quedó envuelto en densas tinieblas.


quedando entre los egipcios y los israelitas. Durante toda la noche, la nube fue oscuridad para unos y luz para otros, así que en toda esa noche no pudieron acercarse los unos a los otros.


¿Quién ha medido las aguas con la palma de su mano y abarcado entre sus dedos la extensión de los cielos? ¿Quién metió en una medida el polvo de la tierra? ¿Quién pesó en una balanza las montañas y las colinas?


Yo formo la luz y creo las tinieblas, traigo bienestar y creo calamidad; Yo, el Señor, hago todas estas cosas.


Nuestro Redentor es el Santo de Israel; su nombre es el Señor de los Ejércitos.


Ustedes que se llaman ciudadanos de la ciudad santa y confían en el Dios de Israel, cuyo nombre es el Señor de los Ejércitos:


En aquel día bramará contra ella como brama el mar. Si alguien contempla la tierra, la verá sombría y angustiada; entonces la luz se ocultará tras negros nubarrones.


Cuando él deja oír su voz, rugen las aguas en los cielos; hace que se levanten las nubes desde los confines de la tierra. Entre relámpagos desata la lluvia y saca de sus depósitos al viento.


La porción de Jacob no es como aquellos, porque él es quien hizo todas las cosas, incluso Israel, el pueblo de su heredad. Su nombre es el Señor de los Ejércitos.


Glorifiquen al Señor su Dios, antes de que haga venir la oscuridad y ustedes tropiecen contra los montes sombríos. Ustedes esperan la luz, pero él la cambiará en sombras mortales; la convertirá en densa oscuridad.


»Tan cierto como que yo vivo», declara el Rey, cuyo nombre es el Señor de los Ejércitos, «vendrá un enemigo que será como el Tabor, que sobresale de entre los montes, y como el Carmelo, que se erige sobre el mar.


Cuando él deja oír su voz, rugen las aguas en los cielos; hace que se levanten las nubes desde los confines de la tierra. Entre relámpagos desata la lluvia y saca de sus depósitos al viento.


La porción de Jacob no es como aquellos, porque él es el Creador de todas las cosas, incluso el pueblo de su heredad. Su nombre es el Señor de los Ejércitos.


Pero hay un Dios en el cielo que revela los misterios. Él mostró al rey Nabucodonosor lo que sucederá en los días venideros. Estos son el sueño y las visiones que pasaron por su mente mientras dormía en su cama:


Por lo que a mí toca, este misterio me ha sido revelado, no porque yo sea más sabio que el resto de la humanidad, sino para que Su Majestad llegue a conocer su interpretación y entienda lo que pasaba por su mente.


Pero tú debes volverte a tu Dios, practicar el amor y la justicia y esperar siempre en él.


Día de tinieblas y oscuridad, día de nubes y densos nubarrones. Como la aurora que se extiende sobre los montes, así avanza un pueblo fuerte y numeroso, pueblo como nunca lo hubo en la antigüedad ni lo habrá en las generaciones futuras.


»Oigan esto y testifiquen contra el pueblo de Jacob», afirma el Señor y Dios, el Dios de los Ejércitos.


Por lo tanto, los mandaré al exilio más allá de Damasco», dice el Señor, cuyo nombre es Dios de los Ejércitos.


El que hizo las Pléyades y el Orión, convierte en aurora las densas tinieblas y oscurece el día hasta convertirlo en noche. Él convoca las aguas del mar y las derrama sobre la tierra. ¡Su nombre es el Señor!


El Señor y Dios ha jurado por sí mismo; el Señor Dios de los Ejércitos afirma: «Yo detesto la arrogancia de Jacob; yo aborrezco sus fortalezas. Por eso entregaré la ciudad al enemigo, con todo lo que hay en ella».


»En aquel día», afirma el Señor y Dios, «haré que el sol se ponga al mediodía y que en pleno día la tierra se oscurezca.


Dios construye su excelso palacio en el cielo y pone su cimiento en la tierra, llama a las aguas del mar y las derrama sobre la superficie de la tierra: su nombre es el Señor.


¡Miren! Ya sale el Señor de su morada; ya baja y se encamina hacia las alturas de la tierra.


El Señor y Dios es mi fuerza; da a mis pies la ligereza de una gacela y me hace caminar por las alturas. Al director musical. Sobre instrumentos de cuerda.


Esta profecía es la palabra del Señor con respecto a Israel. El Señor, quien extendió los cielos, echó los cimientos de la tierra y formó el espíritu del hombre en su interior, afirma:


Como Jesús conocía sus pensamientos, les dijo: —¿Por qué dan lugar a tan malos pensamientos?


no necesitaba que nadie le informara acerca de los demás, pues él conocía el interior del ser humano.


El viento sopla por donde quiere y oyes su sonido, aunque ignoras de dónde viene y a dónde va. Lo mismo pasa con todo el que nace del Espíritu.


Lo hizo cabalgar sobre las alturas de la tierra y lo alimentó con el fruto de los campos. Lo nutrió con miel de la peña, y con aceite que hizo brotar de la más dura roca;


¡Dichoso eres Israel! ¿Quién como tú, pueblo rescatado por el Señor? Él es tu escudo y tu ayuda; él es tu espada victoriosa. Tus enemigos se doblegarán ante ti; sus espaldas te servirán de tapete».


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