2 Samuel 20:20 - Biblia Nueva Versión Internacional 2022

²⁰ —¡Que Dios me libre! —respondió Joab—. ¡Que Dios me libre de arrasarla y destruirla!

Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

²⁰ Joab respondió diciendo: Nunca tal, nunca tal me acontezca, que yo destruya ni deshaga.

Biblia Nueva Traducción Viviente

²⁰ Joab contestó: —¡Créame, no quiero devorar ni destruir su ciudad!

Biblia Católica (Latinoamericana)

²⁰ Joab respondió: 'De ninguna manera quiero yo destruir ni arruinar.

La Biblia Textual 3a Edicion

²⁰ Y Joab respondió y dijo: ¡Lejos, lejos esté de mí que yo devore o destruya!

Biblia Serafín de Ausejo 1975

²⁰ Joab respondió: '¡Muy lejos de mí aniquilar o destruir!

2 Samuel 20:20 Referans Kwoze

2 Samuel 20:10

Amasá no se percató de que en la otra mano Joab llevaba la daga, entonces Joab se la clavó en el vientre y las entrañas de Amasá se derramaron por el suelo. Amasá murió de una sola puñalada. Luego Joab y su hermano Abisay persiguieron a Sabá, hijo de Bicrí.

2 Samuel 20:19

Nuestra ciudad es la más pacífica y fiel del país, y muy importante en Israel; usted, sin embargo, intenta arrasarla. ¿Por qué quiere destruir la heredad del Señor?

2 Samuel 20:21

Yo no he venido a eso, sino a capturar a un hombre llamado Sabá, hijo de Bicrí. Es de la región montañosa de Efraín y se ha sublevado contra el rey David. Si me entregan a ese hombre, me retiro de la ciudad. —Muy bien —respondió la mujer—. Desde la muralla arrojaremos su cabeza.

2 Samuel 23:17

y declaró solemnemente: «¡Que el Señor me libre de beberla! ¡Eso sería como beber la sangre de hombres que han puesto su vida en peligro!». Y no quiso beberla. Tales hazañas hicieron estos tres héroes.

Job 21:16

Pero su bienestar no depende de ellos. ¡Jamás me dejaré llevar por sus malos consejos!

Job 22:18

¡Y fue Dios quien llenó sus casas de bienes! ¡Yo no me dejaré llevar por sus malos consejos!

Proverbios 28:13

Quien encubre su pecado jamás prospera; quien lo confiesa y lo deja, alcanza la misericordia.

Jeremías 17:9

Nada hay tan engañoso como el corazón. No tiene remedio. ¿Quién puede comprenderlo?

Lucas 10:29

Pero él quería justificarse, así que preguntó a Jesús: —¿Y quién es mi prójimo?