2 Reyes 7:4 - Biblia Nueva Versión Internacional 20224 No ganamos nada con entrar en la ciudad. Allí nos moriremos de hambre con todos los demás; pero si nos quedamos aquí, nos sucederá lo mismo. Vayamos, pues, al campamento de los arameos para rendirnos. Si nos perdonan la vida, viviremos; si nos matan, de todos modos moriremos. Gade chapit laPlis vèsyonBiblia Reina Valera 19604 Si tratáremos de entrar en la ciudad, por el hambre que hay en la ciudad moriremos en ella; y si nos quedamos aquí, también moriremos. Vamos, pues, ahora, y pasemos al campamento de los sirios; si ellos nos dieren la vida, viviremos; y si nos dieren la muerte, moriremos. Gade chapit laBiblia Nueva Traducción Viviente4 Si nos quedamos aquí, moriremos, pero con el hambre que hay en la ciudad, moriremos de hambre también allá si regresamos. Así que mejor sería ir y entregarnos al ejército arameo. Si ellos nos perdonan la vida, mucho mejor; pero si nos matan, igual habríamos muerto». Gade chapit laBiblia Católica (Latinoamericana)4 Si nos decidimos a entrar en la ciudad, moriremos, pues hay hambre en la ciudad. Si nos quedamos aquí también moriremos. Mejor desertemos y vayamos al campamento de los arameos. Si nos dejan con vida, viviremos, y si nos matan, moriremos'. Gade chapit laLa Biblia Textual 3a Edicion4 Si decidiéramos entrar en la ciudad, la hambruna está en la ciudad y moriremos allí; y si nos quedamos aquí, también moriremos. Ahora pues, vayamos y pasémonos al ejército de los sirios; si nos dejan con vida, viviremos, y si nos matan, no haremos más que morir. Gade chapit laBiblia Serafín de Ausejo 19754 Si nos decidimos a entrar en la ciudad, nos moriremos allí, por el hambre que hay en ella; pero si nos quedamos aquí, moriremos también. Vamos a pasarnos ahora mismo al campamento de los arameos. Si nos dejan con vida, viviremos, y si nos matan, moriremos'. Gade chapit la |
También algunos guerreros de Manasés se unieron a David cuando este iba con los filisteos a luchar contra Saúl. Pero David y sus guerreros no les ayudaron, porque los jefes de los filisteos se reunieron y decidieron despedirlo, pues dijeron: «David se pondrá de parte de su señor Saúl y eso nos costará la cabeza».
«Ve y reúne a todos los judíos que están en Susa, para que ayunen por mí. Durante tres días no coman ni beban ni de día ni de noche. Yo, por mi parte, ayunaré con mis doncellas al igual que ustedes. Cuando cumpla con esto, me presentaré ante el rey, por más que vaya en contra de la ley. ¡Y, si perezco, que perezca!».