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2 Reyes 19:15 - Biblia Nueva Versión Internacional 2022

15 y en su presencia oró así: «Señor, Dios de Israel, entronizado sobre los querubines: solo tú eres el Dios de todos los reinos de la tierra. Tú has hecho los cielos y la tierra.

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Biblia Reina Valera 1960

15 Y oró Ezequías delante de Jehová, diciendo: Jehová Dios de Israel, que moras entre los querubines, solo tú eres Dios de todos los reinos de la tierra; tú hiciste el cielo y la tierra.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

15 En presencia del Señor, el rey hizo la siguiente oración: «¡Oh Señor, Dios de Israel, tú estás entronizado entre los poderosos querubines! Solo tú eres el Dios de todos los reinos de la tierra. Solo tú creaste los cielos y la tierra.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

15 e hizo esta oración: 'Yavé, Dios de Israel, Dios que te sientas sobre los querubines, no hay más Dios que tú en todos los reinos de la tierra; tú hiciste el cielo y la tierra.

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La Biblia Textual 3a Edicion

15 Y oró Ezequías delante de YHVH, y dijo: ¡Oh YHVH Dios de Israel, entronizado° sobre querubines! ¡Sólo Tú eres el Dios de todos los reinos de la tierra! Tú hiciste los cielos y la tierra.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

15 Y Ezequías oró así en presencia de Yahveh: '¡Oh Yahveh, Dios de Israel, que moras sobre los querubines! Tú eres el único Dios de todos los reinos de la tierra; tú eres el que ha hecho el cielo y la tierra.

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2 Reyes 19:15
36 Referans Kwoze  

En el principio Dios creó los cielos y la tierra.


Esta es la historia de la creación de los cielos y la tierra. Dios el Señor hizo la tierra y los cielos.


Entonces le dijo: —Ya no te llamarás Jacob, sino Israel, porque has luchado con Dios y con los hombres y has vencido.


También construyó un altar y lo llamó El Elohé Israel.


Cuando vieron esto, todos se postraron y exclamaron: «¡El Señor es Dios! ¡El Señor es Dios!».


y dijo: «Señor, Dios de Israel, no hay Dios como tú arriba en el cielo ni abajo en la tierra, pues tú cumples tu pacto de amor con quienes te sirven y te siguen de todo corazón.


Ahora, pues, Señor y Dios nuestro, por favor, sálvanos de su mano, para que todos los reinos de la tierra sepan que solo tú, Señor, eres Dios».


Luego Naamán volvió con todos sus acompañantes y, presentándose ante el hombre de Dios, dijo: —Ahora reconozco que no hay Dios en todo el mundo, excepto en Israel. Le ruego a usted aceptar un regalo de su servidor.


Luego David y todo Israel fueron a Balá, que es Quiriat Yearín de Judá, para trasladar de allí el arca de Dios el Señor, que reina entre los querubines —el arca sobre la cual se invoca su Nombre.


Jabés rogó al Dios de Israel: «Bendíceme y ensancha mi territorio; ayúdame y líbrame del mal, para que no padezca aflicción». Y Dios le concedió su petición.


Allí Asá invocó al Señor su Dios y dijo: «Señor, solo tú puedes ayudar al débil contra el poderoso. ¡Ayúdanos, Señor y Dios nuestro, porque en ti confiamos y en tu nombre hemos venido contra esta multitud! ¡Tú, Señor, eres nuestro Dios! ¡No permitas que ningún mortal se alce contra ti!».


y dijo: «Señor, Dios de nuestros antepasados, ¿no eres tú el Dios del cielo y el que gobierna a todas las naciones? ¡Es tal tu fuerza y tu poder que no hay quien pueda resistirte!


Por ese motivo, el rey Ezequías y el profeta Isaías, hijo de Amoz, clamaron al cielo en oración.


¡Solo tú eres el Señor! Tú has hecho los cielos, los cielos de los cielos y todo lo que hay en ellos. Tú hiciste la tierra y el mar con todo lo que en ellos hay. Tú das vida a todo lo creado. ¡Por eso te adora todo lo que hay en los cielos!


En el principio tú afirmaste la tierra, y los cielos son la obra de tus manos.


Ellos perecerán, pero tú permaneces. Todos ellos se desgastarán como un vestido; como ropa los cambiarás y los dejarás de lado.


que hizo el cielo y la tierra, el mar y todo lo que hay en ellos y que siempre mantiene la verdad.


porque él habló, todo fue hecho; dio una orden y todo quedó firme.


Pastor de Israel, ¡escúchanos! tú que guías a José como a un rebaño, tú que tienes tu trono entre los querubines, ¡resplandece!


Delante de Efraín, Benjamín y Manasés, muestra tu poder y ven a salvarnos.


El Señor es rey: que tiemblen las naciones. Él tiene su trono entre los querubines: que se estremezca la tierra.


Yo me reuniré allí contigo en medio de los dos querubines que están sobre el arca donde están las tablas del pacto. Desde la parte superior de la tapa del arca te daré todas las instrucciones que habrás de comunicarles a los israelitas.


Ezequías tomó la carta de mano de los mensajeros y la leyó. Luego subió al Templo del Señor, la desplegó delante del Señor,


»Los pobres y los necesitados buscan agua, pero no la encuentran; la sed les ha resecado la lengua. Pero yo, el Señor, les responderé; yo, el Dios de Israel, no los abandonaré.


«Ustedes son mis testigos», afirma el Señor, «y mi siervo a quien he escogido, para que me conozcan y crean en mí, y entiendan que yo soy. Antes de mí no hubo ningún otro dios ni habrá ninguno después de mí.


»Así dice el Señor, el Señor de los Ejércitos, Rey y Redentor de Israel: “Yo soy el Primero y el Último; fuera de mí no hay otro dios.


No tiemblen ni se asusten. ¿Acaso no lo anuncié y predije hace tiempo? Ustedes son mis testigos. ¿Hay algún Dios fuera de mí? No, no hay otra Roca; no conozco ninguna”».


»Vuelvan a mí y sean salvos, todos los confines de la tierra, porque yo soy Dios y no hay ningún otro.


»¡Ah, mi Señor y Dios! Tú, con tu gran fuerza y tu brazo poderoso, has hecho los cielos y la tierra. Para ti no hay nada imposible.


Así que enviaron un destacamento a Siló para sacar de allá el arca del pacto del Señor de los Ejércitos, que tiene su trono entre los querubines. Los dos hijos de Elí, Ofni y Finés, estaban a cargo del arca del pacto de Dios.


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