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2 Reyes 17:6 - Biblia Nueva Versión Internacional 2022

6 En el año noveno del reinado de Oseas, el rey de Asiria, después de conquistar Samaria, deportó a los israelitas a Asiria y los instaló en Jalaj, en Gozán (que está junto al río Jabor) y en las ciudades de los medos.

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Biblia Reina Valera 1960

6 En el año nueve de Oseas, el rey de Asiria tomó Samaria, y llevó a Israel cautivo a Asiria, y los puso en Halah, en Habor junto al río Gozán, y en las ciudades de los medos.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

6 Finalmente, en el año nueve del reinado de Oseas, Samaria cayó y los israelitas fueron desterrados a Asiria, donde los establecieron en colonias en la región de Halah, en Gozán junto a la ribera del río Habor, y en las ciudades de los medos.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

6 El año noveno de Oseas, el rey de Asur se apoderó de Samaría y deportó a Asur a los israelitas. Los instaló en Jala a orillas del Jabor, el río de Gozán, y además en las ciudades de Media.

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La Biblia Textual 3a Edicion

6 y en el año noveno de Oseas, el rey de Asiria conquistó Samaria y llevó a Israel en cautiverio a Asiria, e hizo que habitaran en Halah y en Habor, junto al río Gozán, y en las ciudades de los medos.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

6 El año noveno de Oseas, el rey de Asiria se apoderó de Samaría, deportó a los israelitas a Asiria y los asentó en Jalaj y junto al Jabor, río de Gozán, y en las ciudades de Media.

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2 Reyes 17:6
39 Referans Kwoze  

Los hijos de Jafet: Gómer, Magog, Maday, Javán, Tubal, Mésec y Tirás.


»Ya que no hay ser humano que no peque, si tu pueblo peca contra ti, y tú te enojas con ellos y los entregas al enemigo para que se los lleven cautivos a otro país, lejano o cercano;


En tiempos de Pécaj, rey de Israel, Tiglat Piléser, rey de Asiria, invadió el país y conquistó Iyón, Abel Betmacá, Janoa, Cedes, Jazor, Galaad y Galilea, incluyendo todo el territorio de Neftalí; además, deportó a los habitantes a Asiria.


Finalmente, el Señor arrojó a Israel de su presencia, tal como lo había anunciado por medio de sus siervos los profetas. Así, pues, fueron desterrados y llevados cautivos a Asiria, donde hasta el día de hoy se han quedado.


¿Dónde están los dioses de Jamat y de Arfad? ¿Dónde están los dioses de Sefarvayin, de Hená y de Ivá? ¿Acaso libraron a Samaria de mis manos?


¿Libraron sus dioses a las naciones que mis antepasados han destruido: Gozán, Jarán, Résef y la gente de Edén que vivía en Telasar?


Extenderé sobre Jerusalén el mismo cordel con que medí a Samaria y la misma plomada con que señalé a la familia de Acab. Voy a tratar a Jerusalén como se hace con un plato que se restriega y se pone boca abajo.


a muchas de las cuales mataron, porque Dios estaba con ellos. En ese lugar habitaron hasta el tiempo del exilio.


Por eso el Dios de Israel incitó contra ellos a Pul, es decir, a Tiglat Piléser, rey de Asiria. Este deportó a los rubenitas, los gaditas y a la media tribu de Manasés, llevándolos a Jalaj, Jabor, Hará y al río Gozán, donde permanecen hasta hoy.


Y en el palacio de Ecbatana, en la provincia de Media, se encontró un rollo que contenía la siguiente memoria:


»Y ahora, Dios nuestro, Dios grande, temible y poderoso, que cumples el pacto y eres fiel, no tengas en poco los sufrimientos que han padecido nuestros reyes, líderes, sacerdotes y profetas, nuestros antepasados y todo tu pueblo, desde los reyes de Asiria hasta hoy.


¿No es Calnó como Carquemis? ¿No es Jamat como Arfad y Samaria como Damasco?


¡Miren! Yo incito contra ellos a los medos, pueblo al que no le importa la plata ni se deleita en el oro.


«En aquel día se debilitará la gloria de Jacob y se consumirá la gordura de su cuerpo.


Una visión terrible me ha sido revelada: el traidor traiciona, el destructor destruye. ¡Al ataque, Elam! ¡Al asedio, Media! Pondré fin a todo su gemido.


hasta que yo venga y los lleve a un país como el de ustedes, país de grano y de mosto, de pan y de viñedos”.


¿Dónde están los dioses de Jamat y de Arfad? ¿Dónde están los dioses de Sefarvayin? ¿Acaso libraron a Samaria de mis manos?


»Es verdad, Señor, que los reyes asirios han asolado todas estas naciones y sus tierras.


Antes de que el niño aprenda a decir “papá” y “mamá”, la riqueza de Damasco y el botín de Samaria serán llevados ante el rey de Asiria».


»Israel es como un rebaño descarriado, acosado por los leones. Primero lo devoró el rey de Asiria y luego Nabucodonosor, rey de Babilonia, le quebró todos los huesos».


»Peres: Su reino se ha dividido y entregado a medos y persas».


Entonces el Señor dijo: «Ponle por nombre Jezrel, porque dentro de poco haré que la casa real de Jehú pague por la masacre en Jezrel. Así pondré fin al dominio del reino de Israel.


Ella volvió a concebir y dio a luz una niña. Entonces el Señor dijo a Oseas: «Ponle por nombre Lorrujama, porque no volveré a mostrar amor al reino de Israel, sino que le negaré el perdón.


Entonces el Señor dijo a Oseas: «Ponle por nombre: Loamí, porque ustedes no son mi pueblo y yo no soy su Dios.


El pueblo de Samaria cargará con su culpa por haberse rebelado contra su Dios. Caerán a filo de espada; a los niños los lanzarán contra el suelo y a las embarazadas les abrirán el vientre».


Pues a Israel se lo han tragado y hoy es de poca estima entre las naciones.


No habitarán en la tierra del Señor; Efraín regresará a Egipto y comerá alimentos impuros en Asiria.


Perecerán en medio de las naciones; el país de sus enemigos los devorará.


Por lo tanto, los mandaré al exilio más allá de Damasco», dice el Señor, cuyo nombre es Dios de los Ejércitos.


»Por eso, así dice el Señor: »“Tu esposa se prostituirá en la ciudad y tus hijos y tus hijas caerán a espada. Tu tierra será medida y repartida, tú mismo morirás en un país pagano e Israel será llevado cautivo lejos de su tierra”».


El Señor hará que tú y el rey que hayas elegido para gobernarte sean deportados a un país que ni tú ni tus antepasados conocieron. Allí adorarás a otros dioses, dioses de madera y de piedra.


El Señor te dispersará entre todas las naciones, de uno al otro extremo de la tierra. Allí adorarás a otros dioses, dioses de madera y de piedra que ni tú ni tus antepasados conocieron.


te advierto hoy que sin duda serás destruido. No vivirás mucho tiempo en la tierra que vas a poseer luego de cruzar el Jordán.


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