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2 Reyes 11:4 - Biblia Nueva Versión Internacional 2022

4 En el séptimo año, el sacerdote Joyadá ordenó a los comandantes de cien soldados, a los quereteos y a los guardias, que se presentaran ante él en el Templo del Señor. Allí en el Templo hizo un pacto con ellos y les tomó juramento. Luego mostró al hijo del rey

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Biblia Reina Valera 1960

4 Mas al séptimo año envió Joiada y tomó jefes de centenas, capitanes, y gente de la guardia, y los metió consigo en la casa de Jehová, e hizo con ellos alianza, juramentándolos en la casa de Jehová; y les mostró el hijo del rey.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

4 En el séptimo año del reinado de Atalía, el sacerdote Joiada mandó llamar al templo del Señor a los comandantes, a los mercenarios cariteos y a los guardias del palacio. Hizo un pacto solemne con ellos y los obligó a hacer un juramento de lealtad allí, en el templo del Señor; luego les mostró al hijo del rey.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

4 Al séptimo año, el sacerdote Yoyada mandó a buscar a los oficiales de los carios y de la guardia. Los hizo entrar a donde él estaba en la casa de Yavé e hizo con ellos un pacto; después de haberlos hecho jurar en la casa de Yavé, les mostró al hijo del rey.

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La Biblia Textual 3a Edicion

4 Pero en el año séptimo, Joiada envió y tomó a los capitanes de centuria de los cereteos° y de la guardia real, y los llevó consigo a la Casa de YHVH, e hizo una alianza con ellos, y les tomó juramento en la Casa de YHVH, y les mostró al hijo del rey.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

4 Al séptimo año, Joadá mandó a buscar a los jefes de las centurias de los carios y de la guardia real y los hizo venir a donde él estaba en el templo de Yahveh. Pactó luego con ellos una alianza, y después de hacerles prestar juramento en el templo de Yahveh, les mostró al hijo del rey.

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2 Reyes 11:4
24 Referans Kwoze  

Entonces José hizo que sus hijos le prestaran juramento. Les dijo: «Sin duda, Dios vendrá a ayudarlos. Cuando esto ocurra, ustedes deberán llevarse de aquí mis huesos».


Joab era general de todo el ejército de Israel; Benaías, hijo de Joyadá, estaba al mando de los quereteos y los peleteos;


Benaías, hijo de Joyadá, estaba al mando de los soldados quereteos y peleteos, y los hijos de David eran sacerdotes.


Para reemplazarlos, el rey Roboán mandó hacer escudos de bronce y los puso al cuidado de los comandantes de la guardia que custodiaba la entrada del palacio real.


Tan cierto como que el Señor su Dios vive, no hay nación ni reino adonde mi amo no haya mandado a buscarlo. Y a quienes afirmaban que usted no estaba allí, él los hacía jurar que no lo habían encontrado.


Luego Joyadá hizo un pacto entre el Señor, el rey y la gente para que fueran el pueblo del Señor; también hizo un pacto entre el rey y el pueblo.


y, acompañado de los comandantes y de los quereteos, los guardias y todo el pueblo, llevó al rey desde el Templo del Señor hasta el palacio real. Entraron juntos por la puerta del cuartel y Joás se sentó en el trono real.


Seis años estuvo Joás escondido con su nodriza en el Templo del Señor, mientras Atalía reinaba en el país.


Los comandantes de cien soldados cumplieron con todo lo que el sacerdote Joyadá había ordenado. Cada uno reunió a sus hombres, tanto a los que estaban de servicio el sábado como a los que estaban libres; entonces se presentaron ante el sacerdote Joyadá.


el rey llamó al sacerdote Joyadá y a los otros sacerdotes para recriminarles: «¿Por qué no han comenzado la restauración del Templo? De aquí en adelante, ya no recibirán dinero de manos de los tesoreros, y deberán entregar lo que tengan para que se repare el Templo».


Después se puso de pie junto a la columna del rey y en presencia del Señor renovó el pacto. Se comprometió a seguir al Señor y a cumplir, de todo corazón y con toda el alma, sus mandamientos, estatutos y mandatos, reafirmando así las palabras del pacto escritas en este libro. Y todo el pueblo confirmó el pacto.


y sus parientes, en total mil setecientos sesenta jefes de familias patriarcales y hombres muy capacitados para el servicio en el Templo de Dios.


Luego hicieron un pacto, mediante el cual se comprometieron a buscar de todo corazón y con toda el alma al Señor, Dios de sus antepasados.


Yo me propongo ahora hacer un pacto con el Señor, Dios de Israel, para que retire de nosotros su ardiente ira.


se unieron a sus parientes que ocupaban cargos importantes y se comprometieron, bajo juramento, a vivir conforme a la Ley que Dios les había dado por medio de su servidor Moisés, y a obedecer todos los mandamientos, ordenanzas y estatutos del Señor, Soberano nuestro.


—Está bien —respondieron ellos—, haremos todo lo que nos has pedido. Se lo devolveremos todo, sin exigirles nada. Entonces llamé a los sacerdotes, y ante estos les hice jurar que cumplirían su promesa.


»Por todo esto, nosotros hacemos este pacto y lo ponemos por escrito, firmado por nuestros líderes, levitas y sacerdotes».


Al oírlo, el capitán de la guardia del Templo y los jefes de los sacerdotes se quedaron perplejos, preguntándose en qué terminaría todo aquello.


Fue entonces el capitán con sus guardias y trajo a los apóstoles sin recurrir a la fuerza, porque temían ser apedreados por la gente.


Aquel mismo día Josué reafirmó el pacto con el pueblo de Israel. Allí mismo, en Siquén, les dio estatutos y leyes,


Jonatán hizo un pacto con David, porque lo quería como a sí mismo.


Entonces los dos hicieron un pacto en presencia del Señor, después de lo cual Jonatán regresó a su casa y David se quedó en Hores.


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