Biblia Todo Logo
Bib sou entènèt

- Piblisite -





2 Crónicas 36:14 - Biblia Nueva Versión Internacional 2022

14 También los líderes de los sacerdotes y el pueblo aumentaron su maldad, pues siguieron las prácticas detestables de los países vecinos y contaminaron el Templo que el Señor había consagrado para sí en Jerusalén.

Gade chapit la Kopi


Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

14 También todos los principales sacerdotes, y el pueblo, aumentaron la iniquidad, siguiendo todas las abominaciones de las naciones, y contaminando la casa de Jehová, la cual él había santificado en Jerusalén.

Gade chapit la Kopi

Biblia Nueva Traducción Viviente

14 Asimismo, todos los jefes de los sacerdotes y el pueblo se volvieron cada vez más infieles. Siguieron todas las prácticas paganas de las naciones vecinas y profanaron el templo del Señor que había sido consagrado en Jerusalén.

Gade chapit la Kopi

Biblia Católica (Latinoamericana)

14 Del mismo modo todos los jefes, los sacerdotes y el pueblo multiplicaron sus infidelidades, según todas las costumbres abominables de las naciones paganas, y mancharon la Casa de Yavé, que él se había consagrado en Jerusalén.

Gade chapit la Kopi

La Biblia Textual 3a Edicion

14 Asimismo, todos los príncipes de los sacerdotes y el pueblo aumentaron la infidelidad,° obrando según las abominaciones de las naciones, y profanando la Casa de YHVH, que Él había santificado en Jerusalem.

Gade chapit la Kopi

Biblia Serafín de Ausejo 1975

14 Igualmente todos los jefes, los sacerdotes y el pueblo multiplicaron sus prevaricaciones, siguiendo todas las abominaciones de los pueblos, y contaminaron el templo de Yahveh, que él se había consagrado en Jerusalén.

Gade chapit la Kopi




2 Crónicas 36:14
26 Referans Kwoze  

Así mismo, quemó incienso en el valle de Ben Hinón y sacrificó en el fuego a sus hijos, según las repugnantes ceremonias de las naciones que el Señor había expulsado al paso de los israelitas.


Manasés descarrió a los habitantes de Judá y de Jerusalén, de modo que se condujeron peor que las naciones que el Señor destruyó delante de ellos.


que yo, el Señor, les advierto: ‘Voy a enviar una desgracia sobre este lugar y sus habitantes, y haré que se cumplan todas las maldiciones que están escritas en el libro que se ha leído ante el rey de Judá.


además se rebeló contra el rey Nabucodonosor, a quien había jurado lealtad. Sedequías fue terco y, en su obstinación, no quiso volverse al Señor, Dios de Israel.


Por amor a su pueblo y al lugar donde habita, el Señor, Dios de sus antepasados, con frecuencia les enviaba advertencias por medio de sus mensajeros.


Desde los días de nuestros antepasados hasta hoy, nuestra culpa ha sido grande. Debido a nuestras maldades, nosotros, nuestros reyes y nuestros sacerdotes fuimos entregados al poder de los reyes de otros países. Hemos sufrido la espada, el cautiverio, el pillaje y la humillación, como nos sucede hasta hoy.


Colocaban sus ídolos abominables en la casa que lleva mi Nombre y así la profanaban.


También construían altares a Baal en el valle de Ben Hinón para sacrificar a sus hijos e hijas a Moloc, cosa detestable que yo no había ordenado y que ni siquiera se me había ocurrido. De este modo hacían pecar a Judá.


Los oficiales dijeron al rey: —Hay que matar a este hombre. Con semejantes discursos está desmoralizando a los soldados y a todo el pueblo que aún queda en esta ciudad. Este hombre no busca el bien del pueblo, sino su desgracia.


Me dirigiré a los líderes y les hablaré; porque ellos sí conocen el camino del Señor y las demandas de su Dios». Pero ellos también quebrantaron el yugo y rompieron las ataduras.


Por eso los herirá el león de la selva y los despedazará el lobo del desierto; frente a sus ciudades está el leopardo al acecho y todo el que salga de ellas será despedazado, pues son muchas sus rebeliones y numerosas sus infidelidades.


Entonces sabrán que yo soy el Señor. No han seguido mis estatutos ni han cumplido con mis leyes, sino que han adoptado las costumbres de las naciones que los rodean”».


»”Mira, ahí tienes a los príncipes de Israel, que en tus calles abusan del poder solo para derramar sangre.


No hemos prestado atención a tus siervos los profetas que, en tu nombre, hablaron a nuestros reyes y príncipes, a nuestros antepasados y a todos los habitantes de la tierra.


Señor, tanto nosotros como nuestros reyes y príncipes, y nuestros antepasados, cargamos con la vergüenza por haber pecado contra ti.


»Observen mis sábados y muestren reverencia por mi santuario. Yo soy el Señor.


La gente piadosa ha sido eliminada del país, no queda persona recta. Todos tratan de matar a alguien; unos a otros se tienden redes.


Cuando entres en la tierra que te da el Señor tu Dios, no aprendas las costumbres abominables de esas naciones.


Swiv nou:

Piblisite


Piblisite