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2 Crónicas 35:8 - Biblia Nueva Versión Internacional 2022

8 También los oficiales del rey hicieron sus donativos para el pueblo y para los sacerdotes y levitas. Por su parte, Jilquías, Zacarías y Jehiel, oficiales del Templo de Dios, entregaron a los sacerdotes dos mil seiscientos corderos y trescientos bueyes, para celebrar la Pascua.

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Biblia Reina Valera 1960

8 También sus príncipes dieron con liberalidad al pueblo y a los sacerdotes y levitas. Hilcías, Zacarías y Jehiel, oficiales de la casa de Dios, dieron a los sacerdotes, para celebrar la pascua, dos mil seiscientas ovejas y trescientos bueyes.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

8 Los funcionarios del rey también hicieron contribuciones voluntarias al pueblo, a los sacerdotes y a los levitas. Hilcías, Zacarías y Jehiel, administradores del templo de Dios, dieron a los sacerdotes dos mil seiscientos corderos y cabritos y trescientas cabezas de ganado como ofrendas de la Pascua.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

8 También sus jefes reservaron ofrendas voluntarias para el pueblo, los sacerdotes y los levitas. Los intendentes de la Casa de Dios, Helquías, Zacarías y Jejiel, dieron a los sacerdotes dos mil seiscientas ovejas y trescientos bueyes;'

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La Biblia Textual 3a Edicion

8 También sus príncipes ofrendaron al pueblo, a los sacerdotes y a los levitas. Hilcías, Zacarías y Jehiel, príncipes de la Casa de Dios, dieron a los sacerdotes para las ofrendas pascuales dos mil seiscientos,° y trescientos bueyes.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

8 También los jefes presentaron ofrendas voluntarias para el pueblo y para los sacerdotes y levitas. Jilquías, Zacarías y Yejiel, intendentes del templo de Dios, entregaron a los sacerdotes, para víctimas pascuales, dos mil seiscientas cabezas de ganado menor y trescientas de ganado mayor.

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2 Crónicas 35:8
24 Referans Kwoze  

Yo sé, mi Dios, que tú pruebas los corazones y amas la rectitud. Por eso, con honestidad te he ofrecido voluntariamente todas estas cosas y he visto con júbilo que tu pueblo, aquí presente, te ha traído sus ofrendas.


En el pasado, Finés, hijo de Eleazar, fue el oficial a cargo de ellos, y el Señor estuvo con él.


Ezequías, rey de Judá, obsequió a la asamblea mil novillos y siete mil ovejas y cabras; también los oficiales regalaron mil terneros y diez mil ovejas y cabras. Y muchos más sacerdotes se consagraron.


El rey Ezequías y Azarías, el que administraba el Templo de Dios, nombraron como inspectores a Jehiel, Azazías, Najat, Asael, Jerimot, Jozabad, Eliel, Ismaquías, Mahat y Benaías, y los pusieron bajo las órdenes de Conanías y su hermano Simí.


Estos se presentaron ante el sumo sacerdote Jilquías y le entregaron el dinero que había sido recaudado en el Templo de Dios; también, el que los levitas porteros habían recibido de los habitantes de Manasés y Efraín, y de todo el resto de Israel, Judá, Benjamín y de los habitantes de Jerusalén.


De sus propios bienes, Josías obsequió a todo el pueblo allí presente unos treinta mil corderos y cabritos y tres mil bueyes, para que celebraran la Pascua.


Todos sus vecinos los ayudaron con plata y oro, bienes y ganado, objetos valiosos y todo tipo de ofrendas voluntarias.


También lleva contigo toda la plata y el oro que obtengas de la provincia de Babilonia, junto con los donativos del pueblo y de los sacerdotes para el Templo de su Dios en Jerusalén.


La gente de Tiro vendrá con presentes; los ricos del pueblo buscarán tu favor.


Entonces los jefes de Israel, es decir, los jefes de las familias patriarcales y de las tribus, que habían presidido el censo, hicieron una ofrenda


Mientras Pedro y Juan hablaban a la gente, se presentaron los sacerdotes, el capitán de la guardia del Templo y los saduceos.


Fue entonces el capitán con sus guardias y trajo a los apóstoles sin recurrir a la fuerza, porque temían ser apedreados por la gente.


Porque, si uno lo hace de buena voluntad, lo que da es bien recibido según lo que tiene y no según lo que no tiene.


Cada uno debe dar según lo que haya decidido en su corazón, no de mala gana ni por obligación, porque Dios ama al que da con alegría.


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