2 Crónicas 34:21 - Biblia Nueva Versión Internacional 2022
21 —Con respecto a lo que dice este libro que se ha encontrado, vayan a consultar al Señor por mí y por el remanente de Israel y de Judá. Sin duda que la gran ira del Señor se ha derramado contra nosotros porque nuestros antepasados no tuvieron en cuenta su palabra, ni actuaron según lo que está escrito en este libro.
21 Andad, consultad a Jehová por mí y por el remanente de Israel y de Judá acerca de las palabras del libro que se ha hallado; porque grande es la ira de Jehová que ha caído sobre nosotros, por cuanto nuestros padres no guardaron la palabra de Jehová, para hacer conforme a todo lo que está escrito en este libro.
21 «Vayan al templo y consulten al Señor por mí y por todo el remanente de Israel y de Judá. Pregunten acerca de las palabras escritas en el rollo que se encontró. Pues el gran enojo del Señor ha sido derramado sobre nosotros, porque nuestros antepasados no obedecieron la palabra del Señor. No hemos estado haciendo todo lo que este rollo dice que debemos hacer».
21 Vayan, consulten a Yavé por mí y por el resto de Israel y de Judá, acerca de las palabras del libro que ha sido encontrado. Seguramente Yavé está muy enojado contra nosotros, pues nuestros padres no han guardado la palabra de Yavé y no han obrado conforme a todo lo escrito en este libro.
21 Id y consultad a YHVH por mí y por el remanente de Israel y de Judá, acerca de las palabras del Rollo que ha sido hallado, porque grande es la ira de YHVH que se vuelca sobre nosotros, porque nuestros padres no guardaron la palabra de YHVH para obrar conforme a todo lo escrito en este Rollo.
21 'Id a consultar a Yahveh por mí, por el resto de Israel y de Judá acerca de las palabras del libro que ha sido hallado, pues grande debe de ser la cólera de Yahveh que se ha encendido contra nosotros, porque nuestros padres no guardaron la palabra de Yahveh ni la pusieron por obra, conforme a todo lo que está escrito en este libro'.
—Con respecto a lo que dice este libro que se ha encontrado, vayan a consultar al Señor por mí, por el pueblo y por todo Judá. Sin duda que la gran ira del Señor arde contra nosotros, porque nuestros antepasados no obedecieron lo que dice este libro ni actuaron según lo que está ordenado para nosotros.
En un solo día, Pécaj, hijo de Remalías, mató en Judá a ciento veinte mil hombres, todos ellos soldados valientes, porque los habitantes de Judá habían abandonado al Señor, Dios de sus antepasados.
¡Por eso la ira del Señor cayó sobre Judá y Jerusalén y los convirtió en objeto de horror, de ruina y de burla, tal como ustedes pueden verlo ahora con sus propios ojos!
Por eso el Señor envió contra ellos a los comandantes del ejército del rey de Asiria, los cuales capturaron a Manasés y lo llevaron a Babilonia sujeto con garfios y cadenas de bronce.
Jilquías y los demás comisionados del rey fueron a consultar a la profetisa Huldá, que vivía en el barrio nuevo de Jerusalén. Huldá era la esposa de Salún, el encargado del vestuario, quien era hijo de Ticvá y nieto de Jarjás.
«Consulta ahora al Señor por nosotros, porque Nabucodonosor, rey de Babilonia, nos está atacando. Tal vez el Señor haga una de sus maravillas como en tiempos pasados y lo obligue a retirarse».
y dijeron al profeta Jeremías: —Por favor, atiende a nuestra súplica y ruega al Señor tu Dios por todo este remanente. Como podrás darte cuenta, antes éramos muchos, pero ahora quedamos solo unos cuantos.
En verdad, la ira de Dios viene revelándose desde el cielo contra toda impiedad e injusticia de los seres humanos, que con su maldad obstruyen la verdad.
Pero debes saber que, si no obedeces al Señor tu Dios ni cumples fielmente todos sus mandamientos y estatutos que hoy te ordeno, vendrán sobre ti y te alcanzarán todas estas maldiciones:
(Antiguamente, cuando alguien en Israel iba a consultar a Dios, solía decir: «Vamos a ver al vidente», porque así se llamaba entonces al que ahora se le llama profeta).