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2 Crónicas 30:21 - Biblia Nueva Versión Internacional 2022

21 Los israelitas que se encontraban en Jerusalén celebraron, con mucho gozo y durante siete días, la fiesta de los Panes sin levadura. Los levitas y los sacerdotes alababan al Señor todos los días, y le entonaban cantos al son de sus instrumentos musicales.

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Biblia Reina Valera 1960

21 Así los hijos de Israel que estaban en Jerusalén celebraron la fiesta solemne de los panes sin levadura por siete días con grande gozo; y glorificaban a Jehová todos los días los levitas y los sacerdotes, cantando con instrumentos resonantes a Jehová.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

21 Entonces los israelitas que estaban presentes en Jerusalén celebraron con gran alegría el Festival de los Panes sin Levadura durante siete días. Cada día los levitas y los sacerdotes cantaban al Señor, al son de instrumentos resonantes.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

21 Los hijos de Israel que estaban en Jerusalén celebraron la fiesta de los Azimos por siete días con gran alegría, mientras los levitas y los sacerdotes alababan a Yavé todos los días con todas sus fuerzas.

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La Biblia Textual 3a Edicion

21 Y los hijos de Israel que estaban presentes en Jerusalem hicieron la solemnidad de los panes sin levadura durante siete días con gran alegría; y los levitas y los sacerdotes alababan a YHVH día tras día, cantando° a YHVH con instrumentos resonantes.°

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

21 Los israelitas que se hallaban en Jerusalén celebraron la fiesta de los Ázimos durante siete días con grande alegría, mientras los levitas y los sacerdotes cantaban alabanzas a Yahveh cada día con voz poderosa.

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2 Crónicas 30:21
22 Referans Kwoze  

Después de consultar con el pueblo, Josafat designó a los que irían al frente del ejército para cantar al Señor y alabar la hermosura de su santidad con el cántico: «Den gracias al Señor, pues su gran amor perdura para siempre».


El rey Ezequías y los oficiales ordenaron a los levitas que cantaran al Señor las alabanzas que David y Asaf el vidente habían compuesto. Los levitas lo hicieron con alegría y se postraron en adoración.


No obstante, algunos de las tribus de Aser, Manasés y Zabulón se humillaron y fueron a Jerusalén.


Desde la época de Salomón, hijo de David, rey de Israel, no se había celebrado en Jerusalén una fiesta como esa.


En aquella ocasión, los israelitas allí presentes celebraron durante siete días la fiesta de la Pascua y la de los Panes sin levadura.


El día veintitrés del mes séptimo, Salomón envió al pueblo a sus hogares. Regresaron contentos y llenos de alegría por el bien que el Señor había hecho en favor de David, de Salomón y de su pueblo Israel.


Luego Nehemías añadió: «Ya pueden irse. Coman bien, tomen bebidas dulces y compartan su comida con quienes no tengan nada, porque este día ha sido consagrado a nuestro Señor. No estén tristes, pues el gozo del Señor es su fortaleza».


Toda la asamblea de los que habían regresado del cautiverio hizo enramadas y habitó en ellas. Como los israelitas no habían hecho esto desde los días de Josué, hijo de Nun, hubo gran alegría.


Durante siete días comerán pan sin levadura, de modo que deben retirar de sus casas la levadura el primer día. Todo el que coma algo con levadura desde el día primero hasta el séptimo será eliminado de Israel.


Durante siete días comerán pan sin levadura, y el día séptimo celebrarán una fiesta en honor al Señor.


El día quince del mismo mes comienza la fiesta de los Panes sin levadura en honor al Señor. Durante siete días comerán pan sin levadura.


Terminada la fiesta, emprendieron el viaje de regreso, pero el niño Jesús se había quedado en Jerusalén, sin que sus padres se dieran cuenta.


Se aproximaba la fiesta de los Panes sin levadura, llamada la Pascua.


Cuando llegó el día de la fiesta de los Panes sin levadura, en que debía sacrificarse el cordero de la Pascua,


No dejaban de reunirse unánimes en el Templo ni un solo día. De casa en casa partían el pan y compartían la comida con alegría y generosidad,


Y se regocijarán en la presencia del Señor su Dios, junto con sus hijos e hijas, con sus esclavos y esclavas, y con los levitas que vivan en las ciudades de ustedes, pues ellos no tendrán ninguna posesión ni herencia.


Entonces, en la presencia del Señor su Dios, ustedes y sus familias comerán y se regocijarán por los logros de su trabajo, porque el Señor su Dios los habrá bendecido.


Te alegrarás en la fiesta junto con tus hijos y tus hijas, tus esclavos y tus esclavas, los levitas, los extranjeros, los huérfanos y las viudas que vivan en tus ciudades.


Alégrense siempre en el Señor. Insisto: ¡Alégrense!


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