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2 Crónicas 24:24 - Biblia Nueva Versión Internacional 2022

24 Aunque el ejército arameo era pequeño, el Señor permitió que derrotara a un ejército muy numeroso, porque los habitantes de Judá habían abandonado al Señor, Dios de sus antepasados. De esta manera Joás recibió el castigo que merecía.

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Biblia Reina Valera 1960

24 Porque aunque el ejército de Siria había venido con poca gente, Jehová entregó en sus manos un ejército muy numeroso, por cuanto habían dejado a Jehová el Dios de sus padres. Así ejecutaron juicios contra Joás.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

24 Aunque los arameos atacaron con solo un ejército pequeño, el Señor los ayudó a vencer al ejército mucho más grande de Judá. El pueblo de Judá había abandonado al Señor, Dios de sus antepasados, y por eso se llevó a cabo juicio sobre Joás.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

24 pues aunque el ejército de los arameos había venido con poca gente, Yavé entregó en sus manos a un ejército muy grande; porque habían abandonado a Yavé, el Dios de sus padres. De este modo los arameos hicieron justicia con Joás.

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La Biblia Textual 3a Edicion

24 Y aunque el ejército de Siria había subido con pocos hombres, YHVH entregó a un gran ejército en su mano, por cuanto habían abandonado a YHVH, el Dios de sus padres. Así ejecutaron el juicio contra Joás.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

24 Aunque los hombres que vinieron con el ejército de Aram eran pocos, Yahveh entregó en sus manos a un ejército mucho mayor, porque habían abandonado a Yahveh, Dios de sus padres; y así hicieron justicia con Joás.

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2 Crónicas 24:24
19 Referans Kwoze  

Por aquel tiempo, Jazael, rey de Aram, atacó la ciudad de Gat y la conquistó; luego se propuso atacar a Jerusalén.


En esa ocasión el vidente Jananí se presentó ante Asá, rey de Judá, y le dijo: «Por cuanto pusiste tu confianza en el rey de Aram en vez de confiar en el Señor tu Dios, el ejército arameo se te ha escapado de las manos.


Mientras Jehú ejecutaba el juicio contra la familia de Acab, se encontró con los oficiales de Judá y con los parientes de Ocozías que estaban al servicio de este y los mató.


El Espíritu de Dios vino sobre Zacarías, hijo del sacerdote Joyadá, y este, presentándose ante el pueblo, declaró: «Así dice Dios el Señor: ¿Por qué desobedecen mis mandamientos? De ese modo no prosperarán. Como me han abandonado, yo también los abandonaré».


Por eso el Señor su Dios lo entregó al poder del rey de Aram. Los arameos lo derrotaron y capturaron una gran cantidad de prisioneros que se llevaron a Damasco. Acaz también cayó en poder del rey de Israel, quien le infligió una gran derrota.


Vienen de tierras lejanas, de los confines de los cielos. Viene el Señor con las armas de su ira para destruir toda la tierra.


Ante la amenaza de uno solo, mil de ustedes saldrán huyendo; ante la amenaza de cinco, huirán todos ustedes. Quedarán abandonados como un mástil en la cima de una montaña, como una bandera sobre una colina».


Y aunque ustedes derrotaran a todo el ejército babilonio, y solo quedaran en sus campamentos algunos hombres heridos, estos se levantarían e incendiarían esta ciudad”».


Dejaré caer sobre ustedes la espada de la venganza prescrita en el pacto. Cuando se retiren a sus ciudades, les enviaré una plaga y caerán en poder del enemigo.


Como si huyeran de la espada, tropezarán unos con otros sin que nadie los persiga y no podrán hacerles frente a sus enemigos.


Cinco de ustedes perseguirán a cien, y cien de ustedes perseguirán a diez mil, y ante ustedes sus enemigos caerán a filo de espada.


¿No eres tú, Señor, desde la eternidad? ¡Tú, mi Dios, mi santo, no morirás! Tú, Señor, los has puesto para hacer justicia; tú, mi Roca, los has puesto para ejecutar tu castigo.


«Arrasaré por completo cuanto hay sobre la faz de la tierra», afirma el Señor.


El Señor hará que te derroten tus enemigos. Avanzarás contra ellos por un camino y huirás de ellos por siete caminos. Todos los reinos de la tierra sentirán horror al verte.


Por eso sufrirás hambre y sed, desnudez y pobreza extrema, y serás esclavo de los enemigos que el Señor enviará contra ti. Ellos te pondrán un yugo de hierro sobre el cuello y te destruirán por completo.


¿Cómo podría un hombre perseguir a mil si su Roca no los hubiera vendido? ¿Cómo podrían dos hacer huir a diez mil si el Señor no los hubiera entregado?


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