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2 Crónicas 20:26 - Biblia Nueva Versión Internacional 2022

26 El cuarto día se congregaron en el valle de Beracá, y alabaron al Señor; por eso llamaron a ese lugar el valle de Beracá, nombre con el que hasta hoy se le conoce.

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Biblia Reina Valera 1960

26 Y al cuarto día se juntaron en el valle de Beraca; porque allí bendijeron a Jehová, y por esto llamaron el nombre de aquel paraje el valle de Beraca, hasta hoy.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

26 Al cuarto día se reunieron en el valle de la Bendición, el cual recibió ese nombre aquel día porque allí el pueblo alabó y agradeció al Señor. Aún se conoce como valle de la Bendición hasta el día de hoy.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

26 Al cuarto día se reunieron en el valle de Beraká. Por eso se llama aquel lugar valle de Beraká, que significa bendición, hasta el día de hoy, pues allí los bendijo Yavé.

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La Biblia Textual 3a Edicion

26 Al cuarto día se congregaron en el valle de Beracá, porque allí bendijeron a YHVH. Por eso llamaron aquel lugar Émeq-berajáh° hasta hoy.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

26 Al cuarto día se reunieron en el valle de Beracá y allí bendijeron a Yahveh. Por eso dieron a aquel lugar el nombre de valle de Beracá hasta el día de hoy.

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2 Crónicas 20:26
16 Referans Kwoze  

En aquel lugar había una ciudad que se llamaba Luz, pero Jacob cambió su nombre por Betel.


y añadirán: “Su siervo Jacob viene detrás de nosotros”». Jacob pensaba: «Lo apaciguaré con los regalos que le llegarán primero, y luego me presentaré ante él; tal vez así me reciba bien».


David dedicó al Señor la letra de esta canción cuando el Señor lo libró de las manos de todos sus enemigos y de las manos de Saúl.


el jefe Ajiezer y Joás, que eran hijos de Semá de Guibeá; Jeziel y Pélet hijos de Azmávet; Beracá y Jehú, oriundos de Anatot;


Entonces Josafat y su gente fueron para apoderarse del botín. Entre los cadáveres encontraron muchas riquezas, vestidos y joyas preciosas. Cada uno se apoderó de todo lo que quiso hasta más no poder. Era tanto el botín que tardaron tres días en recogerlo.


Más tarde, todos los de Judá y Jerusalén, con Josafat a la cabeza, regresaron a Jerusalén llenos de alegría porque el Señor los había librado de sus enemigos.


Las varas eran tan largas que sus extremos se podían ver desde el arca delante del Lugar Santísimo, aunque no desde afuera; y ahí han permanecido hasta hoy.


Moisés edificó un altar y lo llamó «El Señor es mi estandarte».


Ya no te llamarán «Abandonada» ni a tu tierra la llamarán «Devastada»; sino que serás llamada «Mi deleite», tu tierra se llamará «Mi esposa»; porque el Señor se deleitará en ti y tu tierra tendrá esposo.


«Bendito sea el Señor, Dios de Israel, porque ha venido a redimir a su pueblo.


Todos en Jerusalén se enteraron de ello, así que aquel terreno fue llamado Acéldama, que en su propio idioma quiere decir “Campo de Sangre”.)


Después Samuel tomó una piedra, la colocó entre Mizpa y Sen, y la llamó Ebenezer, «El Señor no ha dejado de ayudarnos».


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