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1 Reyes 14:9 - Biblia Nueva Versión Internacional 2022

9 Por el contrario, te has portado peor que todos los que vivieron antes de ti, al extremo de hacerte otros dioses, ídolos de metal; esto me enfurece, pues me has dado la espalda.

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Biblia Reina Valera 1960

9 sino que hiciste lo malo sobre todos los que han sido antes de ti, pues fuiste y te hiciste dioses ajenos e imágenes de fundición para enojarme, y a mí me echaste tras tus espaldas;

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Biblia Nueva Traducción Viviente

9 Tú has hecho cosas más malignas que todos los que vivieron antes de ti. Te has hecho otros dioses y me has enfurecido con tus becerros de oro. Como me has dado la espalda,

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Biblia Católica (Latinoamericana)

9 Tú has actuado peor que todos los anteriores a ti, te has hecho otros dioses, ídolos de metal que sólo me irritan y me has dejado tirado.

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La Biblia Textual 3a Edicion

9 sino que has hecho lo malo más que todos los que te precedieron, y has ido y te has hecho otros dioses, y has fundido imágenes para provocarme a ira, y me has dado la espalda;

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

9 sino que has obrado peor que todos los que te han precedido: te has fabricado dioses ajenos e imágenes fundidas, y así has provocado mi ira y me has vuelto las espaldas.

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1 Reyes 14:9
42 Referans Kwoze  

Después de buscar consejo, el rey hizo dos becerros de oro y dijo al pueblo: «¡Israelitas, no es necesario que sigan subiendo a Jerusalén! Aquí están sus dioses, que los sacaron de Egipto».


Y él abandonará a Israel por los pecados que Jeroboán cometió e hizo cometer a los israelitas».


Los habitantes de Judá hicieron lo malo ante el Señor, y con sus pecados provocaron los celos del Señor más que sus antepasados.


Tan pronto como comenzó a reinar, Basá mató a toda la familia de Jeroboán. No dejó vivo a ninguno de sus descendientes, sino que los eliminó a todos, según la palabra que el Señor dio a conocer por medio de su siervo Ahías el silonita.


Esto sucedió a raíz de los pecados que Jeroboán cometió e hizo cometer a los israelitas, con lo que provocó la ira del Señor, Dios de Israel.


Basá hizo lo malo ante los ojos del Señor, pues siguió el ejemplo de Jeroboán, persistiendo en el mismo pecado con que este hizo pecar a Israel.


Pero Omrí hizo lo malo ante los ojos del Señor y pecó más que todos los reyes que lo precedieron.


Acab, hijo de Omrí, hizo lo malo ante los ojos del Señor, más que todos los reyes que lo precedieron.


Como si hubiera sido poco el cometer los mismos pecados de Jeroboán, hijo de Nabat, también se casó con Jezabel hija de Et Baal, rey de los sidonios, y se dedicó a servir a Baal y a adorarlo.


y también fabricó una imagen de la diosa Aserá. En fin, hizo más para provocar la ira del Señor, Dios de Israel, que todos los reyes de Israel que lo precedieron.


Reconstruyó los altares paganos que su padre Ezequías había destruido; además, erigió otros altares en honor de Baal e hizo una imagen de la diosa Aserá, como lo había hecho Acab, rey de Israel. Se postró ante todos los astros del cielo y los adoró.


A pesar de eso, el Señor no apagó el gran fuego de su ira, que ardía contra Judá por todas las afrentas con que Manasés lo había provocado.


Sin embargo, Jorán se aferró a los mismos pecados con que Jeroboán, hijo de Nabat, había hecho pecar a los israelitas, pues no se apartó de esos pecados.


En su lugar, Jeroboán había nombrado sacerdotes para los altares paganos y para el culto a los machos cabríos y a los becerros que había mandado hacer.


Sacrificó en el fuego a sus hijos en el valle de Ben Hinón, practicó la adivinación, la agorería y la hechicería; además consultó a médiums y a espiritistas. Hizo continuamente lo que ofende al Señor, provocando así su ira.


Conquistaron ciudades fortificadas y una tierra fértil; se adueñaron de casas repletas de bienes, de cisternas, viñedos y olivares, y de gran cantidad de árboles frutales. Comieron y se hartaron y engordaron; ¡disfrutaron de tu gran bondad!


»Pero fueron desobedientes: se rebelaron contra ti, rechazaron tu Ley, mataron a tus profetas que los exhortaban a volverse a ti; ¡te ofendieron mucho!


Provocaron la ira del Señor con sus malvadas acciones y les sobrevino una plaga.


Mi instrucción, la aborreces; mis palabras, las desechas.


¡Cuántas veces se rebelaron contra él en el desierto y lo entristecieron en los páramos!


Pero ellos pusieron a prueba a Dios: se rebelaron contra el Altísimo y desobedecieron sus mandatos.


Lo irritaron con sus altares paganos; con sus imágenes despertaron sus celos.


»No te hagas ídolos de metal fundido.


Muestras tu gran amor a multitud de generaciones, pero también castigas la maldad de los padres en sus descendientes. ¡Oh Dios, grande y fuerte; tu nombre es el Señor de los Ejércitos!


Los niños juntan la leña, los padres encienden el fuego, y las mujeres hacen la masa para cocer tortas y ofrecérselas a la Reina del Cielo. Además, para ofenderme derraman ofrendas líquidas a otros dioses.


Con todo, no me obedecieron ni me prestaron atención, sino que se obstinaron y fueron peores que sus antepasados”.


»Por eso, así dice el Señor y Dios: Por cuanto me has olvidado y me has dado la espalda, sufrirás las consecuencias de tu lujuria y de tus prostituciones».


Me dijo: «Hijo de hombre, ¿ves esto? ¿Tan poca cosa le parece a Judá cometer tales abominaciones aquí que también ha llenado la tierra de violencia y no deja de provocarme? ¡Mira cómo me enardecen, pasándose por la nariz sus pestilentes ramos!


Aquella figura extendió lo que parecía ser una mano y me tomó del cabello. El Espíritu me sostuvo entre la tierra y el cielo y, en visiones de Dios, me llevó a la parte norte de Jerusalén, hasta la entrada de la puerta interior, que es donde está el ídolo que provoca los celos de Dios.


»No se vuelvan a los ídolos inútiles, ni se hagan dioses de metal fundido. Yo soy el Señor su Dios.


¿O vamos a provocar celos al Señor? ¿Somos acaso más fuertes que él?


Me provocaron celos con lo que no es Dios como yo y me enojaron con sus ídolos inútiles. Pues yo haré que ustedes sientan envidia de los que no son pueblo; voy a irritarlos con una nación insensata.


¡Desde que los conozco han sido rebeldes al Señor!


Dios eligió nuevos líderes, cuando la guerra llegó a las puertas de la ciudad, pero no se veía ni un escudo ni una lanza entre cuarenta mil hombres de Israel.


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