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1 Reyes 1:53 - Biblia Nueva Versión Internacional 2022

53 Acto seguido, el rey Salomón mandó que lo trajeran. Cuando Adonías llegó, se postró ante el rey Salomón y este le ordenó que se fuera a su casa.

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Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

53 Y envió el rey Salomón, y lo trajeron del altar; y él vino, y se inclinó ante el rey Salomón. Y Salomón le dijo: Vete a tu casa.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

53 Entonces el rey Salomón mandó llamar a Adonías, y lo bajaron del altar. Adonías llegó y se inclinó respetuosamente ante el rey Salomón, quien lo despidió diciéndole: «Vete a tu casa».

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Biblia Católica (Latinoamericana)

53 El rey mandó gente para que lo bajaran del altar, y Adonías fue a postrarse ante el rey Salomón. Este le dijo: 'Regresa a tu casa'.

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La Biblia Textual 3a Edicion

53 El rey Salomón ordenó que lo hicieran bajar del altar, y él vino y se postró delante del rey Salomón; y Salomón le dijo: Vete a tu casa.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

53 El rey Salomón mandó que lo bajaran del altar; y él fue a postrarse ante el rey Salomón, el cual le dijo: 'Vete a tu casa'.

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1 Reyes 1:53
10 Referans Kwoze  

Al tercer día, llegó a Siclag un hombre que venía del campamento de Saúl. En señal de duelo se presentó ante David con la ropa rasgada y la cabeza cubierta de ceniza, y se postró rostro en tierra.


Pero el rey dio esta orden: «Que se retire a su casa y que nunca me visite». Por tanto, Absalón tuvo que irse a su casa sin presentarse ante el rey.


Absalón vivió en Jerusalén durante dos años sin presentarse ante el rey.


Joab fue a comunicárselo al rey. Este mandó llamar a Absalón, quien se presentó ante el rey, hizo una reverencia y se postró rostro en tierra. A su vez, el rey recibió a Absalón con un beso.


Al llegar Betsabé, se inclinó y postró ante el rey y este le preguntó: —¿Qué quieres?


Betsabé se inclinó ante el rey y, postrándose rostro en tierra, exclamó: —¡Que viva para siempre mi señor el rey David!


Salomón respondió: —Si demuestra que es un hombre de honor, no perderá ni un cabello de su cabeza; pero si se le sorprende en alguna maldad, será condenado a muerte.


David ya estaba próximo a morir, así que dio estas instrucciones a su hijo Salomón:


Luego mandó llamar a Simí y le dijo: —Constrúyete una casa en Jerusalén y quédate allí. No salgas a ninguna parte,


Hijo mío, teme al Señor y honra al rey y no te juntes con los rebeldes,


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