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1 Crónicas 22:13 - Biblia Nueva Versión Internacional 2022

13 Si cumples los estatutos y leyes que el Señor entregó a Israel por medio de Moisés, entonces te irá bien. ¡Sé fuerte y valiente! ¡No tengas miedo ni te desanimes!

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Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

13 Entonces serás prosperado, si cuidares de poner por obra los estatutos y decretos que Jehová mandó a Moisés para Israel. Esfuérzate, pues, y cobra ánimo; no temas, ni desmayes.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

13 Pues tendrás éxito si obedeces cuidadosamente los decretos y las ordenanzas que el Señor le dio a Israel por medio de Moisés. ¡Sé fuerte y valiente! ¡No tengas miedo ni te desanimes!

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Biblia Católica (Latinoamericana)

13 Entonces prosperarás si cuidas de cumplir los preceptos y decretos que Yavé ha prescrito a Moisés para Israel. ¡Sé fuerte y ten buen ánimo! ¡No temas ni desmayes!

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La Biblia Textual 3a Edicion

13 Entonces serás prosperado, si cuidas de poner por obra los estatutos y decretos que YHVH mandó a Moisés para Israel. ¡Esfuérzate y sé valiente! ¡No temas ni desmayes!

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

13 Ciertamente prosperarás si cuidas de cumplir los preceptos y las normas que Yahveh ordenó a Moisés para Israel. ¡Sé fuerte y animoso! ¡No temas ni desmayes!

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1 Crónicas 22:13
25 Referans Kwoze  

«Yo estoy a punto de ir por el camino que todo mortal transita. ¡Cobra ánimo y pórtate como hombre!


Cumple las órdenes del Señor tu Dios; sigue sus caminos y cumple sus estatutos, mandamientos, ordenanzas y mandatos, los cuales están escritos en la Ley de Moisés. Así prosperarás en todo lo que hagas y por dondequiera que vayas,


Ten presente que el Señor te ha escogido para que le edifiques un templo como santuario suyo. Así que ¡anímate y pon manos a la obra!».


Además, David dijo a su hijo Salomón: «¡Sé fuerte y valiente, y pon manos a la obra! No tengas miedo ni te desanimes, porque Dios el Señor, mi Dios, estará contigo. No te dejará ni te abandonará hasta que hayas terminado toda la obra del templo del Señor.


Y si persevera en cumplir mis mandamientos y leyes, como lo hace hoy, entonces afirmaré su reino para siempre”.


Asá construyó en Judá ciudades fortificadas, pues durante esos años el Señor le dio descanso; el país disfrutó de paz y no estuvo en guerra con nadie.


Al día siguiente, madrugaron y fueron al desierto de Tecoa. Mientras avanzaban, Josafat se detuvo y dijo: «Habitantes de Judá y de Jerusalén, escúchenme: ¡Confíen en el Señor su Dios y estarán seguros! ¡Confíen en sus profetas y tendrán éxito!».


y, mientras vivió Zacarías, quien lo instruyó en el temor de Dios, se empeñó en buscar al Señor. Mientras Uzías buscó a Dios, Dios le dio prosperidad.


«¡Cobren ánimo y ármense de valor! No se asusten ni se acobarden ante el rey de Asiria y su numeroso ejército, porque nosotros contamos con alguien que es más poderoso.


Es como el árbol plantado a la orilla de un río que, cuando llega su tiempo, da fruto y sus hojas jamás se marchitan. Todo cuanto hace prospera.


No tendré que pasar vergüenzas cuando considere todos tus mandamientos.


Oh Dios, concede tus juicios al rey y tu justicia al hijo del rey.


Pues ahora, ¡ánimo, Zorobabel!”, afirma el Señor. “¡Sé fuerte, Josué, hijo de Josadac! ¡Tú eres el sumo sacerdote! ¡Sé fuerte, pueblo de esta tierra!”, afirma el Señor. “¡Manos a la obra, que yo estoy con ustedes!”, afirma el Señor de los Ejércitos.


»Así dice el Señor de los Ejércitos: “¡Cobren ánimo, ustedes, los que en estos días han escuchado las palabras de los profetas, mientras se echan los cimientos para la reconstrucción del Templo del Señor de los Ejércitos!


—Hagámoslo como te digo, pues nos conviene cumplir con lo que es justo —contestó Jesús. Entonces Juan consintió.


Tras destituir a Saúl, puso por rey a David, de quien dio este testimonio: “He encontrado en David, hijo de Isaí, un hombre conforme a mi corazón; él hará todo lo que yo quiera”.


Manténganse alerta; permanezcan firmes en la fe; sean valientes y fuertes.


Ayúdense unos a otros a llevar sus cargas y así cumplirán la ley de Cristo.


Por último, fortalézcanse con el gran poder del Señor.


Así que tú, hijo mío, fortalécete por la gracia que tenemos en Cristo Jesús.


Hacen muy bien si de veras cumplen la ley suprema de la Escritura: «Ama a tu prójimo como a ti mismo»;


Cualquiera que se rebele contra tus palabras o que no obedezca lo que tú ordenes será condenado a muerte. Pero tú, ¡sé fuerte y valiente!


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