1 Crónicas 21:13 - Biblia Nueva Versión Internacional 202213 —¡Estoy entre la espada y la pared! —respondió David—. Pero es mejor que yo caiga en las manos del Señor, porque su compasión es muy grande, y no que caiga en las manos de los hombres. Gade chapit laPlis vèsyonBiblia Reina Valera 196013 Entonces David dijo a Gad: Estoy en grande angustia. Ruego que yo caiga en la mano de Jehová, porque sus misericordias son muchas en extremo; pero que no caiga en manos de hombres. Gade chapit laBiblia Nueva Traducción Viviente13 —¡Estoy en una situación desesperada! —le respondió David a Gad—. Mejor que caiga yo en las manos del Señor, porque su misericordia es muy grande, y que no caiga yo en manos humanas. Gade chapit laBiblia Católica (Latinoamericana)13 David respondió a Gad: 'Estoy en gran angustia. Pero caiga yo en manos de Yavé, porque es grande su misericordia, y no caiga en manos de los hombres. Gade chapit laLa Biblia Textual 3a Edicion13 Respondió David a Gad: Estoy en grande angustia, pero ¡caiga ahora yo en mano de YHVH, porque muchas son sus misericordias, y no caiga en mano de hombres! Gade chapit laBiblia Serafín de Ausejo 197513 Respondió David a Gad: 'Me veo en un gran aprieto. Pero prefiero caer en manos de Yahveh, cuya misericordia es muy grande, a que yo caiga en manos de los hombres'. Gade chapit la |
Había allí un hombre llamado Oded que era profeta del Señor. Cuando el ejército regresaba a Samaria, este profeta salió a su encuentro y les dijo: —El Señor, Dios de sus antepasados, entregó a los de Judá en manos de ustedes, porque estaba enojado con ellos. Pero ustedes los mataron con tal furia que repercutió en el cielo.
«Todos los servidores del rey y el pueblo de las provincias del reino saben que para cualquier hombre o mujer que, sin ser invitado por el rey, se acerque a él en el patio interior, hay una sola ley: la pena de muerte. La única excepción es que el rey, extendiendo su cetro de oro, le perdone la vida. En cuanto a mí, hace ya treinta días que el rey no me ha pedido presentarme ante él».
«Ve y reúne a todos los judíos que están en Susa, para que ayunen por mí. Durante tres días no coman ni beban ni de día ni de noche. Yo, por mi parte, ayunaré con mis doncellas al igual que ustedes. Cuando cumpla con esto, me presentaré ante el rey, por más que vaya en contra de la ley. ¡Y, si perezco, que perezca!».