1 Corintios 6:8 - Biblia Nueva Versión Internacional 2022

⁸ Lejos de eso, son ustedes los que defraudan y cometen injusticias, ¡y conste que se trata de sus hermanos!

Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

⁸ Pero vosotros cometéis el agravio, y defraudáis, y esto a los hermanos.

Biblia Nueva Traducción Viviente

⁸ En cambio, son ustedes mismos los que hacen lo malo y estafan aun a sus propios hermanos en Cristo.

Biblia Católica (Latinoamericana)

⁸ ¡Al contrario! ¡Son ustedes que cometen injusticias y perjudican a otros, que además son hermanos!

La Biblia Textual 3a Edicion

⁸ Pero vosotros cometéis el agravio, y defraudáis, y esto a los hermanos.

Biblia Serafín de Ausejo 1975

⁸ Pero al contrario: vosotros sois los que perjudicáis y despojáis. ¡Y esto a los hermanos!

1 Corintios 6:8 Referans Kwoze

Levítico 19:13

»No defraudes a tu prójimo ni lo despojes de nada. »No retengas la paga de tu jornalero hasta el día siguiente.

Miqueas 2:2

Codician campos y se apropian de ellos; codician casas y de ellas se adueñan. Oprimen al dueño y a su familia, al hombre y a su propiedad.

Malaquías 3:5

«De modo que me acercaré a ustedes para juicio. Estaré presto a testificar contra los hechiceros, los adúlteros y los perjuros, contra los que explotan a sus jornaleros; contra los que oprimen a las viudas, a los huérfanos y niegan el derecho del extranjero, sin mostrarme ningún temor —dice el Señor de los Ejércitos—.

Mateo 20:13

Pero él contestó a uno de ellos: “Amigo, no estoy cometiendo ninguna injusticia contigo. ¿Acaso no aceptaste trabajar por esa paga?

Marcos 10:19

Ya sabes los mandamientos: “No mates, no cometas adulterio, no robes, no presentes falso testimonio, no defraudes, honra a tu padre y a tu madre”.

Colosenses 3:25

El que hace el mal pagará por su propia maldad, porque en esto no hay favoritismos.

1 Tesalonicenses 4:6

Y que nadie perjudique a su hermano ni se aproveche de él en este asunto. El Señor castiga todo esto, como ya hemos dicho y advertido.

Santiago 5:4

Oigan cómo clama contra ustedes el salario no pagado a los obreros que trabajaron en sus campos. El clamor de esos trabajadores ha llegado a oídos del Señor de los Ejércitos.