1 Corintios 4:4 - Biblia Nueva Versión Internacional 2022

⁴ Porque aunque la conciencia no me remuerde, no por eso quedo absuelto; el que me juzga es el Señor.

Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

⁴ Porque aunque de nada tengo mala conciencia, no por eso soy justificado; pero el que me juzga es el Señor.

Biblia Nueva Traducción Viviente

⁴ Tengo la conciencia limpia, pero eso no demuestra que yo tenga razón. Es el Señor mismo quien me evaluará y tomará la decisión.

Biblia Católica (Latinoamericana)

⁴ A pesar de que no veo nada que reprocharme, eso no basta para justificarme: el Señor me juzgará.

La Biblia Textual 3a Edicion

⁴ porque aunque de nada me acusa mi conciencia, no por eso soy justificado, pues el que me juzga es el Señor.

Biblia Serafín de Ausejo 1975

⁴ Aunque la conciencia de nada me remuerde, no por eso quedo justificado; mi juez es el Señor.

1 Corintios 4:4 Referans Kwoze

Job 15:14

»¿Qué es el hombre para creerse puro y el nacido de mujer para alegar inocencia?

Job 25:4

¿Cómo puede una persona declararse justo ante Dios? ¿Cómo puede alegar pureza quien ha nacido de mujer?

Job 27:6

Insistiré en mi inocencia; no cederé. Mientras viva, no me remorderá la conciencia.

Job 40:4

«¿Qué puedo responderte, si soy tan indigno? ¡Me tapo la boca con la mano!

Job 9:20

Aun siendo inocente, me condenará mi boca; aun siendo íntegro, resultaré culpable.

Salmos 130:3

Si tú, Señor, tomaras en cuenta los pecados, ¿quién, Señor, se mantendría en pie?

Salmos 143:2

No lleves a juicio a tu siervo, pues ante ti nadie puede alegar inocencia.

Salmos 19:12

¿Quién está consciente de sus propios errores? ¡Perdóname aquellos de los que no estoy consciente!

Salmos 26:12

Tengo los pies en terreno firme y en la gran asamblea bendeciré al Señor.

Salmos 50:6

El cielo proclama la justicia divina: ¡Dios mismo es el juez! Selah

Proverbios 21:2

A cada uno le parece correcto su camino, pero el Señor juzga los corazones.

Proverbios 29:26

Muchos buscan el favor del gobernante, pero solo el Señor hace justicia.

Juan 21:17

Por tercera vez Jesús preguntó: —Simón, hijo de Juan, ¿me quieres? A Pedro le dolió que por tercera vez Jesús le hubiera preguntado: «¿Me quieres?». Así que dijo: —Señor, tú lo sabes todo; tú sabes que te quiero. —Apacienta mis ovejas —dijo Jesús—.

Hechos 23:1

Pablo se quedó mirando fijamente al Consejo y dijo: —Hermanos, hasta hoy yo he actuado delante de Dios con toda buena conciencia.

Romanos 2:13

Porque Dios no considera justos a los que oyen la Ley, sino a los que la cumplen.

Romanos 4:2

En realidad, si Abraham hubiera sido justificado por las obras, habría tenido de qué jactarse, pero no delante de Dios.

1 Corintios 4:3

Por mi parte, muy poco me preocupa que me juzguen ustedes o cualquier tribunal humano; es más, ni siquiera me juzgo a mí mismo.

1 Corintios 4:5

Por lo tanto, no juzguen nada antes de tiempo; esperen hasta que venga el Señor. Él sacará a la luz lo que está oculto en la oscuridad y pondrá al descubierto las intenciones de cada corazón. Entonces cada uno recibirá de Dios la alabanza que le corresponda.

2 Corintios 1:12

Para nosotros, el motivo de satisfacción es el testimonio de nuestra conciencia: Nos hemos comportado en el mundo, y especialmente entre ustedes, con la santidad y sinceridad que vienen de Dios. Nuestra conducta no se ha ajustado a la sabiduría humana, sino a la gracia de Dios.

2 Corintios 5:10

Porque es necesario que todos comparezcamos ante el tribunal de Cristo para que cada uno reciba lo que le corresponda, según lo bueno o malo que haya hecho mientras vivió en el cuerpo.