Biblia Todo Logo
Bib sou entènèt

- Piblisite -





Tito 3:5 - La Palabra (versión española)

5 Él nos ha salvado no en virtud de nuestras buenas obras, sino por su misericordia; y lo ha hecho por medio del lavamiento que nos hace nacer de nuevo y por medio de la renovación del Espíritu Santo

Gade chapit la Kopi


Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

5 nos salvó, no por obras de justicia que nosotros hubiéramos hecho, sino por su misericordia, por el lavamiento de la regeneración y por la renovación en el Espíritu Santo,

Gade chapit la Kopi

Biblia Nueva Traducción Viviente

5 él nos salvó, no por las acciones justas que nosotros habíamos hecho, sino por su misericordia. Nos lavó, quitando nuestros pecados, y nos dio un nuevo nacimiento y vida nueva por medio del Espíritu Santo.

Gade chapit la Kopi

Biblia Católica (Latinoamericana)

5 no se fijó en lo bueno que hubiéramos hecho, sino que tuvo misericordia de nosotros y nos salvó. En el bautismo volvimos a nacer y fuimos renovados por el Espíritu Santo

Gade chapit la Kopi

La Biblia Textual 3a Edicion

5 nos salvó, no por obras de justicia que nosotros hubiéramos hecho, sino según su misericordia, por medio del lavamiento de la regeneración y de la renovación del Espíritu Santo,

Gade chapit la Kopi

Biblia Serafín de Ausejo 1975

5 no nos salvó por las obras de justicia que hubiéramos realizado nosotros, sino, según su misericordia, por el baño regenerador y renovador del Espíritu Santo,

Gade chapit la Kopi




Tito 3:5
46 Referans Kwoze  

¿Qué es el ser humano para sentirse puro, el nacido de mujer para creerse inocente?


¿Puede ser justo el mortal ante Dios, o puro el que ha nacido de mujer?


Aun teniendo yo razón, su boca me condenaría; aun siendo yo inocente, demostraría mi culpa.


Israel, confía en el Señor pues en el Señor está el amor y de él viene la plena redención.


No lleves a tu siervo al tribunal, porque ante ti nadie es justo.


Crea en mí, oh Dios, un corazón puro, renueva en mi interior un espíritu firme.


y tuyo el amor, mi Señor; que tú pagas a cada uno como merecen sus obras.


Pero tú, mi Dios, Dios clemente y compasivo, paciente, lleno de amor y de verdad,


Tú, mi Dios, eres bueno y clemente, lleno de amor para quienes te invocan.


Denunciaré tu proceder, tus malas acciones de nada te servirán.


Os rociaré con agua pura y os purificaré de todas vuestras impurezas; pienso purificaros de todos vuestros ídolos.


¿Qué Dios perdona el pecado y pasa por alto, como haces tú, las culpas al resto de su heredad? No mantendrá por siempre su ira, pues se complace en el amor.


Yo os bautizo con agua para que os convirtáis; pero el que viene después de mí es más poderoso que yo, y yo ni siquiera soy digno de llevarle las sandalias. Él os bautizará con Espíritu Santo y fuego.


y que siempre tiene misericordia de aquellos que le honran.


Se desveló por el pueblo de Israel, su siervo, acordándose de mostrar misericordia,


mostrando así su compasión con nuestros antepasados y acordándose de cumplir su santa alianza.


Y es que la misericordia entrañable de nuestro Dios, nos trae de lo alto un nuevo amanecer


a ver si provoco la emulación de los de mi raza y consigo salvar a algunos de ellos.


Y si es por gracia, no lo es en virtud de méritos humanos, ya que si fuera así, la gracia dejaría de ser gracia.


No os amoldéis a los criterios de este mundo; al contrario, dejaos transformar y renovad vuestro interior de tal manera que sepáis apreciar lo que Dios quiere, es decir, lo bueno, lo que le es grato, lo perfecto.


A nadie, en efecto, justificará Dios por la observancia de la ley, pues la misión de la ley es hacernos conscientes del pecado.


Sostengo, en efecto, que Dios justifica al ser humano mediante la fe y no por la observancia de la ley.


De modo que quien no pone su confianza en las propias obras, sino que se fía de Dios, que justifica al pecador, efectivamente su fe le justifica.


En efecto, cuando aún no habían nacido y, por tanto, no habían hecho nada, ni bueno ni malo, para que conste que la decisión divina es pura elección


No es, pues, cuestión de querer o de afanarse, sino de que Dios se muestre compasivo.


¿Qué concluir de todo esto? Pues que los no judíos, sin esforzarse en buscar la amistad de Dios, la han encontrado; hablo de la absolución de culpa y del restablecimiento de la amistad que se alcanza mediante la fe.


Y esto es lo que antes erais algunos de vosotros. Pero habéis sido purificados, consagrados y justificados en el nombre de Jesucristo, el Señor, y por la acción del Espíritu de nuestro Dios.


Estamos convencidos, sin embargo, de que Dios justifica al ser humano por medio de la fe en Jesucristo y no por el mero cumplimiento de la ley. Así que hemos puesto nuestra fe en Cristo Jesús, a fin de que Dios nos justifique por medio de esa fe y no por cumplir la ley. Pues, por el mero cumplimiento de la ley, nadie será justificado.


Pero la piedad de Dios es grande, e inmenso su amor hacia nosotros.


Así que dad lugar a la renovación espiritual de vuestra mente


a fin de consagrarla a Dios, purificándola por medio del agua y la palabra.


Si vas a tomar posesión de esta tierra no es por tus méritos ni porque seas mejor, sino que el Señor los expulsará delante de ti a causa de la propia maldad de ellos y para cumplir la alianza que juró a tus antepasados Abrahán, Isaac y Jacob.


y convertíos en nuevas criaturas que van renovándose sin cesar a imagen de su Creador, en busca de un conocimiento cada vez más profundo.


Dios es quien nos ha salvado y nos ha llamado a una vida consagrada a él, no porque lo merecieran nuestras obras, sino porque tal ha sido su designio conforme al don que se nos ha concedido por medio de Cristo Jesús antes que el tiempo existiera.


Pero ahora se han hecho patentes la bondad y el amor que Dios, nuestro Salvador, tiene a los seres humanos.


Acerquémonos, pues, con un corazón sincero y lleno de fe, con una conciencia purificada de toda maldad, con el cuerpo bañado en agua pura.


Acerquémonos, pues, llenos de confianza a ese trono de gracia, seguros de encontrar la misericordia y el favor divino en el momento preciso.


y a pesar de ello apostataron, puedan de nuevo convertirse y renovarse. Lo que hacen es crucificar otra vez en sí mismos al Hijo de Dios y exponerlo a público escarnio.


Bendito sea Dios, Padre de nuestro Señor Jesucristo que, por su inmenso amor y mediante la resurrección de Jesucristo de la muerte, nos ha hecho renacer a una esperanza viviente,


Los que antes erais «no pueblo», sois ahora pueblo de Dios; los que no erais amados, sois ahora objeto de su amor.


Aquello fue una imagen del bautismo que ahora os salva. Bautismo que no consiste en quitar una suciedad corporal, sino en comprometerse ante Dios a llevar una conducta limpia. Y os salva en virtud de la resurrección de Jesucristo,


Swiv nou:

Piblisite


Piblisite