Sofonías 3:8 - La Palabra (versión española)

⁸ Así pues, esperad el día —oráculo del Señor— en que me ponga en pie para acusaros, pues he decidido reunir a las naciones y congregar en uno a todos los reinos para descargar sobre ellos mi enojo y todo el furor de mi ira, hasta que mi ardiente celo devore totalmente la tierra.

Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

⁸ Por tanto, esperadme, dice Jehová, hasta el día que me levante para juzgaros; porque mi determinación es reunir las naciones, juntar los reinos, para derramar sobre ellos mi enojo, todo el ardor de mi ira; por el fuego de mi celo será consumida toda la tierra.

Biblia Nueva Traducción Viviente

⁸ Por lo tanto, tengan paciencia —dice el Señor—. Pronto me levantaré y acusaré a esas naciones malvadas. Pues he decidido reunir a los reinos de la tierra y descargar mi más feroz ira y furia sobre ellos. Toda la tierra será consumida por el fuego de mi celo.

Biblia Católica (Latinoamericana)

⁸ Por esto, espérenme, les dice Yavé, para el día en que yo venga a acusarlos. Pues ya salió la sentencia: reuniré a las naciones y juntaré a los imperios para descargar sobre ustedes mi enojo, todo el ardor de mi ira, y todo el país será consumido por el fuego de mis celos.

La Biblia Textual 3a Edicion

⁸ Por tanto, dice YHVH, esperadme a mí hasta el día en que Yo madrugue para juzgaros,° pues mi decisión es reunir las naciones y congregar los reinos, para derramar sobre ellos mi furor, todo el ardor de mi ira, porque con el fuego de mi celo será devorada toda la tierra.

Biblia Serafín de Ausejo 1975

⁸ Por eso, esperadme -oráculo de Yahveh- el día en que me levante para dar testimonio, pues he decidido reunir a las naciones, congregar a los reinos, para derramar sobre ellos mi cólera, todo el ardor de mi ira: por el fuego de mi celo será devorada toda la tierra.

Sofonías 3:8 Referans Kwoze

Salmos 12:5

Por la opresión de los humildes, por los gritos de los desvalidos estoy decidido a actuar —dice el Señor— y daré la salvación a quien suspira por ella.

Salmos 123:2

Como dirigen sus ojos los siervos hacia la mano de sus señores, como dirige sus ojos la esclava hacia la mano de su señora, así dirigimos nuestros ojos hacia Dios, Señor nuestro, hasta que él se apiade de nosotros.

Salmos 27:14

Espera en el Señor, sé fuerte, ten firmeza; pon tu esperanza en el Señor.

Salmos 37:34

Espera en el Señor, respeta su camino; él te alzará para que heredes la tierra y tú contemplarás el exterminio del malvado.

Salmos 37:7

Descansa en el Señor y pon en él tu esperanza; no envidies a quien prospera, a quien no para de tramar intrigas.

Salmos 62:1

Solo Dios es mi descanso, de él viene mi salvación;

Salmos 62:5

Solo Dios es mi descanso, de él viene mi esperanza.

Salmos 79:5

¿Hasta cuándo, Señor? ¿Estarás siempre airado? ¿Estallará como el fuego tu celo?

Salmos 79:6

Descarga tu ira sobre los pueblos que te ignoran, sobre los reinos que no invocan tu nombre.

Proverbios 20:22

No digas: «Me vengaré del mal»; confía en el Señor y él te salvará.

Cantares 8:6

Grábame como un sello sobre tu corazón, como un sello en tu brazo; porque el amor es más fuerte que la muerte, la pasión, más implacable que el abismo. Sus saetas son saetas de fuego, llamarada divina.

Isaías 14:26

Este es el plan adoptado sobre toda la tierra, esta es la mano extendida sobre todos los pueblos. ¿Quién puede desbaratar el plan del Señor del universo?

Isaías 30:18

Pero el Señor espera para apiadarse, se pone en pie para perdonaros, pues es un Dios de justicia; dichosos los que esperan en él.

Isaías 34:2

Que el Señor está airado con todos los pueblos, su cólera se dirige contra todos sus ejércitos; los va a exterminar y a entregar a la matanza.

Isaías 63:6

Pisoteé pueblos enfurecido, embriagué a todos con mi cólera, esparciendo por tierra su sangre.

Jeremías 10:25

Derrama tu ira sobre las naciones que no te reconocen; derrámala también sobre los pueblos que no invocan tu nombre. Pues han devorado a Jacob, lo han devorado y consumido, y han asolado su morada.

Oseas 12:6

El Señor es Dios del universo; su nombre es el Señor.

Joel 3:2

También sobre los siervos y las siervas derramaré mi espíritu en aquellos días.

Miqueas 7:7

Pero yo pongo mi confianza en el Señor, espero en Dios, mi salvador, seguro de que mi Dios me escuchará.

Habacuc 2:3

Es una visión a largo plazo, pero vuela hacia su cumplimiento y no fallará; aunque se demore, tú espérala, porque ciertamente se cumplirá sin retraso.

Sofonías 1:18

Ni su plata ni su oro podrán librarlos cuando se encienda la ira del Señor; el fuego ardiente de su celo consumirá totalmente la tierra, y acabará de forma aterradora con todos los que la habitan.

Hageo 2:22

volcaré los tronos de los reinos y aniquilaré el poder de los reinos extranjeros; volcaré los carros de guerra junto con sus aurigas; caballos y jinetes caerán atravesados por la espada de sus mismos hermanos.

Mateo 25:32

Todos los habitantes del mundo serán reunidos en su presencia, y él separará a unos de otros, como el pastor separa las ovejas de los machos cabríos,

2 Pedro 3:10

Pero el día del Señor vendrá como un ladrón. Entonces los cielos se derrumbarán con estrépito, los elementos del mundo quedarán pulverizados por el fuego y desaparecerá la tierra con cuanto hay en ella.

Apocalipsis 16:1

Oí entonces una voz poderosa que desde el Templo ordenaba a los siete ángeles: —Id a derramar sobre la tierra las siete copas de la ira de Dios.

Apocalipsis 16:14

Se trataba de espíritus diabólicos que realizaban prodigios y pretendían reunir a todos los poderosos del mundo con vistas a la batalla del gran día de Dios, el dueño de todo.