Sofonías 3:2 - La Palabra (versión española)

² No ha escuchado la voz ni ha admitido la corrección; no ha confiado en el Señor ni se ha acercado a su Dios.

Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

² No escuchó la voz, ni recibió la corrección; no confió en Jehová, no se acercó a su Dios.

Biblia Nueva Traducción Viviente

² Nadie puede decirle nada; rechaza toda corrección. No confía en el Señor ni se acerca a su Dios.

Biblia Católica (Latinoamericana)

² No ha escuchado el llamado, no ha aceptado la corrección, no ha puesto su confianza en Yavé ni se ha acercado a su Dios.

La Biblia Textual 3a Edicion

² No escucha la voz ni recibe el consejo, no confía en YHVH ni se acerca a su Dios.

Biblia Serafín de Ausejo 1975

² No escuchó la voz, no aceptó la corrección; no confío en Yahveh, no se acercó a su Dios.

Sofonías 3:2 Referans Kwoze

Nehemías 9:26

Pero no te obedecieron y se rebelaron contra ti dando la espalda a tu ley. Mataron a tus profetas, que les reprendían para que se convirtieran a ti, y te ofendieron gravemente.

Salmos 10:4

El malvado, en su soberbia, de nada se preocupa: «No hay Dios»; esto es todo lo que piensa.

Salmos 50:17

tú que odias la instrucción, tú que desprecias mis palabras?

Salmos 73:28

Pero yo junto a Dios soy feliz, en Dios mi Señor me refugio para proclamar todas sus obras.

Salmos 78:22

porque no habían creído en Dios, no confiaban en su salvación.

Proverbios 1:7

Respetar al Señor es el principio del saber, pero los necios desprecian la sabiduría y la educación.

Proverbios 5:12

y tengas que decir: «¿Cómo pude rechazar la corrección y mi mente despreció las advertencias?

Isaías 1:5

¿Dónde seguir golpeándoos, rebeldes recalcitrantes? La cabeza es pura llaga, todo enfermo el corazón;

Isaías 29:13

El Señor ha dicho: Este pueblo me da culto de palabra y me honra solo con sus labios, mientras su corazón está lejos de mí y su piedad hacia mí se reduce a fórmulas humanas rutinarias.

Isaías 31:1

¡Ay de los que bajan a Egipto para buscar quien los ayude, de los que en sus caballos se apoyan! Confían en la abundancia de carros de guerra y en la gran fortaleza de los jinetes, no hacen caso del Santo de Israel ni van a consultar al Señor.

Isaías 43:22

No me has invocado, Jacob, te cansaste de mí, Israel.

Isaías 9:12

Y el pueblo no vuelve a quien lo hiere, no consulta al Señor del universo.

Jeremías 13:25

Esta es tu suerte, la paga medida que te tengo asignada —oráculo del Señor—, por haberte olvidado de mí y haber confiado en la mentira.

Jeremías 2:30

En vano castigué a vuestros hijos, pues no han aprendido la lección. Vuestra espada devoró a los profetas, lo mismo que un león depredador.

Jeremías 22:21

Te hablé cuando vivías tranquila, y dijiste: «No pienso escuchar». Esta es tu conducta desde joven: no escuchar lo que te digo.

Jeremías 32:33

Me dieron la espalda, que no la cara; yo los instruía continuamente, pero no escuchaban ni aprendían la lección.

Jeremías 35:13

—Así dice el Señor del universo, Dios de Israel: Di a la gente de Judá y a los habitantes de Jerusalén: ¿Nunca vais a aprender la lección y a hacer caso a mis palabras? —oráculo del Señor—.

Jeremías 35:17

Por eso, así dice el Señor, Dios del universo, Dios de Israel: Voy a traer contra Judá y contra todos los habitantes de Jerusalén todas las desgracias que les anuncié, pues les hablé y no escucharon, los llamé y no respondieron.

Jeremías 5:3

siendo así, Señor, que tus ojos buscan la verdad? Los golpeaste y no les afectó, los destrozaste y no se corrigieron; endurecían su cara como la piedra, no quisieron convertirse a ti.

Ezequiel 22:24

—Hijo de hombre, dile [a Jerusalén] lo siguiente: Eres una tierra que no ha recibido lluvia ni se ha empapado el día de mi furor.

Ezequiel 24:13

He intentado purificarte de tu impureza y tú no te has dejado; pues bien, no quedarás limpia hasta que descargue mi cólera en ti.

Sofonías 1:6

a los que se alejan del Señor y no lo buscan ni consultan.

2 Timoteo 3:16

Toda Escritura está inspirada por Dios y es provechosa para enseñar, para argumentar, para corregir y para educar en la rectitud,

Hebreos 10:22

Acerquémonos, pues, con un corazón sincero y lleno de fe, con una conciencia purificada de toda maldad, con el cuerpo bañado en agua pura.