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Proverbios 3:25 - La Palabra (versión española)

25 No temerás el terror imprevisto ni la ruina que sobreviene a los malvados,

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Biblia Reina Valera 1960

25 No tendrás temor de pavor repentino, Ni de la ruina de los impíos cuando viniere,

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Biblia Nueva Traducción Viviente

25 No hay por qué temer la calamidad repentina ni la destrucción que viene sobre los perversos,

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Biblia Católica (Latinoamericana)

25 No temerás una catástrofe repentina o el ataque imprevisto de los malhechores.

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La Biblia Textual 3a Edicion

25 No temerás el pavor repentino, Ni el ataque de los impíos cuando venga,

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

25 No temerás el espanto repentino ni la tormenta que cae sobre el malvado,

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Proverbios 3:25
22 Referans Kwoze  

No temerá las malas noticias, su corazón está seguro, confiado en el Señor.


¡Qué pronto son destruidos, perecen muertos de miedo!


No temerás el terror de la noche, ni la flecha que ondea de día,


cuando os llegue como huracán el terror, cuando os sobrevenga la desgracia como vendaval, cuando os lleguen los problemas y la angustia.


tu bienestar estará asegurado. Alejada de la angustia, nada temerás; el terror no se te acercará.


Reposarán bajo su parra y su higuera sin que nadie los moleste. Lo ha dicho el Señor del universo.


Montaré guardia en torno a mi Templo contra todos los que intenten invadirlo; ningún opresor pasará por allí porque mis ojos están vigilantes.


Cuando veáis que en el lugar santo se instala el ídolo abominable de la destrucción anunciado por el profeta Daniel (medite en esto el que lo lea),


Llegarán a vuestros oídos noticias de guerras y rumores de conflictos bélicos. No os alarméis, pues, aunque todo esto tenga que suceder, todavía no será el fin.


Entonces les dijo: —¿A qué viene ese miedo? ¿Dónde está vuestra fe?


Cuando oigáis noticias de guerras y revoluciones, no os asustéis. Aunque todo eso ha de suceder primero, todavía no es inminente el fin.


No estéis angustiados. Confiad en Dios y confiad también en mí.


Pero, aun cuando tengáis que sufrir por comportaros rectamente, ¡dichosos vosotros! No les tengáis miedo ni os acobardéis.


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