Proverbios 26:1 - La Palabra (versión española)

¹ Ni nieve al verano ni lluvia a la siega ni honores al necio sientan bien.

Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

¹ Como no conviene la nieve en el verano, ni la lluvia en la siega, Así no conviene al necio la honra.

Biblia Nueva Traducción Viviente

¹ Como la nieve no es para el verano ni la lluvia para la cosecha, tampoco el honor es para los necios.

Biblia Católica (Latinoamericana)

¹ Ni nieve en verano, ni lluvia en la cosecha: tampoco convienen honores a un tonto.

La Biblia Textual 3a Edicion

¹ Ni la nieve al verano ni la lluvia a la siega, Ni la honra al necio les van bien.

Biblia Serafín de Ausejo 1975

¹ Como nieve en verano y lluvia en la siega, así la gloria desdice del necio.

Proverbios 26:1 Referans Kwoze

Ester 4:6

Atac fue a hablar con Mardoqueo, que estaba en la plaza de la ciudad, delante del palacio real,

Ester 4:9

Atac regresó e informó a Ester de lo que Mardoqueo le había dicho.

Salmos 12:8

Los malvados vagan errantes por todas partes, la vileza humana llega al colmo.

Salmos 15:4

aquel que desprecia al perverso y respeta al que es fiel al Señor; aquel que, jurando en su perjuicio, no se retracta;

Salmos 52:1

¿Por qué, engreído, te jactas del mal si el amor de Dios es constante?

Proverbios 17:7

Ni al tonto le pega el discurso elevado, ni al noble el discurso mentiroso.

Proverbios 19:10

No es propio de necios vivir entre lujos, tampoco es de siervos gobernar a príncipes.

Proverbios 26:3

Látigo para el caballo, ramal para el asno y vara para la espalda de los necios.

Proverbios 26:8

Como atar una piedra a la honda, así es rendir honores a un necio.

Proverbios 28:16

Gobernante insensato aumenta la opresión, el que odia la rapiña alargará su vida.

Jueces 9:20

Pero si no, que salga fuego de Abimélec y devore a los señores de Siquén y de Bet Miló; y que salga fuego de los señores de Siquén y Bet Miló y devore a Abimélec.

Jueces 9:7

Le informaron de esto a Jotán, que subió a la cumbre del monte Garizín, alzó la voz y gritó: Escuchadme, señores de Siquén, y que Dios os escuche.