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Proverbios 21:1 - La Palabra (versión española)

1 La mente del rey es una acequia que el Señor dirige adonde quiere.

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Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

1 Como los repartimientos de las aguas, Así está el corazón del rey en la mano de Jehová; A todo lo que quiere lo inclina.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

1 El corazón del rey es como un arroyo dirigido por el Señor, quien lo guía por donde él quiere.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

1 Los pensamientos del rey, igual que el agua, corren por donde Yavé los dirige.

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La Biblia Textual 3a Edicion

1 Como los repartimientos de las aguas, Así el corazón del rey está en la mano de YHVH, A todo lo que quiere lo inclina.°

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

1 Arroyo es el corazón del rey en manos de Yahveh: que él dirige adonde quiere.

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Proverbios 21:1
26 Referans Kwoze  

Se volverá por donde vino y no entrará en esta ciudad —oráculo del Señor—.


En el año primero de Ciro, rey de Persia, para que se cumpliera la palabra del Señor anunciada a través de Jeremías, despertó el Señor el espíritu de Ciro, rey de Persia, que hizo proclamar de palabra y por escrito lo siguiente:


«Esto es lo que decreta Ciro, rey de Persia: El Señor, Dios de los cielos, me ha dado todos los reinos de la tierra y me ha comisionado para que le construya un Templo en Jerusalén, capital de Judá.


Durante siete días celebraron con regocijo la fiesta de los Panes sin levadura porque el Señor los había llenado de gozo y había dispuesto favorablemente el corazón del rey de Asiria para darles ánimo en la obra del Templo del Dios de Israel.


Escucha, Señor, la oración de tu siervo y la plegaria de tus servidores que solo desean honrar tu nombre. Concede hoy éxito a tu siervo haciendo que sea bien acogido por el rey. Por aquel tiempo era yo copero del rey.


—¿Qué necesitas? —me preguntó el rey. Entonces yo me encomendé al Rey de los cielos


Y ordene, asimismo, que se me dé una carta dirigida a Asaf, guardabosques del rey, para que me proporcione madera con destino a la construcción de las puertas de la ciudadela que está junto al Templo, así como de la muralla de la ciudad y de la casa que habitaré. El rey me lo concedió gracias a la bondad de mi Dios que velaba sobre mí.


Le gustó Ester al rey más que las otras mujeres, y ella se ganó su cariño y su afecto más que todas las demás muchachas hasta el punto que el rey la coronó y la proclamó reina en lugar de Vasti.


Pero cambió los sentimientos de los egipcios haciendo que odiaran a su pueblo e intrigaran contra sus siervos.


e hizo que se apiadaran quienes los tenían cautivos.


Lo vio el mar y salió huyendo, el Jordán retrocedió.


¿Qué tienes tú, mar, que huyes y tú, Jordán, que retrocedes?


Tú hiciste fluir manantiales y arroyos, secaste los ríos de corrientes sin fin.


Poderoso es el Señor en el cielo más que el fragor de aguas caudalosas, más que las impetuosas olas del mar.


Sin embargo, yo haré que el faraón se muestre intransigente, y tendré que realizar muchas señales y prodigios en Egipto.


El ser humano propone, pero es Dios el que dispone.


El ser humano proyecta su camino, pero es el Señor quien dirige sus pasos.


El Señor dirige los pasos humanos; ¿cómo conocerá una persona su camino?


Pues voy a hacer algo nuevo; ya brota, ¿no lo sentís? Abriré un camino en la estepa, pondré arroyos en el desierto;


el que dice al abismo: «Aridece, voy a secar tus corrientes»;


—Preocúpate de él y no le hagas ningún daño. Y pórtate con él como él mismo te diga.


y salió con bien de todas las circunstancias adversas. Más aún, Dios le concedió sabiduría e hizo que se granjeara la simpatía del faraón, rey de Egipto, quien lo nombró gobernador de Egipto y jefe de toda la casa real.


El sexto ángel derramó su copa sobre el gran río Éufrates. El agua del río se secó y el cauce quedó convertido en camino para los reyes procedentes del este.


El tercer ángel derramó su copa sobre los ríos y los manantiales, que también se convirtieron en sangre.


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