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Proverbios 2:6 - La Palabra (versión española)

6 Porque el Señor concede la sabiduría y de su boca salen el saber y la prudencia;

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Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

6 Porque Jehová da la sabiduría, Y de su boca viene el conocimiento y la inteligencia.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

6 ¡Pues el Señor concede sabiduría! De su boca provienen el saber y el entendimiento.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

6 Porque Yavé da la sabiduría, de su boca salen el saber y la verdad.

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La Biblia Textual 3a Edicion

6 Porque YHVH da la sabiduría, De su boca procede la ciencia y la inteligencia.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

6 porque es Yahveh quien da la sabiduría, de su boca brotan la ciencia y la prudencia.

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Proverbios 2:6
32 Referans Kwoze  

así que todo el mundo quería conocerlo para escuchar la sabiduría que Dios le había concedido.


te concedo lo que me has pedido: un corazón sabio y prudente, como nadie lo ha tenido antes de ti ni lo tendrá después.


Dale a tu siervo un corazón atento para gobernar a tu pueblo y para discernir entre el bien y el mal, pues ¿quién es capaz de gobernar a un pueblo tan importante como el tuyo?


Solo precisas que Dios te conceda sensatez e inteligencia para que, cuando él te encargue gobernar a Israel, guardes la ley del Señor tu Dios.


Y tú, Esdras, conforme a la sabiduría que te ha otorgado tu Dios, pon jueces y magistrados que administren justicia a todo el pueblo que está al otro lado del Éufrates y conoce las leyes de tu Dios; a quienes no la conocen, enséñasela.


Por inspiración de Dios convoqué a los nobles, a las autoridades y al pueblo para hacer un censo por familias. Encontré el registro genealógico de los que habían regresado a Jerusalén al principio y en él estaba escrito lo siguiente:


Pues él posee sabiduría y poder, prudencia e inteligencia son suyas.


Él dispone de fuerza y eficacia, suyos son el engañado y el que engaña;


Acepta la instrucción de su boca, piensa siempre en lo que te dice.


Pero lo que hace perspicaz al ser humano, es el espíritu que infunde el Todopoderoso;


Gracias a tus preceptos soy sensato, por eso odio los senderos falsos.


Instrúyeme para cumplir tu ley, la respetaré de todo corazón.


Más sabio que mis rivales me hace tu mandato, porque él está siempre conmigo.


La ley del Señor es perfecta, reconforta al ser humano; el mandato del Señor es firme, al sencillo lo hace sabio;


los decretos del Señor son rectos, alegran el corazón; el mandamiento del Señor es nítido, llena los ojos de luz;


Tú amas la verdad en lo más íntimo, la sabiduría me muestras en lo oculto.


Quien corrige a las naciones, ¿no castigará? Quien enseña al ser humano, ¿no sabrá?


y lo he dotado de habilidades extraordinarias, de destreza, talento y pericia en toda clase de trabajos;


Porque el mandato es lámpara, la enseñanza es luz y la reprensión que corrige es camino de vida.


A quien le agrada, Dios le concede sabiduría, ciencia y alegría; pero al pecador le impone la tarea de recoger y acumular para dejárselo al que agrada a Dios. ¡También esto es ilusión y vano afán!


Yo instruiré a tus constructores, será grande la paz de tus hijos;


en busca de advertencia e instrucción?». Seguro que así os hablará quien carece de poder para evocar.


Dios concedió a aquellos cuatro jóvenes sabiduría y conocimientos en toda clase de literatura y de actividades sapienciales. Daniel, en particular, entendía de visiones y de sueños.


Él hace que se alternen años y estaciones; él entroniza reyes y él mismo los destrona. Concede sabiduría a los sabios y ciencia a los perspicaces.


Te alabo y te doy gracias, Dios de mis antepasados, pues me das sabiduría y poder, me revelas lo que habíamos pedido y me manifiestas el asunto del rey.


porque yo os daré entonces palabras y sabiduría tales, que ninguno de vuestros enemigos podrá resistiros ni contradeciros.


En los libros proféticos está escrito: Todos serán instruidos por Dios. Todo el que escucha al Padre y recibe su enseñanza, cree en mí.


Todo beneficio y todo don perfecto bajan de lo alto, del creador de la luz, en quien no hay cambios ni períodos de sombra.


Si alguno de vosotros anda escaso de sabiduría, pídasela a Dios, que reparte a todos con largueza y sin echarlo en cara, y él se la dará.


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