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Proverbios 15:15 - La Palabra (versión española)

15 Para el desdichado todos los días son malos, el corazón feliz siempre está de fiesta.

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Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

15 Todos los días del afligido son difíciles; Mas el de corazón contento tiene un banquete continuo.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

15 Para el abatido, cada día acarrea dificultades; para el de corazón feliz, la vida es un banquete continuo.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

15 Para el infeliz todos los días son malos, el que tiene alegre el corazón está siempre de fiesta.

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La Biblia Textual 3a Edicion

15 Todos los días del desdichado son difíciles, Pero el de corazón alegre tiene un banquete continuo.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

15 Todos los días son malos para el pobre, el dichoso goza de perpetuo festín.

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Proverbios 15:15
17 Referans Kwoze  

Todos sus hijos y sus hijas intentaban consolarlo, pero él no se dejaba consolar; al contrario, lloraba por su hijo y repetía: —Guardaré luto por mi hijo hasta que vaya a reunirme con él en el reino de los muertos.


Jacob respondió: —Ciento treinta años llevo de aquí para allá. Pocos y desgraciados han sido los años de mi vida, y no llegan a sumar los años que mis antepasados vivieron como inmigrantes.


Corazón contento mejora el semblante, corazón triste deprime el ánimo.


Mente inteligente busca el saber, boca de necios pace necedad.


Más vale poco con respeto al Señor que gran tesoro con preocupación.


La sensatez es vida para su dueño, la necedad es el castigo del necio.


Corazón contento es buena medicina, ánimo abatido debilita los huesos.


Hacia la media noche, Pablo y Silas estaban orando y cantando alabanzas a Dios, mientras los otros presos escuchaban.


Vivid alegres por la esperanza, animosos en la tribulación y constantes en la oración.


Más aún: el mismo Jesucristo, Señor nuestro, artífice de la obra reconciliadora en el momento presente, hace que nos sintamos orgullosos de Dios.


Si de algo nos sentimos orgullosos es de que la conciencia nos asegura que nuestro comportamiento con todo el mundo, y particularmente con vosotros, ha estado presidido por la sencillez y la franqueza que Dios inspira; es decir, ha sido fruto del favor divino y no del humano saber.


Porque, si bien es cierto que como cristianos no nos faltan sufrimientos, no lo es menos que Cristo nos colma de consuelo.


Nos imaginan tristes, y estamos siempre alegres; parecemos pobres, y enriquecemos a muchos; damos la impresión de no tener nada, y lo tenemos todo.


Alegraos, más bien, de compartir los sufrimientos de Cristo, para que el día de su gloriosa manifestación también vosotros saltéis de júbilo.


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