Proverbios 13:21 - La Palabra (versión española)

²¹ La desgracia persigue a los pecadores, el bien recompensa a los justos.

Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

²¹ El mal perseguirá a los pecadores, Mas los justos serán premiados con el bien.

Biblia Nueva Traducción Viviente

²¹ Los problemas persiguen a los pecadores, mientras que las bendiciones recompensan a los justos.

Biblia Católica (Latinoamericana)

²¹ La mala suerte persigue a los pecadores, la felicidad vendrá a recompensar a los justos.

La Biblia Textual 3a Edicion

²¹ La desgracia persigue a los pecadores, A los justos, la paz y el bien.

Biblia Serafín de Ausejo 1975

²¹ La miseria persigue a los pecadores; la dicha recompensa a los justos.

Proverbios 13:21 Referans Kwoze

Génesis 4:7

Si obraras rectamente llevarías la cabeza bien alta; pero como actúas mal el pecado está agazapado a tu puerta, acechándote. Sin embargo, tú puedes dominarlo.

Salmos 140:11

Que quien calumnia no perdure en la tierra, que la desgracia golpee al violento sin cesar.

Salmos 32:10

Muchos son los sufrimientos del malvado, pero el amor rodea al que confía en el Señor.

Salmos 54:5

Que el mal se vuelva contra mis rivales y tú, por tu fidelidad, hazlos perecer.

Proverbios 11:31

Si el justo recibe su paga en la tierra, ¡cuánto más el malvado y el pecador!

Proverbios 13:13

Quien desprecia un precepto se pierde, el que respeta un mandato queda a salvo.

Proverbios 17:13

Quien devuelve mal por bien no echará el mal de su casa.

Proverbios 24:16

pues siete veces cae el justo y se levanta, pero los malvados se hunden en la desgracia.

Isaías 47:11

mas te llega una desgracia que no sabrás conjurar; te caerá encima un desastre que no podrás evitar; te vendrá de forma inesperada una catástrofe imprevista.

Ezequiel 7:5

Esto dice el Señor Dios: Ya está aquí la desgracia,

Números 32:23

Pero si no lo hacéis así, pecaréis contra el Señor y cargaréis con las consecuencias de vuestro pecado.

Hechos 28:4

Cuando los isleños vieron al reptil colgando de la mano de Pablo, se dijeron unos a otros: —Este hombre es realmente un asesino; aunque se ha librado de la tempestad, la justicia divina no permite que viva.