Proverbios 1:6 - La Palabra (versión española)

⁶ para entender proverbios y refranes, los dichos y enigmas de los sabios.

Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

⁶ Para entender proverbio y declaración, Palabras de sabios, y sus dichos profundos.

Biblia Nueva Traducción Viviente

⁶ al estudiar el significado de estos proverbios y estas parábolas, las palabras de los sabios y sus enigmas.

Biblia Católica (Latinoamericana)

⁶ Comprenderán los proverbios y refranes, las palabras de los sabios y sus enigmas.

La Biblia Textual 3a Edicion

⁶ Para hacer entender el proverbio y la parábola, Las palabras de los sabios y sus enigmas.

Biblia Serafín de Ausejo 1975

⁶ para comprender proverbios y alegorías, las palabras y enigmas de los sabios.

Proverbios 1:6 Referans Kwoze

Salmos 49:4

prestaré atención al proverbio, expondré con la cítara mi enigma.

Salmos 78:2

Con sentencias sabias hablaré, proclamaré enigmas de antaño.

Proverbios 24:23

También lo que sigue es de los sabios: Discriminar personas en el juicio no está bien.

Eclesiastés 12:11

Las palabras de los sabios son como aguijones y, reunidas en colecciones, son como estacas bien clavadas, regalos de un mismo pastor.

Daniel 8:23

Cuando sus reinados lleguen al final y su perversión alcance su límite, vendrá un rey insolente e intrigante.

Números 12:8

Con él hablo cara a cara, claramente y sin enigmas, mientras él contempla mi semblante. ¿Cómo, pues, os habéis atrevido a criticar a Moisés, mi siervo?

Marcos 4:11

Les dijo: —A vosotros, Dios os permite conocer el secreto de su reino; pero a los otros, los de fuera, todo les llega por medio de parábolas,

Marcos 4:34

Y sin parábolas no les decía nada. Luego, a solas, se lo explicaba todo a sus discípulos.

Hebreos 5:14

El alimento sólido, en cambio, es propio de adultos, de los que por la costumbre están entrenados para distinguir entre el bien y el mal.

2 Pedro 3:16

Lo repite en todas las cartas en que trata estos temas y en las que hay algunas cosas difíciles de entender, que los ignorantes y poco formados en la fe interpretan torcidamente —como hacen con otros pasajes de las Escrituras—, buscándose con ello su propia ruina.