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Oseas 9:10 - La Palabra (versión española)

10 Como uvas en el desierto, así fue mi encuentro con Israel. Como brevas en la higuera así elegí a vuestros antepasados; pero cuando llegaron a Baal Peor se consagraron a la ignominia y se hicieron tan abominables como los ídolos que amaban.

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Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

10 Como uvas en el desierto hallé a Israel; como la fruta temprana de la higuera en su principio vi a vuestros padres. Ellos acudieron a Baal-peor, se apartaron para vergüenza, y se hicieron abominables como aquello que amaron.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

10 Dice el Señor: «Oh Israel, cuando te encontré por primera vez, fue como encontrar uvas frescas en el desierto. Cuando vi a tus antepasados, fue como ver los primeros higos maduros de la temporada. Pero después me abandonaron por Baal-peor y se entregaron a ese ídolo vergonzoso. En poco tiempo se volvieron viles, tan viles como el dios al que rinden culto.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

10 Israel fue para mí como uva silvestre encontrada en el desierto, y sus padres me parecieron como si fueran las primeras brevas; pero no bien habían llegado a Baal-Peor, se vendieron al ídolo y se hicieron tan aborrecibles como el ídolo que amaban.

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La Biblia Textual 3a Edicion

10 Como uvas en el desierto hallé a Israel, Como breva° en la higuera encontré a vuestros° padres. Pero ellos fueron a Baal-peor y se consagraron a la Vergüenza,° Y se hicieron tan abominables como aquello que amaron.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

10 Como uvas en el desierto encontré a Israel; como breva en higuera vi a vuestros padres. Llegaron a Baal Peor y a la infamia se entregaron; se hicieron abominables como las cosas que amaron.

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Oseas 9:10
32 Referans Kwoze  

Imitó los pecados de Jeroboán, hijo de Nabat, y aún lo superó, pues se casó con Jezabel, la hija de Etbaal, rey de Sidón, y llegó a servir y a adorar a Baal.


quemando en ellos incienso como las naciones que el Señor había deportado ante ellos y cometiendo maldades que provocaron la indignación del Señor.


Sean como ellos quienes los hacen, todo el que en ellos confía.


Y yo los dejé a su antojo, caminando según sus deseos.


¿Qué es eso que sube del desierto como columna de humo con olor a incienso y mirra y a mil aromas exóticos?


La flor caduca de su pompa y atavíos, situada en el cabezo del valle fértil, será como breva que presagia el verano; quien la ve, la atrapa y se la come.


Tenías tantos dioses como ciudades, Judá; y en cada una de las calles de Jerusalén construiste otros tantos altares para quemar incienso a Baal.


Una de las cestas contenía higos excelentes, como las brevas; la otra cesta contenía higos que no se podían comer de puro malos.


La ignominia ha devorado, ya desde que éramos jóvenes, los logros de nuestros antepasados: sus ovejas y sus vacas, sus hijos y sus hijas.


¡Acostémonos en nuestra vergüenza, cubrámonos con nuestra deshonra! Desde que éramos jóvenes hasta hoy, nosotros, lo mismo que nuestros antepasados, hemos pecado contra el Señor, nuestro Dios, nos hemos negado a obedecerlo».


Así dice el Señor: Encontró favor en el desierto el pueblo escapado de la espada; Israel se dirige a su descanso,


los profetas profetizan en falso, los sacerdotes actúan a su antojo, y a mi pueblo le gustan estas cosas. ¿Qué haréis cuando todo esto acabe?


Pero se rebelaron contra mí y no quisieron escucharme; no se desprendieron de los dioses falsos que los seducían ni prescindieron de los ídolos de Egipto. Pensé entonces derramar mi cólera sobre ellos y desahogar mi ira contra ellos en pleno territorio egipcio.


Cuando Israel era niño, yo lo amé y de Egipto llamé a mi hijo.


te he conocido en el desierto, en una tierra abrasadora.


Le pediré cuentas por los días dedicados a los baales, a los que quemaba incienso. Luego se adornaba de sortijas y collares, corría detrás de sus amantes y se olvidaba de mí —oráculo del Señor.


Pero no castigaré a vuestras hijas a causa de sus prostituciones, ni a vuestras nueras por sus adulterios; son ellos los que se van con rameras y ofrecen sacrificios con prostitutas sagradas; y así es como va a la ruina un pueblo que no entiende.


Borrachos se entregan a la prostitución y sus jefes se apasionan por la ignominia.


Quemad panes sin levadura en acción de gracias y anunciad a bombo y platillo vuestras ofrendas voluntarias, porque eso es, israelitas, lo que os gusta, —oráculo del Señor Dios.


¡Ay de mí! Soy como quien siega en verano, como quien rebusca después de la vendimia. Ni un racimo hay para comer, ni una de esas brevas que tanto me gustan.


Esto os servirá de señal para que, cuando lo veáis, os acordéis de todos los mandamientos del Señor y los obedezcáis, apartando así vuestro corazón y vuestros ojos de esos deseos inconfesables que os conducen a la infidelidad.


Tuyas serán las primicias de todos los frutos de la tierra que ellos deben presentar al Señor; cualquiera de tu familia que se encuentre en estado de pureza lo podrá comer.


¿Y cuál fue el resultado? Vergüenza os da decirlo, porque todo desembocó en la muerte.


lo halló en una tierra desolada, en la rugiente soledad del desierto; lo envolvió en sus brazos y lo protegió, lo cuidó como a la niña de sus ojos;


Ofrecieron sacrificios a demonios que no son Dios; a dioses que no habían conocido, a dioses nuevos, recién llegados, a quienes sus antepasados no adoraron.


Con vuestros propios ojos habéis visto lo que el Señor hizo con Baal Peor: a todo aquel que siguió a Baal Peor, el Señor tu Dios, lo exterminó de en medio de ti;


Aquel día le apodaron a Gedeón «Jerubaal», porque comentaron: —¡Que Baal se defienda, pues le han destruido el altar!


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