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Números 16:15 - La Palabra (versión española)

15 Moisés se enojó sobremanera y dijo al Señor: —No aceptes su ofrenda. En cuanto a mí, ni un asno he tomado de ninguno de ellos, ni a ninguno de ellos he agraviado.

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Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

15 Entonces Moisés se enojó en gran manera, y dijo a Jehová: No mires a su ofrenda; ni aun un asno he tomado de ellos, ni a ninguno de ellos he hecho mal.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

15 Entonces Moisés se enojó mucho y le dijo al Señor: «¡No aceptes sus ofrendas de grano! Yo no les he quitado ni siquiera un burro, ni jamás he lastimado a ninguno de ellos».

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Biblia Católica (Latinoamericana)

15 Moisés se enojó mucho y dijo a Yavé: 'No mires su ofrenda, no les he quitado nada, ni siquiera un burro, ni les he hecho daño a ninguno de ellos.

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La Biblia Textual 3a Edicion

15 Entonces Moisés se enardeció en gran manera, y dijo a YHVH: No aceptes su ofrenda. Yo no he tomado de ellos ni un asno, y a ninguno de ellos he hecho mal.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

15 Moisés se enojó sobremanera y dijo a Yahveh: '¡No aceptes su oblación! Ni siquiera un asno he tomado de ellos, ni a ninguno de ellos he inferido el menor daño'.

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Números 16:15
18 Referans Kwoze  

porque he respetado los caminos del Señor y no he sido infiel a mi Dios;


Cuando llegó Moisés al campamento y vio el becerro y las danzas, se enfureció y arrojó al pie del monte las tablas que llevaba en sus manos, haciéndolas añicos.


Sacrificio de malvados es abominable, y más si se ofrece con doblez.


Moisés era un hombre muy humilde; no había sobre la tierra otro más humilde que él.


Moisés dijo a Coré: —Mañana, tú y todos tus secuaces compareced junto con Aarón en presencia del Señor.


Pero yo os digo: El que se enemiste con su hermano, será llevado a juicio; el que lo insulte será llevado ante el Consejo Supremo, y el que lo injurie gravemente se hará merecedor del fuego de la gehena.


Al verlos tan duros de corazón, Jesús les echó una mirada, enojado y entristecido al mismo tiempo, y dijo al enfermo: —Extiende la mano. Él la extendió y la mano recuperó el movimiento.


Pero yo, ni he hecho uso de ninguno de esos derechos ni os escribo estas líneas para que me sean reconocidos. Prefiero morir antes que nadie me arrebate este motivo de orgullo.


Si de algo nos sentimos orgullosos es de que la conciencia nos asegura que nuestro comportamiento con todo el mundo, y particularmente con vosotros, ha estado presidido por la sencillez y la franqueza que Dios inspira; es decir, ha sido fruto del favor divino y no del humano saber.


Hacednos un hueco en vuestro corazón. A nadie agraviamos, a nadie arruinamos, a nadie explotamos.


Si alguna vez os enojáis, que vuestro enojo no llegue hasta el punto de pecar, ni que os dure más allá de la puesta del sol.


Testigos sois, y lo es Dios también, de lo noble, honrado e irreprochable que fue nuestro proceder para con vosotros, los creyentes.


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