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Números 15:15 - La Palabra (versión española)

15 Tendréis un mismo estatuto para vosotros y para el residente extranjero. Esta será una norma perpetua, válida para todos vuestros descendientes. Tanto tú como el extranjero seréis iguales ante el Señor:

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Biblia Reina Valera 1960

15 Un mismo estatuto tendréis vosotros de la congregación y el extranjero que con vosotros mora; será estatuto perpetuo por vuestras generaciones; como vosotros, así será el extranjero delante de Jehová.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

15 Los israelitas de nacimiento y los extranjeros son iguales ante el Señor y están sujetos a los mismos decretos. Esta es una ley perpetua para ustedes; tendrá que cumplirse de generación en generación.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

15 La norma será la misma para toda la comunidad, tanto para ustedes como para el extranjero que vive con ustedes: será una ley perpetua para sus descendientes. Yavé no hará diferencias entre el extranjero y ustedes.

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La Biblia Textual 3a Edicion

15 Un mismo estatuto tendréis para vosotros, los de la congregación, como para el extranjero que habita con vosotros. Habrá un estatuto perpetuo delante de YHVH por vuestras generaciones, tanto para vosotros como para el extranjero.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

15 En la asamblea regirá la misma ley, tanto para vosotros como para el extranjero que viva en medio de vosotros. Es ley perpetua para vuestras generaciones. Como vosotros, así será el extranjero ante Yahveh.

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Números 15:15
17 Referans Kwoze  

los judíos se comprometieron de manera irrevocable, ellos, sus descendientes y los prosélitos, a celebrar anualmente esos dos días, según lo dispuesto en aquel escrito y en la fecha indicada.


Ese será para vosotros un día memorable; en él celebraréis fiesta en honor del Señor, y esto quedará como institución perpetua para las generaciones futuras.


Obedeced este mandato del Señor como una ley perpetua para vosotros y para vuestros hijos.


El Señor dijo a Moisés y Aarón: —Estas son las instrucciones relativas a la Pascua: Ningún extranjero podrá comer el cordero pascual.


Habrá una misma ley para los nativos y para los inmigrantes que habiten entre vosotros.


Aarón y sus hijos deberán usarlos cuando entren en la Tienda del encuentro o se acerquen al altar para oficiar como sacerdotes en el santuario. De no hacerlo incurrirán en culpa y morirán. Esta es una norma perpetua para Aarón y sus descendientes.


Juzgaréis con el mismo estatuto al extranjero que al nativo. Yo soy el Señor, vuestro Dios.


Los sacerdotes descendientes de Aarón serán los encargados de tocar las trompetas. Esta será una norma perpetua, válida para todos vuestros descendientes.


Y cuando un extranjero que resida entre vosotros, o se encuentre de paso entre vosotros, haga una ofrenda de olor grato al Señor, deberá proceder como vosotros.


Utilizaréis el mismo ritual con respecto a quien peque involuntariamente, tanto si es ciudadano israelita como si es un residente extranjero que vive entre vosotros.


Dijo además el Señor a Aarón: —Te confío el cuidado de las ofrendas que me pertenecen, y también el cuidado de todas las ofrendas sagradas de los israelitas; te lo concedo a ti y a tus descendientes como prerrogativa perpetua de la unción sacerdotal.


Y cuando el extranjero que reside entre vosotros, quiera celebrar la Pascua en honor del Señor, deberá hacerlo conforme a las normas rituales de la Pascua. Tendréis un mismo rito tanto para el extranjero como para el ciudadano del país.


Ya no hay distinción entre judío y no judío, ni entre esclavo y libre, ni entre varón y mujer. En Cristo Jesús, todos sois uno.


Ya no hay fronteras de raza, religión, cultura o condición social, sino que Cristo es todo en todos.


Y todo Israel, con sus ancianos, sus funcionarios y sus jueces, estaba de pie a ambos lados del Arca, ante los sacerdotes levitas que portaban el Arca de la alianza del Señor; extranjeros y nativos se colocaron la mitad en la falda del monte Garizín y la otra mitad en la falda del monte Ébal, según había mandado Moisés, siervo del Señor, cuando bendijo por primera vez al pueblo de Israel.


Y desde aquel día hasta el presente esto ha sido norma y costumbre en Israel.


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