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Nehemías 2:4 - La Palabra (versión española)

4 —¿Qué necesitas? —me preguntó el rey. Entonces yo me encomendé al Rey de los cielos

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Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

4 Me dijo el rey: ¿Qué cosa pides? Entonces oré al Dios de los cielos,

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Biblia Nueva Traducción Viviente

4 El rey preguntó: —Bueno, ¿cómo te puedo ayudar? Después de orar al Dios del cielo,

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Biblia Católica (Latinoamericana)

4 El rey entonces me respondió: '¿Qué quieres?' Supliqué al Dios del Cielo'

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La Biblia Textual 3a Edicion

4 Y me preguntó el rey: ¿Qué es lo que me pides? Entonces oré al Dios de los cielos,

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

4 Díjome el rey: '¿Qué pretendes, pues?'. Encomendándome al Dios del cielo,

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Nehemías 2:4
15 Referans Kwoze  

Entonces informaron a David que Ajitófel formaba parte de la conspiración de Absalón, y David suplicó: —Confunde, Señor, los consejos de Ajitófel.


Por la noche el Señor se apareció allí en sueños a Salomón y le dijo: —Pídeme lo que quieras.


Escucha, Señor, la oración de tu siervo y la plegaria de tus servidores que solo desean honrar tu nombre. Concede hoy éxito a tu siervo haciendo que sea bien acogido por el rey. Por aquel tiempo era yo copero del rey.


Al oír estas palabras me senté, rompí a llorar y durante algunos días hice duelo, orando y ayunando en presencia del Dios de los cielos.


Y dije: —Por favor, Señor, Dios de los cielos, Dios grande y terrible que eres fiel a la alianza y misericordioso para con los que te aman y guardan tus mandamientos:


Les repliqué: —El Dios de los cielos nos dará éxito. Nosotros, sus siervos, pondremos manos a la obra y llevaremos a cabo la reconstrucción. Vosotros, en cambio, no tenéis parte, ni derecho, ni nada que recordar en Jerusalén.


y contesté al rey: —Si le parece correcto a su majestad y aprecia a este su siervo, envíeme a Judá, a la ciudad donde están los sepulcros de mis antepasados, y la reedificaré.


El rey preguntó a Ester: —¿Qué te ocurre reina Ester? ¡Dime lo que deseas, y lo tendrás; aunque sea la mitad de mi reino!


Llegado el momento de brindar el rey preguntó a Ester: —¡Dime lo que deseas, y lo tendrás; aunque sea la mitad de mi reino!


y también en este segundo día, durante el brindis, dijo el rey a Ester: —¡Dime lo que deseas, y lo tendrás; aunque sea la mitad de mi reino!


¡Alabad al Dios del cielo porque es eterno su amor!


Cuenta con él en todos tus caminos y él dirigirá tus senderos.


Jesús le preguntó: —¿Qué quieres que haga por ti? Contestó el ciego: —Maestro, que vuelva a ver.


El comandante lo tomó de la mano, lo llevó aparte y le preguntó: —¿Qué quieres decirme?


Nada debe angustiaros; al contrario, en cualquier situación, presentad a Dios vuestros deseos, acompañando vuestras oraciones y súplicas con un corazón agradecido.


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