1 Por todo lo anterior, contraemos un compromiso solemne y lo ponemos por escrito.
En ese documento oficial figuraban los nombres de nuestros jefes, de nuestros levitas y de nuestros sacerdotes.
1 Por todo lo antedicho, nosotros hacemos ahora y consignamos por escrito una firme promesa. En el documento sellado figuran nuestros jefes, nuestros levitas y nuestros sacerdotes.
Entonces se puso en pie junto a la columna y selló la alianza ante el Señor, comprometiéndose a seguirlo, a observar sus mandamientos, normas y preceptos con todo el corazón y toda el alma y a cumplir todas las estipulaciones contenidas en el libro de la Alianza. Y todo el pueblo se comprometió con esta alianza.
Si le parece bien a mi señor y a cuantos respetan los mandamientos de nuestro Dios, comprometámonos ahora con nuestro Dios a despedir a todas esas mujeres y a sus hijos, haciendo que se cumpla la ley.
se adhirieron a sus parientes y a sus jefes comprometiéndose con solemne juramento a caminar en la ley de Dios que fue dada a través de Moisés, siervo de Dios, y que mandaba guardar y cumplir todos los mandamientos del Señor, nuestro Dios, sus ordenanzas y estatutos.
El gobernador Nehemías, el sacerdote y escriba Esdras y los levitas que enseñaban a la gente dijeron a todo el pueblo: —Hoy es un día dedicado al Señor, vuestro Dios. No os entristezcáis ni lloréis. Y es que el pueblo lloraba al oír las palabras de la Ley.
Entonces Moisés puso por escrito todas las cosas dichas por el Señor. Al día siguiente se levantó muy temprano, construyó un altar al pie del monte y colocó doce piedras en representación de las doce tribus de Israel.