Biblia Todo Logo
Bib sou entènèt

- Piblisite -





Miqueas 6:8 - La Palabra (versión española)

8 Se te ha hecho conocer lo que está bien, lo que el Señor exige de ti, ser mortal: tan solo respetar el derecho, practicar con amor la misericordia y caminar humildemente con tu Dios.

Gade chapit la Kopi


Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

8 Oh hombre, él te ha declarado lo que es bueno, y qué pide Jehová de ti: solamente hacer justicia, y amar misericordia, y humillarte ante tu Dios.

Gade chapit la Kopi

Biblia Nueva Traducción Viviente

8 ¡No! Oh pueblo, el Señor te ha dicho lo que es bueno, y lo que él exige de ti: que hagas lo que es correcto, que ames la compasión y que camines humildemente con tu Dios.

Gade chapit la Kopi

Biblia Católica (Latinoamericana)

8 Ya se te ha dicho, hombre, lo que es bueno y lo que el Señor te exige: tan sólo que practiques la justicia, que seas amigo de la bondad y te portes humildemente con tu Dios.

Gade chapit la Kopi

La Biblia Textual 3a Edicion

8 Oh hombre, Él te ha dicho lo que es bueno, Lo que YHVH pide de ti: Solamente hacer justicia, Amar la misericordia, Y andarte con tiento° con tu Dios.

Gade chapit la Kopi

Biblia Serafín de Ausejo 1975

8 'Se te ha revelado, hombre, lo que es bueno, lo que Yahveh reclama en ti: tan sólo practicar la justicia, amar la lealtad y ser humilde ante tu Dios.'

Gade chapit la Kopi




Miqueas 6:8
66 Referans Kwoze  

Yo lo he escogido para que enseñe a sus hijos y a su descendencia a mantenerse en el camino del Señor, haciendo lo que es justo y recto, de modo que se cumpla cuanto ha sido prometido a Abrahán».


Enoc vivió de acuerdo con la voluntad de Dios. Después del nacimiento de Matusalén, Enoc vivió trescientos años y tuvo otros hijos e hijas.


Solo algunas personas de Aser, Manasés y Zabulón se arrepintieron y acudieron a Jerusalén.


Pero se arrepintió de su orgullo, junto con los habitantes de Jerusalén, por lo que la cólera del Señor no llegó a estallar contra ellos en vida de Ezequías.


Su oración y la escucha divina, todos sus pecados e infidelidades, los lugares donde construyó santuarios locales y erigió columnas e ídolos antes de convertirse, están escritos en la historia de Jozay.


Sin embargo, no se humilló ante el Señor, como había hecho su padre Manasés, sino que multiplicó sus culpas.


Puesto que te has conmovido de corazón y te has humillado ante el Señor, al escuchar sus palabras contra este lugar y sus habitantes, que se convertirán en objeto de ruina y maldición; puesto que te has humillado ante mí, has desgarrado tus vestiduras y has llorado ante mí, yo también te he escuchado —oráculo del Señor—.


Descendiste al monte Sinaí y hablaste con ellos desde el cielo. Les diste normas justas, leyes verdaderas, buenos preceptos y estatutos.


Quiero cantar el amor y la justicia, a ti, Señor, quiero cantarte;


Brilla en la oscuridad, es luz para los rectos, es clemente, es compasivo, es justo.


Reparte, da a los pobres, su justicia permanece para siempre y alza su frente con honor.


El justo es siempre compasivo y presta, ¡bendito sea su linaje!


Pero yo junto a Dios soy feliz, en Dios mi Señor me refugio para proclamar todas sus obras.


Practicar la justicia y el derecho es para el Señor preferible al sacrificio.


Conclusión del discurso: todo está dicho. Respeta a Dios y guarda sus mandamientos, pues en eso consiste ser persona.


Así dice el Señor: Observad lo prescrito, practicad lo que es recto, que mi salvación pronto llegará y mi victoria se va a manifestar.


Pues esto dice el Alto y Excelso, el que vive por siempre, de nombre Santo: Yo habito en las alturas sagradas, pero miro por humildes y abatidos, para reanimar el espíritu abatido, para reanimar el corazón humillado.


Todo eso lo ha hecho mi mano, y así es como todo existió —oráculo del Señor—. En el pobre pongo mis ojos, en el abatido que respeta mis palabras.


Hizo justicia a pobres y desvalidos, ¿acaso no es eso conocerme? —oráculo del Señor—.


Así dice el Señor: Actuad conforme a derecho y justicia, liberad al desposeído de manos del opresor, no explotéis ni tratéis con violencia al inmigrante, al huérfano y a la viuda, ni derraméis sangre inocente en este lugar.


El que alardee, alardee de esto: de tener entendimiento y conocerme, de saber que yo soy el Señor, que pongo en práctica la fidelidad, la justicia y el derecho en el país. Estas son las cosas que me agradan —oráculo del Señor.


Es bueno esperar callado la salvación del Señor.


de modo que, al acordarte del pasado, te avergüences y, avergonzada, no vuelvas a abrir la boca, pues voy a perdonarte todo lo que has hecho —oráculo del Señor Dios.


Y si digo al malvado: «Eres reo de muerte», pero se arrepiente de sus pecados y comienza a practicar el derecho y la justicia:


El Señor es Dios del universo; su nombre es el Señor.


Porque quiero amor y no sacrificio, conocer a Dios y no holocaustos.


también yo me enfrentaré a ellos y los llevaré a la tierra de sus enemigos; entonces su corazón incircunciso se humillará y reconocerán su pecado.


Que fluya el derecho como agua y la justicia como un río inagotable.


Oíd al Señor que llama a la ciudad, —y es de sabios respetar su nombre—; escucha, pueblo y consejo de la ciudad.


Buscad al Señor vosotros, todos los humildes de la tierra, los que cumplís sus preceptos; practicad la justicia y buscad la humildad; tal vez esto os proteja en el día de la ira del Señor.


—Así dice el Señor del universo: Juzgad con justicia y equidad, y practicad con vuestros hermanos el amor y la fidelidad.


—Felices los de espíritu sencillo, porque suyo es el reino de los cielos.


Felices los misericordiosos, porque Dios tendrá misericordia de ellos.


Sin embargo, una sola es necesaria. María ha elegido la mejor parte y nadie se la arrebatará.


¡Ay de vosotros, fariseos, que ofrecéis a Dios el diezmo de la menta, de la ruda y de toda clase de hortalizas, pero no os preocupáis de mantener la justicia y el amor a Dios! Esto último es lo que deberíais hacer, aunque sin descuidar lo otro.


Jesús le contestó: —Amigo, ¿quién me ha puesto por juez o repartidor de herencias entre vosotros?


Sed compasivos, como también vuestro Padre es compasivo.


Pero si hago lo que detesto, estoy reconociendo que la ley es buena


Pero ¿y quién eres tú, mísero mortal, para exigir cuentas a Dios? ¿Le dice acaso la pieza de barro al alfarero: «Por qué me hiciste así»?


Porque ¿estás tú segura, mujer, de que conseguirías salvar a tu marido? Y tú, marido, ¿estás seguro de que salvarías a tu mujer?


Sed, en cambio, bondadosos y compasivos los unos con los otros, perdonándoos mutuamente como Dios os ha perdonado por medio de Cristo.


Obedecerás al Señor tu Dios y cumplirás los mandamientos y preceptos que yo te prescribo hoy.


Hoy te propongo que escojas entre la vida y la muerte, entre el bien y el mal.


Sois elegidos de Dios; él os ha consagrado y os ha otorgado su amor. Sed, pues, profundamente compasivos, benignos, humildes, pacientes y comprensivos.


¡Ojalá que nuestro Señor Jesucristo y nuestro Padre Dios que nos ha amado y que generosamente nos otorga un consuelo eterno y una espléndida esperanza,


¿No querrás enterarte, presuntuoso de ti, que la fe sin obras es estéril?


Ahora, pues, respetad al Señor y servidle con todo esmero y lealtad; quitad de en medio los dioses a los que dieron culto vuestros antepasados en Mesopotamia y en Egipto y rendid culto al Señor.


En fin, tened todos un mismo pensar, compartid penas y alegrías, portaos fraternalmente, sed misericordiosos y sencillos.


Por mi parte, Dios me libre de pecar contra el Señor, dejando de interceder por vosotros. Yo os enseñaré el camino bueno y recto.


Samuel respondió: —¿Acaso el Señor valora más los holocaustos y sacrificios que la obediencia a su palabra? Mira, la obediencia vale más que el sacrificio y la docilidad más que la grasa de carneros.


Swiv nou:

Piblisite


Piblisite