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Miqueas 3:12 - La Palabra (versión española)

12 Pues bien, por vuestra culpa Sion será arada como un campo, Jerusalén terminará en montón de piedras y el monte del Templo en cerro de espinos.

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Biblia Reina Valera 1960

12 Por tanto, a causa de vosotros Sion será arada como campo, y Jerusalén vendrá a ser montones de ruinas, y el monte de la casa como cumbres de bosque.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

12 Por causa de ustedes, el monte Sion quedará arado como un campo abierto; ¡Jerusalén será reducida a escombros! Un matorral crecerá en las cumbres, donde ahora se encuentra el templo.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

12 Pero precisamente por sus maldades Sión va a quedar como un potrero arado, Jerusalén será reducida a escombros y el cerro del Templo será cubierto por el bosque.

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La Biblia Textual 3a Edicion

12 Pues por vuestra culpa Sión será arada como un campo, Jerusalem se convertirá en un montón de ruinas, Y el Monte de la Casa en un cerro de maleza.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

12 Justamente por vuestra culpa, Sión será arada como un campo, Jerusalén reducida a un montón de ruinas y el monte del templo a un cerro de maleza.

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Miqueas 3:12
18 Referans Kwoze  

la tierra fértil en tierra estéril, por la maldad de quienes la habitan.


Oh Dios, los paganos han invadido tu heredad, han profanado tu santo Templo, han reducido Jerusalén a escombros;


Ved: el palacio abandonado, la ciudad bulliciosa vacía, la colina y la atalaya convertidas en montón eterno de ruinas: delicia para los asnos, pastizal para rebaños.


en los cabezos del campo. Voy a entregar al pillaje tu riqueza y tus tesoros pues pecabas en tus cerros, en todo tu territorio.


Pero si no escucháis estas palabras, lo juro por mí mismo —oráculo del Señor— que convertiré en ruinas este palacio».


Pues esto dice el Señor sobre el palacio del rey de Judá: Eres para mí como Galaad, como la cumbre del Líbano, pero juro que te convertiré en desierto; serán las ciudades lugares desprovistos de habitantes.


—Miqueas de Morasti profetizó en tiempos de Ezequías, rey de Judá, a toda la población de Judá, en estos términos: Así dice el Señor del universo: Sion será un campo arado, Jerusalén, un montón de ruinas, y el monte del Templo un cerro de maleza.


Por eso, así dice el Señor, Dios del universo, Dios de Israel: Voy a traer contra Judá y contra todos los habitantes de Jerusalén todas las desgracias que les anuncié, pues les hablé y no escucharon, los llamé y no respondieron.


—Así dice el Señor del universo, Dios de Israel: Vosotros sois testigos de las desgracias que he traído sobre Jerusalén y sobre todas las ciudades de Judá, que aún siguen arruinadas y deshabitadas,


Incendió el Templo del Señor, el palacio real y todas las casas de Jerusalén, pegando fuego a todos los edificios principales.


Haré de Jerusalén una ruina, la convertiré en cueva de chacales; arrasaré las ciudades de Judá, sin nadie que pueda habitarlas.


¿Quién es el sabio que puede entender esto? Que lo diga el que haya sido confidente del Señor. ¿Por qué está deshecho el país, abrasado, como desierto intransitable?


porque el monte Sion está asolado y por él merodean las raposas.


Pues bien, reduciré a Samaría a un montón de ruinas, a un campo donde se planten viñas. Haré rodar sus piedras hasta el valle y dejaré al descubierto sus cimientos.


Pero él les dijo: —¿Veis todo esto? Pues os aseguro que aquí no va a quedar piedra sobre piedra. ¡Todo será destruido!


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