Mateo 7:17 - La Palabra (versión española)

¹⁷ Todo árbol sano da buenos frutos, mientras que el árbol enfermo da frutos malos.

Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

¹⁷ Así, todo buen árbol da buenos frutos, pero el árbol malo da frutos malos.

Biblia Nueva Traducción Viviente

¹⁷ Un buen árbol produce frutos buenos y un árbol malo produce frutos malos.

Biblia Católica (Latinoamericana)

¹⁷ Lo mismo pasa con un árbol sano: da frutos buenos, mientras que el árbol malo produce frutos malos.

La Biblia Textual 3a Edicion

¹⁷ Así, todo árbol bueno da frutos buenos, pero el árbol malo da frutos malos.

Biblia Serafín de Ausejo 1975

¹⁷ Así, todo árbol bueno da frutos buenos, y el árbol podrido da frutos malos.

Mateo 7:17 Referans Kwoze

Salmos 1:3

Es como un árbol plantado junto al arroyo: da fruto a su tiempo y no se secan sus hojas; consigue todo cuanto emprende.

Isaías 61:3

a cubrirlos de honor en lugar de polvo, de perfume de fiesta en lugar de penas, de traje festivo en lugar de abatimiento. Los llamarán «robles fruto de la justicia», plantío para gloria del Señor.

Jeremías 11:19

Yo era un cordero llevado al matadero; no sabía que andaban maquinando mi muerte: «Destruyamos el árbol en pleno verdor, vamos a arrancarlo del mundo de los vivos, que su nombre no vuelva a ser mencionado».

Jeremías 17:8

Será un árbol plantado junto al agua, que alarga a la corriente sus raíces; no temerá la llegada del estío, mantendrá siempre verde su follaje. No le inquietará un año de sequía, ni dejará por eso de dar fruto.

Mateo 7:18

Por el contrario, el árbol sano no puede dar fruto malo, como tampoco puede dar buen fruto el árbol enfermo.

Efesios 5:9

cuyos frutos son la bondad, la rectitud y la verdad.

Filipenses 1:11

y seáis colmados de los frutos de salvación que otorga Jesucristo, para gloria y alabanza de Dios.

Colosenses 1:10

Vuestro estilo de vida será así totalmente digno y agradable al Señor, daréis fruto en toda suerte de obras buenas y creceréis en el conocimiento de Dios.

Judas 1:12

¡Ahí los tenéis! Son los que contaminan vuestras reuniones fraternales banqueteando desvergonzadamente y campando a sus anchas. Son nubes sin agua arrastradas por el viento; árboles en otoño, pero sin fruto, definitivamente secos, arrancados de raíz.