Biblia Todo Logo
Bib sou entènèt

- Piblisite -





Mateo 21:5 - La Palabra (versión española)

5 Decid a Jerusalén, la ciudad de Sion: Mira, tu Rey viene a ti lleno de humildad, montado en un asno, en un pollino, hijo de animal de carga.

Gade chapit la Kopi


Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

5 Decid a la hija de Sion: He aquí, tu Rey viene a ti, Manso, y sentado sobre una asna, Sobre un pollino, hijo de animal de carga.

Gade chapit la Kopi

Biblia Nueva Traducción Viviente

5 «Dile a la gente de Jerusalén: “Mira, tu Rey viene hacia ti. Es humilde y llega montado en un burro: montado en la cría de una burra”».

Gade chapit la Kopi

Biblia Católica (Latinoamericana)

5 Digan a la hija de Sión: 'Mira que tu rey viene a ti con toda sencillez, montado en una burra, un animal de carga.

Gade chapit la Kopi

La Biblia Textual 3a Edicion

5 Decid a la hija de Sión:° He aquí, tu Rey viene a ti, Manso, y sentado sobre un asna, y sobre un pollino, hijo de bestia de carga.°

Gade chapit la Kopi

Biblia Serafín de Ausejo 1975

5 Decid a la hija de Sión: mira que tu rey viene a ti, lleno de mansedumbre y montado en una asna y en un pollino, hijo de una bestia de carga.

Gade chapit la Kopi




Mateo 21:5
39 Referans Kwoze  

No se apartará de Judá el cetro, ni el bastón de mando de entre sus rodillas, hasta que llegue aquel a quien le pertenece y a quien obedecerán los pueblos.


El rey le preguntó: —¿Qué pretendes con eso? Y Sibá respondió: —Los burros son para que suba la familia del rey; los panes y los frutos, para que coman los muchachos; y el vino, para que beban los que desfallezcan en el desierto.


y él les dijo: —Tomad con vosotros a los servidores reales, subid a Salomón en mi propia mula y llevadlo a Guijón.


Salomón también reunió carros y caballos: llegó a tener mil cuatrocientos carros y doce mil caballos que guardaba en las ciudades con establos y junto al propio rey en Jerusalén.


para que pueda proclamar tus alabanzas y alegrarme en tu salvación a las puertas de Sion.


Gritad, vitoread, habitantes de Sion, que es grande entre vosotros el Santo de Israel.


Súbete a un monte encumbrado, tú que traes buenas nuevas a Sion. Alza luego con fuerza tu voz, tú que traes buenas nuevas a Jerusalén. Alza tu voz sin miedo, di a las ciudades de Judá: «Aquí tenéis a vuestro Dios.


El Señor proclama un mensaje hasta el confín de la tierra: Decid a la ciudad de Sion: «ya está aquí tu Salvador; con él llega su recompensa, viene precedido de su premio».


Yo, el Señor, seré su Dios; y David será su príncipe. Yo, el Señor, he hablado.


Mi siervo David será su rey: será un único pastor para todos ellos; se conducirán según mis leyes y respetarán y cumplirán mis normas.


Sin embargo a la casa de Judá la amaré y los salvaré por el honor del Señor su Dios. No los salvaré por medio de arco, espada o guerra, ni por medio de caballos o jinetes.


Por eso el Señor abandonará a los suyos hasta que dé a luz la que ha de dar a luz. Y el que aún quede de sus hermanos volverá a reunirse con el pueblo de Israel.


De Jacob saldrá el dominador que destruirá lo que quede de Ir.


¡Poned mi yugo sobre vosotros y aprended de mí, que soy sencillo y humilde de corazón! Así encontraréis descanso para vuestro espíritu,


que preguntaban: —¿Dónde está el rey de los judíos recién nacido? Nosotros hemos visto aparecer su estrella en el Oriente y venimos a adorarlo.


Tú, Belén, en el territorio de Judá, no eres en modo alguno la menor entre las ciudades importantes de Judá, pues de ti saldrá un caudillo que guiará a mi pueblo Israel.


Los discípulos fueron e hicieron lo que Jesús les había mandado.


Y, empezando por Moisés y siguiendo por todos los profetas, les explicó cada uno de los pasajes de las Escrituras que se referían a él mismo.


Natanael exclamó: —Maestro, tú eres el Hijo de Dios, tú eres el rey de Israel.


Por la dulzura y la bondad de Cristo os lo pido yo, Pablo, tan cobarde cuando estoy entre vosotros y tan valiente, en cambio, por carta.


El rey no deberá poseer una caballería numerosa ni hacer que el pueblo vuelva a Egipto para adquirir más caballos, pues el Señor dijo: «No volváis más por ese camino».


Tuvo cuarenta hijos y treinta nietos, que montaban setenta pollinos. Juzgó a Israel durante ocho años.


Los que cabalgáis en blancas asnas, los que os sentáis sobre las albardas, los que vais por el camino, cantad,


Swiv nou:

Piblisite


Piblisite