Lucas 9:50 - La Palabra (versión española)

⁵⁰ Jesús le contestó: —No se lo prohibáis, porque el que no está contra vosotros, está a vuestro favor.

Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

⁵⁰ Jesús le dijo: No se lo prohibáis; porque el que no es contra nosotros, por nosotros es.

Biblia Nueva Traducción Viviente

⁵⁰ Jesús le dijo: —¡No lo detengan! Todo el que no está en contra de ustedes está a su favor.

Biblia Católica (Latinoamericana)

⁵⁰ Pero Jesús le dijo: 'No se lo impidan, pues el que no está contra ustedes está con ustedes.

La Biblia Textual 3a Edicion

⁵⁰ Jesús le dijo: No se lo prohibáis, porque el que no está contra vosotros, está a favor de vosotros.°

Biblia Serafín de Ausejo 1975

⁵⁰ Pero Jesús le contestó: 'No se lo impidáis: que quien no está contra vosotros, a favor vuestro está'.

Lucas 9:50 Referans Kwoze

Mateo 12:30

El que no está a mi favor, está contra mí; el que conmigo no recoge, desparrama.

Mateo 17:24

Cuando llegaron a Cafarnaún, se dirigieron a Pedro los encargados de recaudar los impuestos del Templo y le preguntaron: —¿No paga vuestro Maestro el impuesto del Templo?

Mateo 17:26

Pedro contestó: —De los extranjeros. Y Jesús añadió: —Por tanto, los súbditos están exentos.

Marcos 9:38

Juan le dijo: —Maestro, hemos visto a uno que estaba expulsando demonios en tu nombre y se lo hemos prohibido, porque no es de los nuestros.

Marcos 9:41

Y el que os dé a beber un vaso de agua porque sois del Mesías, os aseguro que no quedará sin recompensa.

Lucas 11:23

El que no está a favor mío, está contra mí; el que conmigo no recoge, desparrama.

Lucas 16:13

Ningún criado puede servir a dos amos al mismo tiempo, porque aborrecerá al uno y apreciará al otro, o será fiel al uno y del otro no hará caso. No podéis servir al mismo tiempo a Dios y al dinero.

1 Corintios 12:3

Os hago saber al respecto que nadie impulsado por el Espíritu de Dios puede exclamar: «Maldito sea Jesús»; como tampoco nadie puede proclamar: «Jesús es Señor», si no es bajo la acción del Espíritu Santo.

Josué 9:14

Los israelitas, sin consultar previamente al Señor, aceptaron los obsequios que les traían los viajeros.