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Lucas 8:54 - La Palabra (versión española)

54 Jesús, tomándola de la mano, exclamó: —¡Muchacha, levántate!

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Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

54 Mas él, tomándola de la mano, clamó diciendo: Muchacha, levántate.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

54 Entonces Jesús la tomó de la mano y dijo en voz fuerte: «¡Niña, levántate!».

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Biblia Católica (Latinoamericana)

54 Jesús la tomó de la mano y le dijo: 'Niña, levántate.

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La Biblia Textual 3a Edicion

54 Pero Él, tomando su mano, clamó, diciendo: ¡Niña, levántate!

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

54 Pero él, tomándola de la mano, dijo en alta voz: 'Niña, levántate'.

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Lucas 8:54
15 Referans Kwoze  

no como la alianza que pacté con sus antepasados el día que los tomé de la mano para sacarlos del país de Egipto: ellos quebrantaron mi alianza, aunque yo los había desposado —oráculo del Señor—.


pero él, después que salió la gente, pasó adentro, tomó a la muchacha por la mano y ella se levantó.


Él entonces se acercó, la tomó de la mano e hizo que se levantara. Al instante le desapareció la fiebre y se puso a atenderlos.


Jesús tomó de la mano al ciego y lo condujo fuera de la aldea. Allí le untó los ojos con saliva, puso las manos sobre él y le preguntó: —¿Ves algo?


Pero Jesús lo tomó de la mano y lo levantó, y el muchacho quedó en pie.


Fueron, pues, a la casa, y Jesús entró, sin permitir que nadie lo acompañara, excepto Pedro, Juan, Santiago y los padres de la niña.


Pero todos se burlaban de Jesús porque sabían que la niña había muerto.


Y el espíritu volvió a la niña, que al instante se levantó. Y Jesús ordenó que le dieran de comer.


Dicho esto, exclamó con voz potente: —¡Lázaro, sal afuera!


Porque así como el Padre resucita a los muertos, dándoles vida, así también el Hijo da vida a los que quiere.


Pedro hizo salir a todos y, arrodillándose, se puso a orar. Se acercó después al cadáver y dijo: —¡Tabita, levántate! Ella abrió los ojos y, al ver a Pedro, se incorporó en el lecho.


como dice la Escritura: Te he constituido padre de muchos pueblos. Y lo es ante Dios en quien creyó, el Dios que infunde vida a los muertos y llama a la existencia a lo que no existe.


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