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Lucas 6:20 - La Palabra (versión española)

20 Entonces Jesús, mirando a sus discípulos, les dijo: —Felices vosotros los pobres, porque el reino de Dios es vuestro.

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Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

20 Y alzando los ojos hacia sus discípulos, decía: Bienaventurados vosotros los pobres, porque vuestro es el reino de Dios.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

20 Entonces Jesús se volvió hacia sus discípulos y les dijo: «Dios los bendice a ustedes, que son pobres, porque el reino de Dios les pertenece.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

20 El, entonces, levantó los ojos hacia sus discípulos y les dijo:

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La Biblia Textual 3a Edicion

20 Y levantando sus ojos hacia sus discípulos, decía: Bienaventurados los pobres, porque vuestro es el reino de Dios.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

20 Y él, levantando los ojos hacia sus discípulos, dijo: 'Bienaventurados los pobres, porque vuestro es el reino de Dios.

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Lucas 6:20
35 Referans Kwoze  

Es mejor la pobreza de un justo que la riqueza de muchos malvados;


Más vale rebajarse entre pobres que compartir botín de soberbios.


Más vale pobre de conducta recta que necio de labios perversos.


Otra vez la gente desgraciada gozará de la ayuda del Señor; los más pobres de la sociedad se alegrarán en el Santo de Israel.


Todo eso lo ha hecho mi mano, y así es como todo existió —oráculo del Señor—. En el pobre pongo mis ojos, en el abatido que respeta mis palabras.


En medio de ti dejaré como resto un pueblo de gente pobre y humilde, que buscará protección en mi nombre.


Quedó, pues, roto el pacto en aquel día y los tratantes de ovejas, que estaban observándome, reconocieron que era el Señor quien hablaba.


los ciegos ven, los cojos andan, los leprosos quedan limpios, los sordos oyen, los muertos resucitan y a los pobres se les anuncia el evangelio.


Luego el rey dirá a los unos: «Venid, benditos de mi Padre; recibid en propiedad el reino que se os ha preparado desde el principio del mundo.


Cuando Jesús vio todo aquel gentío, subió al monte y se sentó. Se le acercaron sus discípulos,


No tengas miedo, pequeño rebaño, que es voluntad de vuestro Padre daros el reino.


Allí lloraréis y os rechinarán los dientes cuando veáis a Abrahán, a Isaac, a Jacob y a todos los profetas en el reino de Dios, mientras vosotros sois arrojados afuera.


Al oír esto, uno de los que estaban sentados a la mesa dijo a Jesús: —¡Feliz aquel que sea invitado a comer en el reino de Dios!


Abrahán le contestó: «Amigo, recuerda que durante tu vida terrena recibiste muchos bienes, y que Lázaro, en cambio, solamente recibió males. Pues bien, ahora él goza aquí de consuelo y a ti te toca sufrir.


El Espíritu del Señor está sobre mí, porque me ha consagrado para llevar a los pobres la buena noticia de la salvación; me ha enviado a anunciar la libertad a los presos y a dar vista a los ciegos; a liberar a los oprimidos


animando de paso a los creyentes y exhortándolos a permanecer firmes en la fe: «Para entrar en el reino de Dios —les advertían— nos es necesario pasar por muchos sufrimientos».


Nos imaginan tristes, y estamos siempre alegres; parecemos pobres, y enriquecemos a muchos; damos la impresión de no tener nada, y lo tenemos todo.


Porque, a pesar de las muchas tribulaciones que han soportado, su alegría es tanta que han convertido su extrema pobreza en derroche de generosidad.


Ya conocéis cuál fue la generosidad de nuestro Señor Jesucristo: siendo rico como era, se hizo pobre por vosotros para enriqueceros con su pobreza.


Por vuestra parte, seguisteis nuestro ejemplo y el del Señor al recibir la palabra en medio de grandes dificultades, pero con la alegría que proporciona el Espíritu Santo.


y que son una señal del justo juicio de Dios que quiere haceros dignos del reino por el cual ahora sufrís.


Dichoso quien resiste la prueba pues, una vez acrisolado, recibirá como corona la vida que el Señor ha prometido a quienes lo aman.


Escuchad, hermanos míos queridos: Dios ha elegido a los pobres del mundo para hacerlos ricos en la fe y herederos del reino que prometió a los que lo aman.


—Conozco tus angustias y tu pobreza. Sin embargo, eres rico. Conozco también las calumnias de quienes presumen de judíos, y no son más que una sinagoga de Satanás.


saca del lodo al miserable, levanta de la basura al pobre para sentarlo entre los príncipes y adjudicarle un puesto de honor. Del Señor son los pilares de la tierra y sobre ellos cimentó el universo.


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