Lucas 1:42 - La Palabra (versión española)

⁴² y exclamó con gritos alborozados: —¡Dios te ha bendecido más que a ninguna otra mujer, y ha bendecido también al hijo que está en tu vientre!

Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

⁴² y exclamó a gran voz, y dijo: Bendita tú entre las mujeres, y bendito el fruto de tu vientre.

Biblia Nueva Traducción Viviente

⁴² Elisabet dio un grito de alegría y le exclamó a María: —Dios te ha bendecido más que a todas las mujeres, y tu hijo es bendito.

Biblia Católica (Latinoamericana)

⁴² y exclamó en alta voz: '¡Bendita tú eres entre las mujeres y bendito el fruto de tu vientre!'

La Biblia Textual 3a Edicion

⁴² Y exclamó a gran voz, y dijo: ¡Bendita tú entre las mujeres, y bendito el fruto de tu vientre!

Biblia Serafín de Ausejo 1975

⁴² y exclamó a voz en grito: '¡Bendita tú entre las mujeres y bendito el fruto de tu vientre!

Lucas 1:42 Referans Kwoze

Génesis 22:18

y, puesto que me has obedecido, todas las naciones de la tierra serán bendecidas por medio de tu descendencia.

Salmos 21:6

le otorgas bendiciones eternas, lo llenas, junto a ti, de alegría.

Salmos 45:2

Tú eres el más bello de los hombres, en tus labios la gracia se derrama, por eso Dios te bendice por siempre.

Lucas 1:28

El ángel entró en el lugar donde estaba María y le dijo: —Alégrate, favorecida de Dios. El Señor está contigo.

Lucas 1:41

Y sucedió que, al oír Elisabet el saludo de María, el niño que llevaba en su vientre saltó de alegría. Elisabet quedó llena del Espíritu Santo,

Lucas 1:43

Pero ¿cómo se me concede que la madre de mi Señor venga a visitarme?

Lucas 1:48

porque ha puesto sus ojos en mí que soy su humilde esclava. De ahora en adelante todos me llamarán feliz,

Lucas 19:38

decían: —¡Benditoel Rey que viene en el nombre del Señor! ¡Paz en el cielo y gloria al Dios Altísimo!

Romanos 9:5

son suyos los patriarcas y de ellos, en cuanto hombre, procede Cristo, que es Dios sobre todas las cosas, bendito por siempre. Amén.

Hebreos 12:2

Hagámoslo con los ojos puestos en Jesús, origen y plenitud de nuestra fe. Jesús, que, renunciando a una vida placentera, afrontó sin acobardarse la ignominia de la cruz y ahora está sentado junto al trono de Dios.

Jueces 5:24

Bendita entre las mujeres Jael, mujer de Jéber, el quenita; bendita sea entre las mujeres que habitan en tiendas.