Biblia Todo Logo
Bib sou entènèt

- Piblisite -





Levítico 26:41 - La Palabra (versión española)

41 también yo me enfrentaré a ellos y los llevaré a la tierra de sus enemigos; entonces su corazón incircunciso se humillará y reconocerán su pecado.

Gade chapit la Kopi


Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

41 yo también habré andado en contra de ellos, y los habré hecho entrar en la tierra de sus enemigos; y entonces se humillará su corazón incircunciso, y reconocerán su pecado.

Gade chapit la Kopi

Biblia Nueva Traducción Viviente

41 Cuando yo haga que su hostilidad se vuelva contra ellos y los lleve a la tierra de sus enemigos, entonces, por fin, su obstinado corazón será humillado y pagarán por sus pecados.

Gade chapit la Kopi

Biblia Católica (Latinoamericana)

41 y que yo también me enfrenté con ellos y los desterré al país de sus enemigos. ¡Ojalá que se humillen los corazones incircuncisos y acepten el castigo de su maldad!

Gade chapit la Kopi

La Biblia Textual 3a Edicion

41 Yo también tuve que andar en oposición con ellos, y llevarlos a la tierra de sus enemigos. Entonces se humillará su corazón incircunciso y entonces aceptarán el castigo de su iniquidad.

Gade chapit la Kopi

Biblia Serafín de Ausejo 1975

41 Por eso me opuse yo a ellos y los expulsé a la tierra de sus enemigos. Entonces se humillará su corazón incircunciso y expiarán su iniquidad.

Gade chapit la Kopi




Levítico 26:41
39 Referans Kwoze  

—¿Has visto cómo se ha humillado Ajab ante mí? Por haberse humillado así, no lo castigaré mientras viva. Castigaré a su familia en vida de su hijo.


Por haberse arrepentido, el Señor apaciguó su ira y no los destruyó totalmente, de suerte que Judá siguió disfrutando de prosperidad.


Pero se arrepintió de su orgullo, junto con los habitantes de Jerusalén, por lo que la cólera del Señor no llegó a estallar contra ellos en vida de Ezequías.


Su oración y la escucha divina, todos sus pecados e infidelidades, los lugares donde construyó santuarios locales y erigió columnas e ídolos antes de convertirse, están escritos en la historia de Jozay.


Sin embargo, no se humilló ante el Señor, como había hecho su padre Manasés, sino que multiplicó sus culpas.


Pues bien, después de todo lo que nos ha pasado a causa de nuestras malas acciones y de nuestra gran culpa, tú, ¡oh Dios nuestro!, no nos has castigado como merecían nuestras iniquidades, sino que nos has concedido ser este resto que ahora somos.


¡Oh Señor, Dios de Israel!, eres justo pues has permitido que sobreviva este resto que ahora somos. Aquí estamos ante ti con nuestras culpas; son ellas precisamente las que nos impiden permanecer en tu presencia.


Te has portado justamente en cuanto nos ha sucedido; tú has actuado rectamente, nosotros hemos sido los perversos.


Guardo silencio, no abro mi boca, porque eres tú quien lo ha hecho.


Moisés y Aarón se presentaron ante el faraón y le dijeron: —Esto dice el Señor, Dios de los hebreos: ¿Hasta cuándo te negarás a humillarte ante mí y a dejar salir a mi pueblo para que me rinda culto?


Circuncidaos para el Señor, extirpad el prepucio de vuestros corazones, gente de Judá y de Jerusalén; para que no estalle mi ira como fuego y arda sin que nadie la extinga, a causa de vuestras malas acciones.


¿A quién me voy a dirigir, a quién conjuraré para que me escuchen? ¡Si tienen un oído incircunciso, incapaz de prestar atención! ¡Si consideran la palabra del Señor vergüenza, porque no les agrada!


Encontraréis explicación al ver su conducta y sus acciones, y reconoceréis que lo que he hecho contra ella no ha carecido de motivos —oráculo del Señor Dios mi Dios.


Allí recordaréis vuestra antigua conducta, todas las acciones con las que os contaminasteis; y os daréis asco a vosotros mismos por todas las maldades que cometisteis.


Habéis permitido que extranjeros incircuncisos de corazón y de cuerpo entren en mi santuario para profanarlo cuando me ofrecéis pan, grasa y sangre. Habéis roto mi alianza con esas vuestras prácticas abominables


Esto dice el Señor Dios: Ningún extranjero incircunciso de corazón y de cuerpo entrará en mi santuario, ningún extranjero que habite entre los israelitas.


se acordarán de mí en esas naciones adonde vayan deportados. Haré trizas su corazón adúltero, que se apartó de mí, y arrancaré sus ojos, que se prostituyeron con sus ídolos. Tendrán entonces asco de sí mismos, por las maldades que cometieron, por todas sus acciones abominables.


yo también me enfrentaré con vosotros y os azotaré todavía siete veces por vuestras transgresiones.


yo me enfrentaré contra vosotros con ira y os castigaré también siete veces más por vuestras transgresiones:


La persona en cuestión confesará el pecado que cometió, compensará el daño en su totalidad, añadirá a ello la quinta parte y se lo entregará a quien perjudicó.


Al que se ensalce a sí mismo, Dios lo humillará; pero al que se humille a sí mismo, Dios lo ensalzará.


Porque a todo el que se ensalce a sí mismo, Dios lo humillará; pero al que se humille a sí mismo, Dios lo ensalzará.


Os digo que este recaudador de impuestos volvió a casa con sus pecados perdonados; el fariseo, en cambio, no. Porque Dios humillará a quien se ensalce a sí mismo; pero ensalzará a quien se humille a sí mismo.


Vosotros, gente testaruda, de corazón empedernido y oídos sordos, siempre habéis ofrecido resistencia al Espíritu Santo. Como vuestros antepasados, así sois vosotros.


En Cristo Jesús, en efecto, da lo mismo estar circuncidados que no estarlo; lo que cuenta es la fe, que actúa por medio del amor.


Por eso, abrid vuestro corazón a Dios y no seáis tercos;


El Señor tu Dios te dará un corazón fiel a ti y a tus descendientes, para que lo ames con todo tu corazón y con toda tu alma, y así tengas vida.


Pero cuando le sobrevengan desgracias y calamidades sin número, este cántico será un testimonio que los acusará, porque sus descendientes lo recordarán y lo recitarán. Y es que conozco sus malas intenciones, aun antes de introducirle en la tierra que juré darle.


¡Nosotros somos los auténticos circuncidados! ¡Nosotros los que ofrecemos un culto nacido del Espíritu divino! ¡Nosotros los que estamos orgullosos de Cristo Jesús y no hemos puesto en algo humano nuestra confianza!


Por vuestra unión con Cristo estáis circuncidados; no en sentido físico, sino con la circuncisión de Cristo, que es la que os despoja de vuestras desordenadas apetencias humanas.


Swiv nou:

Piblisite


Piblisite