Levítico 23:42 - La Palabra (versión española)

⁴² Durante siete días habitaréis en tiendas de campaña; todo nacido en el país de Israel habitará en tiendas,

Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

⁴² En tabernáculos habitaréis siete días; todo natural de Israel habitará en tabernáculos,

Biblia Nueva Traducción Viviente

⁴² Durante siete días deberás vivir en pequeñas enramadas. Todos los israelitas de nacimiento deberán vivir en enramadas.

Biblia Católica (Latinoamericana)

⁴² Durante siete días ustedes vivirán en chozas; todos los hijos de Israel vivirán en chozas,

La Biblia Textual 3a Edicion

⁴² Siete días moraréis en tabernáculos. Todo natural de Israel morará en tabernáculos,

Biblia Serafín de Ausejo 1975

⁴² Por siete días habitaréis en cabañas; todos los naturales de Israel morarán en cabañas,

Levítico 23:42 Referans Kwoze

Génesis 33:17

Por su parte, Jacob se dirigió a Sucot y allí construyó una casa para él y cobertizos para su ganado. Por eso Sucot es el nombre de aquel lugar.

Jeremías 35:10

y habitamos en tiendas, obedeciendo y haciendo todo lo que nos mandó nuestro antepasado Jonadab.

Oseas 12:10

Pero yo que soy el Señor, tu Dios, desde que estabas en Egipto, haré que vivas de nuevo en tiendas de campaña como en los días del encuentro.

Oseas 12:9

Y Efraín dice: «Me he hecho rico, he conseguido una fortuna; en todas mis ganancias nadie podrá acusarme de pecado».

Levítico 23:34

—Habla a los israelitas y diles: El día quince de este séptimo mes tendrá lugar la Fiesta de las Tiendas en honor del Señor, una fiesta que durará siete días.

Levítico 23:41

Cada año, en el séptimo mes, celebraréis fiesta en honor del Señor; será esta una norma perpetua para las futuras generaciones.

Números 24:2

Pero cuando Balaán alzó sus ojos y vio a Israel acampado tribu por tribu, el espíritu de Dios vino sobre él

Números 24:5

¡Cuán hermosas son tus tiendas, Jacob, tus asentamientos, Israel!

2 Corintios 5:1

Sabemos, además, que aunque se desmorone esta tienda corporal que nos sirve de morada terrestre, Dios nos tiene preparada en el cielo una morada eterna, no construida por manos humanas.