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Levítico 23:2 - La Palabra (versión española)

2 —Habla a los israelitas y diles: Estas son mis fiestas, las fiestas dedicadas al Señor en las que convocaréis asambleas sagradas:

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Biblia Reina Valera 1960

2 Habla a los hijos de Israel y diles: Las fiestas solemnes de Jehová, las cuales proclamaréis como santas convocaciones, serán estas:

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Biblia Nueva Traducción Viviente

2 «Da las siguientes instrucciones al pueblo de Israel. Estos son los festivales establecidos por el Señor, los cuales ustedes proclamarán como días oficiales de asamblea santa.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

2 Habla a los hijos de Israel y diles: Estas son las fiestas de Yavé para las cuales se convocará una asamblea santa:

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La Biblia Textual 3a Edicion

2 Habla a los hijos de Israel y diles: Estas son las fiestas solemnes de YHVH en las cuales proclamaréis santas convocaciones. Estos son mis tiempos señalados:

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

2 'Di a los israelitas: éstas son las solemnidades de Yahveh, en las que convocaréis como para asambleas santas. Éstas son mis solemnidades'.

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Levítico 23:2
28 Referans Kwoze  

A continuación ordenó: —Anunciad una celebración solemne en honor de Baal.


y ofrecer siempre en presencia del Señor los holocaustos de los sábados, lunas nuevas y fiestas, según sus números y ritos respectivos.


Mira, yo voy a construir un Templo en honor del Señor mi Dios, para consagrarlo a él y quemarle incienso perfumado, colocar los panes de la ofrenda y ofrecerle los holocaustos matutinos y vespertinos, los de los sábados, los de primeros de mes y los de las demás fiestas del Señor nuestro Dios, como es costumbre inmemorial en Israel.


Así que decidieron hacer correr la voz por todo Israel, desde Berseba hasta Dan, para que acudiesen a Jerusalén a celebrar la Pascua del Señor, Dios de Israel, pues muchos no lo hacían como estaba prescrito.


A partir de ese momento ofrecieron también el sacrificio perpetuo, los de la luna nueva, los de todas las solemnidades dedicadas al Señor y los de cualquiera que presentase espontáneamente su ofrenda al Señor.


tocad la trompeta en el novilunio, en luna llena, el día de nuestra fiesta.


Cuando Aarón vio esto, construyó un altar delante del becerro y proclamó: —Mañana será un día de fiesta en honor del Señor.


Mira a Sion, ciudad de nuestras fiestas; tus ojos contemplarán Jerusalén, morada tranquila, tienda inamovible: sus estacas no serán arrancadas, sus cuerdas no serán aflojadas.


De luto están las calzadas de Sion, sin peregrinos; sus puertas están en ruinas y sus sacerdotes gimen; sus doncellas se lamentan y ella padece amargura.


Cuando haya un pleito, presidirán el juicio y decidirán de acuerdo con mis disposiciones. En todas las fiestas dedicadas a mí aplicarán mis leyes y mis normas; santificarán mis sábados.


Por eso, volveré a recoger mi trigo a su tiempo, mi vino nuevo en su sazón, y le quitaré mi lana y mi lino que le di para cubrir su desnudez.


Promulgad un ayuno, convocad una asamblea, reunid a los ancianos y a todos los que habitan el país en el Templo del Señor, vuestro Dios, y clamad al Señor.


¡Tocad la trompeta en Sion! Decretad un ayuno, convocad una asamblea;


Convocaréis ese mismo día una asamblea santa y no haréis ningún tipo de trabajo; será esta una norma perpetua para las futuras generaciones dondequiera que habitéis.


Estas son las fiestas establecidas en honor del Señor; convocaréis en ellas asambleas sagradas y presentaréis ofrendas al Señor: holocaustos, ofrendas de cereal, sacrificios y libaciones, cada cosa a su debido tiempo.


Además, estas son las fiestas dedicadas al Señor, las convocatorias sagradas que celebraréis en los tiempos establecidos:


De este modo Moisés promulgó a los israelitas las fiestas establecidas en honor del Señor.


Y en vuestros días de fiesta, en las solemnidades y novilunios, tocaréis las trompetas en el momento de ofrecer vuestros holocaustos, y vuestros sacrificios de comunión. Eso servirá para que vuestro Dios se acuerde de vosotros. Yo soy el Señor, vuestro Dios.


Estas son las ofrendas que presentaréis al Señor en vuestras fiestas solemnes, además de las ofrendas que hagáis voluntariamente o en virtud de una promesa, sean holocaustos, ofrendas de cereal, libaciones o sacrificios de comunión.


Después de esto, Jesús subió a Jerusalén con motivo de una fiesta judía.


Porque quiero que sepáis la dura lucha que sostengo por vosotros, por los de Laodicea y por tantos otros que no me conocen personalmente.


Que nadie, pues, os critique por cuestiones de comida o de bebida, ni por lo que respecta a celebraciones, novilunios o sábados.


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