Levítico 14:43 - La Palabra (versión española)

⁴³ Y si, después que se arrancaron las piedras, se raspó la casa y se volvió a revocar, salen nuevas manchas,

Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

⁴³ Y si la plaga volviere a brotar en aquella casa, después que hizo arrancar las piedras y raspar la casa, y después que fue recubierta,

Biblia Nueva Traducción Viviente

⁴³ »Sin embargo, si el moho vuelve a aparecer después de que todas las piedras hayan sido reemplazadas y las paredes hayan sido raspadas y recubiertas con yeso,

Biblia Católica (Latinoamericana)

⁴³ Si la mancha vuelve a extenderse por la casa después de haber arrancado las piedras y de haberlas raspado y revocado,

La Biblia Textual 3a Edicion

⁴³ Pero si, después de haber arrancado las piedras y raspado y revocado la casa, la infección irrumpe otra vez en la casa,

Biblia Serafín de Ausejo 1975

⁴³ Si la mancha reaparece y se propaga en la casa después de quitadas las piedras y de haberla raspado y encalado de nuevo,

Levítico 14:43 Referans Kwoze

Ezequiel 24:13

He intentado purificarte de tu impureza y tú no te has dejado; pues bien, no quedarás limpia hasta que descargue mi cólera en ti.

Levítico 14:42

Pondrán otras piedras en lugar de las que se quitaron y revocarán nuevamente con barro el interior de la casa.

Levítico 14:44

entonces el sacerdote volverá a examinarla: si resulta que las manchas se han extendido por toda la casa, es un caso de lepra maligna en la casa; la casa es impura:

Levítico 14:48

Pero si el sacerdote entra y, al examinar la casa, observa que las manchas no se han extendido después que la casa fue revocada, declarará pura la casa, porque la infección ha desaparecido.

2 Pedro 2:20

En efecto, si los que han sido liberados de la corrupción del mundo, al haber conocido a nuestro Señor y Salvador Jesucristo, se dejan de nuevo enredar y atrapar en ella, su situación final resulta peor que la primera.

2 Pedro 2:22

A ellos se aplica la verdad de aquel proverbio: «El perro vuelve a su propio vómito» y «La cerda recién lavada vuelve a revolcarse en el cieno».

Judas 1:12

¡Ahí los tenéis! Son los que contaminan vuestras reuniones fraternales banqueteando desvergonzadamente y campando a sus anchas. Son nubes sin agua arrastradas por el viento; árboles en otoño, pero sin fruto, definitivamente secos, arrancados de raíz.