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Levítico 1:3 - La Palabra (versión española)

3 Si su ofrenda para el holocausto es de ganado mayor, ofrecerá un macho sin defecto alguno; lo ofrecerá a la entrada de la Tienda del encuentro para que sea agradable al Señor.

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Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

3 Si su ofrenda fuere holocausto vacuno, macho sin defecto lo ofrecerá; de su voluntad lo ofrecerá a la puerta del tabernáculo de reunión delante de Jehová.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

3 »Si el animal que ofreces como ofrenda quemada es de la manada, debe ser un macho que no tenga ningún defecto. Llévalo a la entrada del tabernáculo para que seas aceptado por el Señor.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

3 Si quiere ofrecer un holocausto, es decir una víctima totalmente quemada, presentará a la entrada de la Tienda de las Citas el macho sin defecto que haya escogido, y así su sacrificio será agradable a Yavé.

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La Biblia Textual 3a Edicion

3 Si su ofrenda es un holocausto del ganado, ofrecerá un macho sin defecto. Lo traerá a la entrada de la Tienda de Reunión, para que sea acepto en favor suyo ante YHVH.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

3 Si su ofrenda es un holocausto de ganado mayor, ofrecerá un macho sin defecto; lo ofrecerá a la entrada de la tienda del encuentro para que sea grato a Yahveh.

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Levítico 1:3
79 Referans Kwoze  

Al levantar la vista, Abrahán vio un carnero enredado por los cuernos en los matorrales. Fue entonces, tomó el carnero y lo ofreció en holocausto en sustitución de su hijo.


Y Dios le dijo: —Toma a tu hijo, el único que tienes y al que tanto amas, a Isaac, dirígete a la región de Moriá y, una vez allí, ofrécemelo en holocausto, en un monte que yo te indicaré.


Abrahán respondió: —Hijo mío, Dios proveerá el cordero para el holocausto. Y continuaron caminando juntos.


Noé construyó un altar al Señor, tomó animales y aves de toda especie pura, y los ofreció en holocausto sobre el altar.


El número de víctimas que la comunidad ofreció al Señor en holocausto fue de setenta toros, cien carneros y doscientos corderos.


separaban las partes que debían ser quemadas y las entregaban a los grupos de familias del pueblo para ofrecerlas a Dios, tal y como está escrito en el libro de Moisés. Y lo mismo hicieron con los novillos.


Tu pueblo se te ofrecerá cuando se manifieste tu poder; con sagrado esplendor, desde el seno de la aurora, como rocío te he engendrado.


Quiero hacer tu voluntad, tu ley llevo en mis entrañas».


El cordero deberá ser de un año, macho y sin ningún defecto. Podrá ser cordero o cabrito.


Después mandó a algunos jóvenes israelitas ofrecer holocaustos e inmolar los novillos como sacrificios de comunión en honor del Señor.


y dejarás que todo se queme completamente sobre el altar. Este es un holocausto para el Señor, una ofrenda quemada cuyo olor le agrada.


Después conducirás a Aarón y a sus hijos a la entrada de la Tienda del encuentro y los lavarás con agua.


Las generaciones futuras deberán ofrecer perpetuamente este holocausto, que tendrá lugar a la entrada de la Tienda del encuentro, porque es allí donde yo me encontraré contigo para hablarte.


Al día siguiente madrugaron y ofrecieron holocaustos y sacrificios de comunión. Después se sentaron a comer y beber y, al finalizar, se levantaron a divertirse.


todos los que se sintieron movidos por un impulso de generosidad volvieron con ofrendas al Señor para que se construyera la Tienda del encuentro, para todo su servicio y para las vestiduras sagradas.


Tanto los hombres como las mujeres que sintieron el impulso de ayudar libremente en la obra que el Señor había ordenado a Moisés, trajeron su ofrenda voluntariamente al Señor.


Recoged entre vosotros una ofrenda para el Señor. El que quiera ser generoso que traiga para el Señor oro, plata, bronce;


y personalmente les entregó todas las ofrendas que los israelitas habían donado para la realización del santuario. Pero como día tras día el pueblo seguía llevando ofrendas voluntarias,


Con madera de acacia, hizo el altar de los holocaustos. Su forma era cuadrada y medía dos metros y medio por cada lado y metro y medio de alto.


¿Qué utilidad me reportan vuestros abundantes sacrificios? —dice el Señor—. Estoy harto de holocaustos de carneros, de la enjundia de cebones; no me agrada la sangre de novillos, de corderos y machos cabríos.


Pues en mi monte santo, en el excelso monte de Israel —oráculo del Señor Dios—, me servirá el pueblo entero de Israel, todo el que habita en esta tierra. Allí los acogeré gustosamente, y allí buscaré vuestras ofrendas y las primicias de vuestros dones, siempre que me queráis consagrar algo.


En el propio vestíbulo había unas mesas, dos a cada lado. Eran usadas para degollar a las víctimas de los holocaustos y de los sacrificios expiatorios y penitenciales.


Si su ofrenda para el holocausto es de ganado menor, corderos o cabritos, ofrecerá un macho sin defecto alguno.


El día octavo tomará dos corderos sin defecto alguno y una cordera de un año, también sin defecto alguno, junto con seis kilos de flor de harina amasada con aceite para la ofrenda de cereal y un cuarto de litro de aceite.


Luego tomará los dos machos cabríos y los presentará ante el Señor, a la entrada de la Tienda del encuentro;


y no lo lleve a la entrada de la Tienda del encuentro para presentarlo como ofrenda al Señor ante su morada, será considerado culpable de derramamiento de sangre y, por haber derramado sangre, será extirpado de su pueblo.


Asimismo les dirás: Cualquier israelita o extranjero residente entre vosotros que ofrezca un holocausto o un sacrificio,


y no lo traiga para ofrecerlo al Señor a la entrada de la Tienda del encuentro, será igualmente extirpado de su pueblo.


Y el mismo día en que ofrezcáis la gavilla, ofreceréis un cordero de un año, sin defecto alguno, en holocausto al Señor


Además del pan, ofreceréis en holocausto al Señor siete corderos de un año, sin defecto alguno, un novillo y dos carneros con sus respectivas ofrendas de cereal y sus libaciones, ofrenda de olor grato al Señor.


Cuando se ofrece al Señor un sacrificio de comunión con ganado mayor, sea macho o hembra, el animal no deberá tener defecto alguno.


y los líderes de la comunidad pondrán sus manos sobre la cabeza del novillo en presencia del Señor, degollándolo seguidamente ante el Señor.


tan pronto como se le dé a conocer el pecado que ha cometido, presentará como ofrenda un macho cabrío sin defecto alguno.


Si es el sacerdote ungido el que ha pecado, haciendo con ello culpable al pueblo, ofrecerá al Señor un novillo sin defecto alguno como ofrenda de purificación por el pecado que ha cometido.


Si es un cordero lo que presenta como ofrenda por el pecado, deberá ser una hembra sin defecto alguno.


—Cuando alguien cometa un sacrilegio defraudando (aunque sea inadvertidamente) en lo que respecta a las cosas sagradas del Señor, ofrecerá al Señor como sacrificio de reparación por su pecado un carnero de sus rebaños que no tenga ningún defecto, convenientemente valorado en siclos de plata de los utilizados en el santuario.


Traerá, pues, al sacerdote como ofrenda de reparación, un carnero de sus rebaños que no tenga defecto alguno y valorado según se estime. El sacerdote hará la expiación por la falta cometida aunque haya sido sin darse cuenta, y esa persona quedará perdonada.


—Da estas órdenes a Aarón y a sus hijos: Este es el ritual del holocausto: el holocausto estará sobre el altar encima de las brasas toda la noche hasta la mañana, tiempo en el que el fuego del altar deberá permanecer encendido.


Se tomará un puñado de flor de harina de la ofrenda de cereal, junto con el aceite y con todo el incienso que corresponda a la ofrenda, y lo quemará sobre el altar como porción simbólica de olor grato al Señor.


Si es un sacrificio voluntario o en cumplimiento de un voto, la carne de la víctima será comida el mismo día en que se ofrece; lo que sobre podrá comerse al día siguiente;


Luego hizo traer el carnero del holocausto, sobre cuya cabeza pusieron las manos Aarón y sus hijos.


Lavó con agua las vísceras y las patas y, tal como el Señor se lo había ordenado, quemó todo el carnero sobre el altar, como holocausto de olor grato ofrecido al Señor.


y dijo a Aarón: —Toma un novillo para ofrenda de purificación y un carnero para holocausto, ambos sin defecto alguno, y ofrécelos ante el Señor.


¡Dirígete, espada, contra mi pastor, haz frente a mi ayudante! —oráculo del Señor del universo—. Hiere al pastor y se dispersará el rebaño; incluso a los más pequeños golpearé.


Maldito el tramposo que, teniendo un macho sano en su rebaño y habiendo hecho un voto, sacrifica uno dañado al Señor. Yo soy el Gran Rey —dice el Señor del universo— y mi nombre es respetado entre las naciones.


si presentáis una ofrenda de vacas o de ovejas al Señor, sea en holocausto, o como sacrificio, bien en cumplimiento de una promesa, bien como ofrenda voluntaria o bien con motivo de vuestras fiestas solemnes, para que sea grata al Señor procederéis así:


Cuando ofrezcas un novillo en holocausto o como sacrificio en cumplimiento de una promesa, o como sacrificio de comunión al Señor,


—Esta es la disposición legal que el Señor establece: Di a los israelitas que te traigan una vaca roja, sin defecto ni imperfección alguna y sobre la cual no se haya puesto yugo.


No es Dios un ser humano para que pueda mentir, ni es mortal para cambiar de opinión. ¿Dirá algo y no lo hará? ¿Prometerá y no lo cumplirá?


Dijo entonces Balac a Balaán: —Ven, te llevaré a otro lugar. Quizás le parecerá bien a Dios que los maldigas de mi parte desde allí.


Luego Balaán dijo a Balac: —Quédate junto a tu holocausto mientras yo me retiro por si el Señor quiere manifestárseme; si es así, te comunicaré cualquiera cosa que me revele. Se fue Balaán hacia una colina sin vegetación


Así lo hizo Balac, tal como Balaán le dijo, ofreciendo un becerro y un carnero en cada altar.


Cada primer día del mes ofreceréis en holocausto al Señor dos becerros, un carnero y siete corderos de un año sin defecto alguno.


Presentaréis como ofrenda sacrificial en holocausto al Señor, dos becerros, un carnero y siete corderos de un año, todos sin defecto alguno.


Presentaréis las ofrendas con sus correspondientes libaciones, además del holocausto diario acompañado de su ofrenda de cereal. Los animales ofrecidos no tendrán defecto alguno.


Como holocausto, en ofrenda sacrificial de olor grato al Señor, ofreceréis trece becerros, dos carneros y catorce corderos de un año, todos sin defecto alguno.


Como holocausto de olor grato al Señor, ofreceréis un becerro, un carnero y siete corderos de un año sin defecto alguno.


El ángel le contestó: —El Espíritu Santo vendrá sobre ti y el poder del Dios Altísimo te envolverá. Por eso, el niño que ha de nacer será santo, será Hijo de Dios.


y, al ver a Jesús que pasaba por allí, dijo: —Ahí tenéis al Cordero de Dios.


Entonces Jesús les dijo: —Os aseguro que yo soy la puerta del aprisco.


Yo soy la puerta verdadera. Todo el que entre en el aprisco por esta puerta, estará a salvo; entrará y saldrá libremente y siempre encontrará su pasto.


Si la disposición es buena, a nadie se le piden imposibles; lo que dé es bien recibido.


Dé cada uno según le dicte su conciencia, pero no a regañadientes o por compromiso, pues Dios ama a quien da con alegría.


Unos y otros, gracias a él y unidos en un solo Espíritu, tenemos abierto el camino que conduce al Padre.


Se preparó así una Iglesia radiante, sin mancha, ni arruga, ni nada semejante; una Iglesia santa e inmaculada.


Allí ofrecerás tus holocaustos: la carne y la sangre, sobre el altar del Señor tu Dios. Comerás la carne, pero la sangre la derramarás sobre el altar del Señor tu Dios.


Pero si el animal tiene algún defecto: es cojo, ciego o tiene cualquier otra falta, no lo presentarás en sacrificio al Señor tu Dios.


No inmolarás al Señor tu Dios ningún toro u oveja que tenga algún defecto o falta, porque eso sería una abominación para el Señor tu Dios.


Un sumo sacerdote así era el que nosotros necesitábamos: santo, inocente, incontaminado, sin connivencia con los pecadores y encumbrado hasta lo más alto de los cielos.


¡Pues cuánto más eficaz será la sangre de Cristo que, bajo la acción del Espíritu eterno, se ha ofrecido a Dios como víctima sin mancha! ¡Cuánto más será capaz de limpiar nuestra conciencia de las acciones que causan la muerte para que podamos dar culto al Dios viviente!


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