Jueces 2:4 - La Palabra (versión española)

⁴ Apenas el ángel del Señor dijo estas palabras a todos los israelitas, el pueblo se puso a llorar a gritos.

Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

⁴ Cuando el ángel de Jehová habló estas palabras a todos los hijos de Israel, el pueblo alzó su voz y lloró.

Biblia Nueva Traducción Viviente

⁴ Cuando el ángel del Señor terminó de hablar a los israelitas, el pueblo lloró a gritos.

Biblia Católica (Latinoamericana)

⁴ Cuando el ángel de Yavé hubo hablado así a todo Israel, el pueblo lanzó alaridos y se puso a llorar.

La Biblia Textual 3a Edicion

⁴ Y cuando el ángel de YHVH habló estas palabras a todos los hijos de Israel, el pueblo alzó su voz y lloró.

Biblia Serafín de Ausejo 1975

⁴ Cuando el ángel de Yahveh acabó de proferir estas palabras a todos los israelitas, levantó el pueblo la voz y rompió en llanto.

Jueces 2:4 Referans Kwoze

Esdras 10:1

Mientras Esdras oraba y se confesaba llorando, postrado ante el Templo de Dios, se congregó junto a él una grandísima multitud de israelitas: hombres, mujeres y niños que lloraban también a lágrima viva.

Proverbios 17:10

Más hondo le cala un reproche al sensato que cien palos al necio.

Jeremías 31:9

Vendrán todos llorando y yo los guiaré entre consuelos; los llevaré a la vera de arroyos, por senda recta, sin tropiezos. Soy como un padre para Israel, Efraín es mi hijo primogénito.

Joel 2:12

Ahora, pues, —oráculo del Señor— volveos hacia mí de todo corazón, con ayuno, lágrimas y lamento.

Zacarías 12:10

derramaré, en cambio, sobre la dinastía de David y los habitantes de Jerusalén un espíritu de gracia y de oración. Dirigirán sus miradas hacia mí, a quien traspasaron, harán duelo como se hace por un hijo único y llorarán amargamente como se llora a un primogénito.

Lucas 6:21

Felices vosotros los que ahora tenéis hambre, porque Dios os saciará. Felices vosotros los que ahora lloráis, porque después reiréis.

Lucas 7:38

y fue a ponerse detrás de Jesús, junto a sus pies. La mujer rompió a llorar y con sus lágrimas bañaba los pies de Jesús y los secaba con sus propios cabellos; los besaba también y finalmente derramó sobre ellos el perfume.

2 Corintios 7:10

Y es que si la tristeza está en conformidad con la voluntad de Dios, produce un saludable cambio de actitud del que no hay que lamentarse; en cambio, la tristeza producida por el mundo ocasiona la muerte.

Santiago 4:9

Reconoced vuestra miseria; llorad y lamentaos: que la risa se os convierta en llanto, y en tristeza la alegría.

Jueces 2:3

Por eso no los expulsaré ante vosotros; serán vuestros opresores, y sus dioses una trampa para vosotros.

Jueces 2:5

Así que llamaron a aquel lugar Bokín. Y ofrecieron allí sacrificios al Señor.

1 Samuel 11:4

Los mensajeros llegaron a Guibeá de Saúl, dieron la noticia al pueblo y toda la gente se puso a gritar y a llorar.

1 Samuel 7:6

Se reunieron en Mispá, sacaron agua, la derramaron ante el Señor y ayunaron aquel día, diciendo: —Hemos pecado contra el Señor. Samuel juzgó a los israelitas en Mispá.